TOLEDO.- Profesionales sanitarios se han concentrado este miércoles a las puertas del centro de salud de Seseña, en la provincia de Toledo, en señal de repulsa por la agresión sufrida el pasado 28 de marzo por una facultativa, que sufrió un golpe en la cabeza tras recibir el empujón de una paciente.
Un episodio violento al que ha sumado otra agresión esta misma semana, concretamente el lunes, en el centro de salud de Torrijos, donde sobre las ocho y media de la tarde, un hombre golpeó en la cabeza a un médico, haciéndole caer al suelo y perder el conocimiento. El agresor, según ha informado CSIF, escapó rápidamente en coche, pero el personal de seguridad consiguió anotar la matrícula y fue posteriormente detenido.
El sindicato ha lamentado los "episodios violentos en el Sescam" y ha subrayado la necesidad de garantizar la seguridad en todos los centros sanitarios.
La vicepresidenta de CSIF Sanidad Castilla-La Mancha, Marisa García, ha señalado que "estamos ante un problema social de primer orden, es preciso concienciar de que todos los profesionales están para ayudarnos y cada golpe, cada insulto y cada amenaza dejan una cicatriz enorme en toda la comunidad sanitaria" y ha agregado que "cada agresión, ya sea física o verbal, es un acto de cobardía".
Según los datos que ha remitido el CSIF, en 2023 hubo 646 episodios violentos en el Sescam frente a los 623 de 2022, los 560 de 2020 y los 519 de 2019. “Hay que decir basta, el respeto y la seguridad de los trabajadores es esencial”, ha dicho García.
CSIF ha reclamado la dotación de los recursos necesarios para garantizar la seguridad de los trabajadores, una "mayor implicación" del Sescam en cuanto a dotación de personal de seguridad en todos los centros y horarios; protocolos de seguridad; adaptación del espacio de atención asistencial como recurso para prevenir agresiones, con múltiples puntos de acceso y salida; acompañamiento en visitas domiciliarias; coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el desarrollo del régimen disciplinario respecto a aquellos pacientes que han realizado acciones de violencia y que reinciden.
