Un ayuntamiento del PP en Ciudad Real utiliza dinero público para recuperar una cruz franquista

En lugar de quitar la cruz, que se encontraba dada la vuelta para ocultar los símbolos fascistas, el Consistorio de Porzuna ha optado por girarla y adornar su entorno con una zona ajardinada. El PSOE exige su retirada inmediata.

CIUDAD REAL.- Hace diez años de su aprobación, pero la Ley de Memoria Histórica sigue siendo una asignatura pendiente para decenas de municipios españoles, entre ellos el ciudadrealeño de Porzuna. Allí el Gobierno municipal del Partido Popular, presidido por Carlos Jesús Villajos ha decidido recuperar y adornar la cruz de piedra que recuerda a los muertos del bando franquista, todo ello con dinero y medios públicos. Un incumplimiento de la legalidad que ha sido denunciado desde el blog Porzuna Conectada, suscitando polémica y reacciones en la localidad.  

Y es que la ley 52/2007 de Memoria Histórica deja claro que corresponde a las administraciones públicas el tomar medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones a la sublevación militar, la Guerra Civil o la represión de la Dictadura. Sin embargo, en Porzuna se ha optado por realzar una cruz que anteriormente se encontraba vuelta, pegada a una pared, sin dejar a la vista los símbolos fascistas, como tampoco la referencia a José Antonio Primo de Rivera, ni los nombres de los caídos "por Dios y por España", como reza una de las inscripciones. 

Una cruz que llegó al cementerio municipal hace poco más de diez años, tras la demolición del antiguo centro médico, al cual había estado pegada dada la vuelta, sin símbolos ni decoraciones, desde mediados de los años 80. Un lugar que ocupaba tras la decisión del entonces alcalde de quitar a este homenaje a los caídos el lugar privilegiado que ocupaba junto a la iglesia, y con un pequeño arriate a su alrededor. 

Al comenzarse la construcción del nuevo centro social, con el derribo del antiguo centro de salud, el Ayuntamiento, entonces presidido por la socialista Blanca Fernández, decidió trasladarla al cementerio, también dada la vuelta. Y así "contra una pared, sin homenajes, sin denuncias, en silencio, discreta, sin ofender a nadie... o eso creímos", explica la exalcaldesa en su cuenta de Facebook. 

No tardaron entonces los concejales del PP, en aquel momento en la oposición, en criticar la decisión y argumentar que "no era digno" tratar así esta cruz. Una situación que generó también polémica en el Pleno municipal, pero no pasó de ahí; el Gobierno municipal entonces no cedió y la cruz se mantuvo en el cementerio dada la vuelta. 

Entonces no se destruyó, recuerda la socialista, "por prudencia, por no ofender, por no polemizar, por evitar enfrentamientos entre vecinos", en un momento en el que "tampoco existía una Ley de Memoria Histórica, solo el sentido común". 

EXIGEN LA RETIRADA "INMEDIATA" DE LA CRUZ 

Tras la denuncia pública de la existencia y la recuperación de este homenaje fascista, desde el PSOE reaccionaban presentando en el Ayuntamiento una petición para que "de forma inmediata" y en aras del cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica se proceda a la retirada de la cruz de los caídos que en su día restauró el Consistorio "con dinero y medios públicos". 

Asimismo, los socialistas se ponen a disposición del alcalde de Porzuna para encontrar "una solución rápida" y que "respete las distintas sensibilidades de los vecinos y vecinas del municipio", con el objetivo de no suscitar una polémica "baldía". 

En esta petición, firmada por el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Norberto Palomares, los socialistas recuerdan además al alcalde la obligación de cumplir con la legislación vigente. 

Un escrito al que ha seguido también una explicación en las redes por parte de la que fuera alcaldesa de la localidad y hoy concejal en la oposición, la diputada regional Blanca Fernández, quien ha explicado que desde hace algo más de un mes su grupo trabajaba en la idea de plantear la retirada de esta cruz en cumplimiento de la Ley, pero hacerlo "con discreción" una vez pasadas las fiestas del pueblo. 

Explica Fernández que tenían previsto hablar con el alcalde para pedirle la retirada y proponerle la creación de un equipo de trabajo para valorar la conveniencia de "un recordatorio de la barbarie, sin distinción de víctimas, sin homenajear a unas para olvidar a otras", en definitiva, "un monumento a la reconciliación". Una idea que aún era "incipiente, sin madurar", como reconoce la concejala socialista, y que se pensaba plantear "con lealtad para construirla entre todos". 

La exalcaldesa hace un llamamiento a "la calma y la reflexión", recordando que la cruz a los caídos "hay que quitarla" y ante ello "no puede haber paños calientes ni medias tintas". Sin embargo recuerda que "hay formas de hacerlo muy distintas", y apuesta por hacerlo "desde el diálogo y la concordia", en lugar de optar por "el enfrentamiento y la bronca". 

Y vuelve a insistir en la intención del PSOE de haberlo planteado "sin ruido, sin denuncias públicas", con el fin de "evitar confrontación y debates estériles en un pueblo tan pequeño"

No obstante, ahora que se ha hecho público y la polémica está suscitada, confía en que la retirada de la cruz por parte del Ayuntamiento "no se haga esperar", no ya únicamente por el cumplimiento de la Ley, sino "fundamentalmente porque ofende a las víctimas silenciadas, a muchos ciudadanos que callan, que no hablan en público del tema".  

Por último, a quienes se preguntan si la oposición debería encargarse de otros asuntos, les devuelve la pregunta y plantea si "había necesidad de recuperar una cruz fascista 30 años después"

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