TOLEDO.- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, considera que la decisión del jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, de parar su actividad pública durante unos días para reflexionar sobre si renuncia o no a seguir en Moncloa, no responde a una estrategia política, sino una reacción "emocional", y aunque no descarta que pudiera dimitir, está convencido de que de ser así, tras el "estado de shock" en el que se sumiría el PSOE, el partido reaccionará porque "tiene una fuerza inmensa".
Así lo ha señalado en una entrevista en Telecinco, donde García-Page ha sido preguntado también por el posible sucesor de Sánchez en caso de que dimita. El presidente regional ha señalado que no lo sabe y respecto a las "miradas" que se dirigen a él, ha señalado que "no se va a conceder" a sí mismo ponerse "en esa pantalla en este momento", al tiempo que ha cuestionado que una "denuncia de recortes de prensa" pueda propiciar la dimisión del jefe del Ejecutivo.
García-Page, que ha reconocido no haber hablado con el presidente del Gobierno, ha reiterado que empatiza con él -como ya hacía este miércoles a través de las redes sociales al conocerse la decisión de Sánchez-, ya que todos los que han estado en puestos de alta responsabilidad han sufrido "situaciones límite" en muchas ocasiones.
En este sentido, ha admitido que él mismo "al menos en tres ocasiones" se ha planteado si merecía la pena seguir o lo dejaba, ante situaciones de acoso a su familia.
Ha insistido así en que la postura de Sánchez es "emocional" y "familiar", que tiene derecho a reflexionar y ha querido quitar dramatismo al hecho de que suspenda la agenda pública, puesto que si sucede algo, mañana él sigue siendo presidente del Gobierno.
De este modo, y aunque reconoce ser de aquellos que sacan "punta política a todo" por su propio metabolismo político, conforme pasan las horas se ha convencido de que Pedro Sánchez "había tomado en su fuero interno y con su familia la decisión de dimitir" y que se ha concedido "un poco de tiempo para reposarlo, para que no sea una dimisión en caliente".
No obstante, no puede descartar que termine haciéndolo, ante lo que no tiene claro que en este momento existan en el partido "mecanismos suficientes de organización" para reaccionar, dado que tanto la militancia como las estructuras de la formación "estamos bajo un cierto estado de shock político".
Por otra parte, García-Page considera importante, tanto para la familia como para la imagen del Gobierno que "quede a salvo su honorabilidad", al tiempo que ha criticado la "altísima tensión" y el enfrentamiento que vive la política española.
"HABRÁ TIEMPO PARA SACAR CONCLUSIONES"
Poco después, en declaraciones a los periodistas a su llegada a las Cortes, el jefe del Ejecutivo castellanomanchego ha señalado que ya "habrá tiempo para sacar más conclusiones", pero ahora "no paso de la pantalla estrictamente personal y emocional".
Y es que para García-Page la carta de Sánchez refleja una reacción "absolutamente comprensible, lo humano, suya y de la familia". Por ello, al ser "imposible" saber exactamente cuál es el estado de la tensión personal que acumulan, ha asegurado empatizar "en lo personal" con algo que "muchos de los que estamos en política hemos sentido: una permanente tensión política que se ceba también con las familias y con los entornos".
Por ello cree que, si bien se pueden hacer "muchas cábalas", la realidad es que "esto es una reacción estrictamente personal" que el presidente del Gobierno ha querido comunicar a la sociedad española, por lo que "a priori" no ve gato encerrado ni una dinámica estratégica, sino "una reacción humana que hay que entender y respetar". Será, una vez que pasen los días, cuando se puedan evaluar "cuáles son exactamente los pasos a seguir".
