TOLEDO.- Castilla-La Mancha está lista para afrontar la Fase 1 de la desescalada y este miércoles ha trasladado al Ministerio de Sanidad su propuesta para ello, y poder pasar desde el próximo lunes, 11 de mayo, a esta nueva fase del proceso de desconfinamiento.
Documentación que refleja el trabajo realizado durante semanas "en todos los ámbitos", desde el sanitario al resto de la Administración, pero sobre todo "el comportamiento de todas las personas que vivimos en Castilla-La Mancha", una actuación "responsable, cívica y de cumplimiento con lo diseñado".
Así lo ha subrayado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, para quien los más de 2 millones de personas que viven en la región "hemos demostrado que podemos con el virus" y por ello ha sido posible llegar a presentar esta propuesta para dar el paso a la Fase 1 de la desescalada.
Un documento en el que además de hacer referencia a los indicadores que permiten solicitar ese pase a la siguiente fase, desde el Ejecutivo autonómico se realizan una serie de propuestas para afrontarla.
Un desconfinamiento para el que se toma como ámbito de referencia el planteado en el documento inicial del Gobierno, la provincia, a pesar de que desde Castilla-La Mancha se había puesto sobre la mesa la posibilidad de plantear un ámbito más reducido como la comarca. No obstante, se ha optado por tomar como referencia el ámbito provincial, dentro del cual únicamente se podrán realizar desplazamientos en esta Fase 1.
Junto a esta determinación, entre las propuestas destaca el cambio de horario en los paseos por motivo de las temperaturas, la limitación a grupos de un máximo de 10 personas para el turismo activo y de naturaleza, al tiempo que se asumen iniciativas planteadas desde el Gobierno central como la reapertura de los hoteles sin las zonas comunes; la limitación de aforos a un tercio de su capacidad "para casi todos los lugares en los que puedan estar varias personas a la vez", tales como las bibliotecas y museos, pero también para las iglesias, en las que además se retirará el agua de las pilas. Por su parte todos los actos y espectáculos deberán esperar para la Fase 3 de la desescalada.
Junto a todo ello desde Castilla-La Mancha se insiste especialmente en la imprescindible atención a las medidas higiénicas y el respeto de la distancia social.
En este sentido Fernández Sanz ha subrayado que debe ser "tan importante como hasta ahora", puesto que "desconfinar no tiene que ver con relajar las medidas" de protección. Por ello "ahora se pide que la exigencia vaya mucho más allá", apelándose a ser "más responsables" si cabe y a mantener una distancia social física de dos metros, obligatoriamente.
Una distancia que en el ámbito colectivo pasa a ser "determinante" y que debe estar acompañada de una extrema higiene, con "lavado de manos de 30 segundos de manera exhaustiva, el uso de mascarillas", pero también es fundamental "no tocarnos, abrazarnos o besarnos" si no es con quien convivimos.
Las distancias, ha apostillado, "son imprescindibles". También en el ámbito privado, en el marco de esas reuniones en domicilios hasta un máximo de 10 personas que ha autorizado el Gobierno.
Junto a ello la documentación remitida por el Gobierno recoge una serie de indicadores tanto de capacidad asistencial como de criterio epidemiológico, que permiten plantear el paso a esta siguiente fase.
En materia epidemiológica se trata, ha explicado el consejero de que el sistema de declaración "sea lo más rápido posible". Para ello desde Castilla-La Mancha ya se trabaja en una plataforma de declaración automatizada, que permitirá la comunicación "instantánea" desde cualquier dispositivo.
Epígrafes relacionados con la capacidad asistencial tanto en Atención Primaria como en el ámbito hospitalario; capacidad de reserva de materiales esenciales, de laboratorio para diagnóstico, de alerta y vigilancia epidemiológica, de identificación y contención de focos, aislamiento de casos, planes de contingencia en residencias sociosanitarias y de reforzamiento de medidas colectivas.
En este sentido, Fernández Sanz ha detallado algunos de estos indicadores, como la capacidad asistencial en materia de camas de críticos para el que desde el Gobierno se pide una base de entre 1,5 y 2 veces la capacidad habitual, y que Castilla-La Mancha afronta con una disponibilidad de 2,67 por 10.000 habitantes, es decir, con 427 camas de UCI con respirador y otras 108 sin respirador.
En lo que respecta a la hospitalización ordinaria la ratio es de 40,84 por 10.000 habitantes, en total 8.712 camas, también por encima del criterio base pedido por el Ministerio.
El consejero ha destacado también la capacidad de los laboratorios, que en estos momentos pueden hacer al día "entre 5.000 y 6.000 PCR", así como la reserva de material de protección, que respecto a mascarillas quirúrgicas es de 19 días y de FPP2 para 30 días.
Pero junto a ello desde el Ministerio también se van a evaluar otros datos, como el relativo al promedio de casos confirmados a diario, que en estos momentos es de -12,5, un crecimiento negativo que hace que se afronte la Fase 1 "con cierta seguridad".
Asimismo también es "esperanzador" el dato que ofrece el nivel de contagio, situado en estos momentos en el 0,5 frente al 1,4 que se llevó a alcanzar en lo más complicado de esta crisis. Algo que "también nos ayuda a pasar a la Fase 1".
