"Esto qué coño es, ni Lenin...": la patronal toledana rompe con el líder provincial de CCOO acusándole de "violencia verbal"

La organización empresarial veta al dirigente sindical por "insultar, amedrentar y amenazar" a su presidente cuando este protagonizó sus polémicas declaraciones culpando de las vacantes laborales a "esa 'especie' de gente subvencionada que no quiere trabajar".

TOLEDO.- La Federación Empresarial Toledana (Fedeto) anuncia la "ruptura de relaciones" con el secretario general de Comisiones Obreras en la provincia, Federico Pérez, por la "violencia verbal extrema" empleada contra su presidente, Javier de Antonio Arribas, a quien habría difamado, insultado, amedrentado e incluso amenazado generando "un enfrentamiento innecesario con los trabajadores".

Así lo ha señalado el secretario general de la patronal toledana, Manuel Madruga, quien ha sido el encargado de analizar el manifiesto de apoyo a De Antonio aprobado por el comité ejecutivo y la junta directiva de Fedeto por unanimidad, así como la decisión de romper relaciones con esta persona, en tanto en cuanto "no vuelva a la senda del diálogo social, abandone la violencia y esté dispuesto a discrepar dentro de la lealtad institucional y del respeto".

De este modo han reaccionado -casi dos semanas después- los empresarios toledanos a la reacción del sindicalista ante las manifestaciones realizadas por De Antonio, quien defendía en rueda de prensa que "hay una 'especie' de gente que está subvencionada y que decide no quiere trabajar", apuntando este como uno de los motivos por los que en muchos casos cuando se oferta trabajo por parte de los empresarios, la gente no acude. Declaraciones que el secretario de CCOO Toledo contestaba también de forma pública, con un comunicado en el que tildaba de "tóxico" el discurso "populista y embustero" del presidente de la patronal, al que acusaba de defender únicamente a quienes pretenden beneficiarse de "la explotación de sus trabajadores".

Y es que, según Madruga, dentro de las reglas de diálogo social se puede aceptar "cualquier tipo de crítica, por dura que sea", siempre que se haga desde el respeto y la lealtad institucional. Reglas que consideran Pérez se ha saltado, haciendo uso de la "violencia verbal" con el objetivo de "intimidar a los representantes de los empresarios para cercenar la libertad de expresión" y al tiempo, "promover el odio visceral hacia los empresarios".

En este sentido, Madruga ha considerado que al acusar al presidente de la patronal de mantener un discurso "de extrema derecha", Pérez les estaba llamando "fascistas", "el insulto de moda" -ha precisado- para "todo aquel que no tiene su ideología o se sale de ella"; pero también "asesinos" al plantear que no tienen trabajadores a consecuencia de las condiciones de trabajo, "de explotación", "ilegales e inseguras" que ofrecen. "Dice poco menos que los trabajadores no se quieren matar y por eso no van a las empresas", ha recordado, un discurso que en el siglo XXI "es algo trasnochado". "Pero esto qué coño es, ni Lenin en el año 17 del siglo pasado", ha llegado a plantear.

Una ruptura que, en principio, es con la persona, con Federico Pérez, quien "no existe" para Fedeto mientras no abandone esa violencia y con el que aseguran no piensan entrar en ningún debate, "directa o indirectamente". Y aunque mantienen que esto no afectará a la negociación colectiva, sí advierten que "si el sindicato apoya y arropa que este señor actuó bien", quizás "se pueden empezar a quebrar ciertas cosas que siempre hemos entendido sacrosantas".

Para el secretario general de Fedeto, si hubiera sido él quien se expresara en los términos que lo hizo el sindicalista, "hubiera recibido por parte de mis órganos de gobierno un serio correctivo", indicándole que no puede hablar en esos términos para dirigirse a nadie y menos a aquellos con quienes deben "saber entendernos".

De este modo, insinuando aunque sin decirlo abiertamente, ha apuntado cuál considera que debería ser la actuación del sindicato. "En mi caso yo puedo decir lo que hubiera pasado; lo que yo no puedo sugerir es lo que tiene que hacer cada uno en su casa", ha señalado, antes de añadir que si desde CCOO se le apoya "a lo mejor hablamos de cosas mayores; ellos sabrán lo que hacen".

"Yo tengo obligación de sentarme, pero no tengo la obligación de sentarme con un violento, y desde luego, no lo voy a hacer", ha sentenciado e secretario general de Fedeto.

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