El culebrón de La Guardia acaba con una alcaldesa del PP gobernando con los ediles expulsados de Podemos a los que insultaba

Tras varios días de polémica, Marta Maroto se hace con el bastón de mando en este consistorio toledano, pese a los intentos de la formación morada para aplicar el pacto antitransfuguismo que dejara sin efecto el acuerdo de sus díscolos.
Maroto (PP) ya tiene el bastón de mando en La Guardia, gracias al apoyo de los ediles expulsados de Podemos. | EFE /A.VISDÓMINE
photo_camera Maroto (PP) ya tiene el bastón de mando en La Guardia, gracias al apoyo de los ediles expulsados de Podemos. | EFE /A.VISDÓMINE

TOLEDO.- El Ayuntamiento de la localidad toledana de La Guardia ha cambiado de signo político este sábado, después de que la candidata del PP, Marta Maroto, haya sido elegida nueva alcaldesa, contando para ello con el voto de los cuatro ediles populares y los tres elegidos por Unidas Podemos, formación de la que han sido expulsados debido a este pacto, y a la que hace no tanto ella atacaba sin miramientos a través de las redes sociales.

A quienes le han dado la alcaldía, precisamente, ha dirigido sus primeras palabras tras jurar el cargo la que fuera presidenta de Nuevas Generaciones de Castilla-La Mancha, agradeciéndoles "especialmente" su apoyo y confianza "para encabezar este proyecto" por el que "juntos" trabajarán por el interés general de los vecinos de La Guardia.

Agradecimiento que expresamente ha dirigido al que fuera cabeza de lista por la formación morada el pasado 28 de mayo, Víctor Hernández Mora, por su "esfuerzo, disposición y lealtad, aún cuando solo había piedras en el camino".

"Nadie dijo que fuera fácil, pero tampoco nadie dijo que fuera imposible. La política es entendimiento, respeto, diálogo y servicio publico; la política no es para enfrentarse sino para unir y mejorar", ha defendido la alcaldesa.

Algo que en otro tiempo la dirigente popular no entendía así, puesto que han sido numerosas las ocasiones en las que a través de las redes sociales la formación morada -a la que hasta hace dos días representaban sus nuevos socios en el gobierno municipal- era objeto de sus ataques.

Y es que para quien en julio de 2017 fue "vergonzoso" que Podemos acordara con Page y el PSOE su incorporación al Gobierno; que aseguraba sentir "vergüenza" al ver tras ese pacto "intereses personales"; que un par de años antes consideraba que "lo peor" que podía pasar a España era un gobierno PSOE-Podemos, y a finales de 2020 criticaba de nuevo al presidente regional por haber pactado "con los radicales de Podemos" para gobernar Castilla-La Mancha, ahora tener en su equipo de gobierno a tres concejales que conseguían su acta por dicha formación, ya no es tan grave.

Decenas de publicaciones en esta línea sobre las que esta semana llamaba la atención el secretario de Organización de PSOE regional, Sergio Gutiérrez, quien se preguntaba si finalmente el PP expulsaría a Maroto en caso de materializarse el pacto, tal y como finalmente ha ocurrido este sábado.

A sus compañeros en la candidatura popular, Maroto ha agradecido el haber aceptado hace dos meses este reto, "con muchas ganas, ilusión, ideas frescas y compromiso".

Con esta alianza, el PP y los tres ediles no adscritos han logrado su objetivo de sacar del gobierno municipal al PSOE, cuyo candidato, Francisco Javier Pasamonte, quien llevaba siendo alcalde de la localidad desde 2011, ha recibido únicamente los cuatro votos de los ediles socialistas.

Por su parte, al término de la sesión, Hernández se mostraba ante los medios de comunicación satisfecho, después de "esta semana de locos", tras la que La Guardia hace historia al tener a su primera alcaldesa de la democracia.

Respecto al pacto, el concejal no adscrito ha señalado que había "serias diferencias" con el PSOE en materia de gestión, la cual ha calificado de "nefasta". Por ello, ha recalcado, "antes de pactar con gente que limita derechos, preferíamos pactar con el Partido Popular, porque pensamos que La Guardia se merece avanzar". Versión algo distinta a la que ha venido defendiendo en los últimos días, asegurando que había sido un compromiso electoral el no facilitar con sus votos un nuevo gobierno socialista, la cual la militancia de Podemos La Guardia desmentía en un comunicado.

Y en cuanto a su expulsión de Podemos, Hernández asegura que oficialmente no se le ha notificado, aunque sí al Ayuntamiento, y aunque lo considera un "error garrafal", tanto él como sus dos compañeros María del Carmen González y Cristóbal Hernández, lo acatarán.

Maroto, por su parte, ha explicado que el PP siempre se presenta a unas elecciones para ganar, y en todo caso, formar gobierno, por lo que considera que en esta localidad, donde "el 28 de mayo votaron cambio casi en un 60 por ciento", debe primar "lo que interesa a los vecinos".

Un acuerdo que ha sido calificado como "contra natura" desde las filas socialistas, pero que los firmantes defienden al considerar que no debería suponer "ninguna sorpresa", ante las "peculiares circunstancias" del pueblo, tal y como explicaban este viernes en el comunicado conjunto sobre el acuerdo de gobernabilidad alcanzado.

Comunicado en el que rechazaban "cualquier injerencia externa", las presiones sufridas, y defendían un acuerdo que "gira en torno al firme compromiso con la regeneración democrática y la transparencia en la gestión municipal".

Asimismo precisaban la existencia de un compromiso expreso entre los siete concejales firmantes y miembros del nuevo equipo de gobierno, para reducir el gasto en sueldos y dietas de los miembros de la corporación, mostrando así que "la única motivación del pacto es dar un nuevo impulso a La Guardia".

Pacto que se ha materializado en esta polémica toma de posesión, ante un salón de plenos repleto de público, parte del cual ha debido esperar en la calle. Un acto en el que tanto Pasamonte ha sido aplaudido y recibido con gritos de "alcalde", como los artífices del cambio de gobierno, Maroto y Hernández, que también han tenido sus aplausos.

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