TOLEDO.- Habrá nuevo trasvase del Tajo al Segura en este mes de noviembre, pero esta vez será un 'trasvase cero' para regar y únicamente se derivará agua para consumo humano, trece años después del último que se realizó con esta particularidad. Concretamente, serán 7,5 los hectómetros cúbicos que se deriven desde Entrepeñas y Buendía hacia Levante, con el fin de atender las necesidades hídricas de las cuencas receptoras.
Así lo acordaba la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura reunida este martes en la sede del Ministerio para la Transición Ecológica. Una resolución que constata la situación excepcional en la que se encuentran los embalses de la cabecera del Tajo, que están en nivel 3 de emergencia, el cual sitúa el volumen máximo trasvasable en 20 hectómetros cúbicos, estando los primeros 7,5 hectómetros cúbicos reservados para el abastecimiento urbano.
Según la resolución de la comisión técnica responsable de aplicar las reglas de explotación del acueducto, las lluvias registradas durante este mes están teniendo consecuencias importantes en el campo de Cartagena, afectando también con daños significativos a las infraestructuras del postrasvase, que son las que permiten la regulación, transporte y distribución final del agua a las diferentes áreas regables receptoras.
"Estos daños requieren de obras de reparación, que previsiblemente durarán dos meses", subraya el Gobierno. Además de ello, apuntan desde el Ministerio, se ha constatado que estas lluvias han tenido un efecto favorable en los indicadores de sequía de la cuenca del Segura.
Una decisión adoptada conforme a la situación que los embalses de Entrepeñas y Buendía acumulaban a fecha 1 de noviembre, 566,8 hectómetros cúbicos. Existencias que no superaban el valor de 609 hectómetros cúbicos como umbral de paso al nivel 2, y son superiores al umbral de 400 hectómetros cúbicos de reserva no trasvasable.
OPTIMISMO CONTENIDO
Una propuesta de la comisión de explotación que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se valoraba "con relativo optimismo", al descender a los solo 7,5 hectómetros cúbicos para consumo humano.
Así lo manifestaba a través de las redes sociales la consejera de Fomento, Agustina García Élez, quien apuntaba que el siguiente paso debe ser que "este acercamiento se consolide y que, por fin, estas decisiones se ajusten a la realidad del río".
En términos similares se ha pronunciado hoy en Cuenca el vicepresidente primero del Ejecutivo regional, José Luis Martínez Guijarro, quien valora el "cambio de posición" del Gobierno de España en relación al trasvase del Tajo.
Martínez Guijarro ha afirmado que Castilla-La Mancha "es una región solidaria que nunca se ha negado a que se trasvase agua para consumo humano", pero ha insistido en que "no se puede sostener el planteamiento de una derivación permanente desde la cabecera del Tajo para los regadíos del Levante".
Aplaude este cambio de actitud, consciente de que se tiene que producir a medio plazo, "pero es importante que se tenga la voluntad de poner en marcha toda la potencialidad de desalación que hay en el Levante y que ese agua se pueda destinar al regadío y al abastecimiento humano para que podamos desligar la cabecera del Tajo de los regadíos del Levante español, que desde hace decenas de años están absolutamente ligados".
Ha confiado, además, en que este planteamiento "vaya a más" y se traduzca en la puesta en marcha definitiva del cien por cien de las desaladoras al máximo de su capacidad pues "de este modo podremos comprobar que el Levante puede ser autosuficiente con un agua que tiene a escasos metros, como es la del Mediterráneo".
LA JUNTA NO DESCARTA RECURRIR
Martínez Guijarro ha valorado que, por primera vez, el Gobierno central "corrija" la dirección que se venían manteniendo desde hace años. No obstante, ha indicado que la Junta de Castilla-La Mancha no ha descartado recurrir este trasvase pues "hay que analizarlo jurídicamente para ver cuál es el cumplimiento de todas las reglas de explotación".
Por su parte, el vicepresidente segundo del Gobierno autonómico y líder de Podemos, José García Molina, se ha mostrado hoy contrario a este nuevo trasvase, al considerar que con ello "se sigue fomentando hacer del agua un negocio".
Durante una rueda de prensa en Talavera, señalaba que desde Podemos "no negamos el agua para beber", aunque instan a cambiar el modelo de gestión de los recursos hídricos, la mejora de las desaladoras, así como una gestión pública y sostenible medioambientalmente de las infraestructuras.
PIDEN QUE SE RECONSIDERE
Un trasvase que sin embargo desde Murcia se ha recibido "con estupor", como han manifestado desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) tras conocer este 'trasvase cero' para regadíos.
A través de un comunicado han reclamado a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que ordene la revisión de los argumentos técnicos esgrimidos antes de proceder a la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de "semejante atropello".
El colectivo rebate los argumentos con los que justifica la comisión su propuesta y señala que los daños producidos por las últimas lluvias e inundaciones "no han afectado a la capacidad operativa del postrasvase en la zona regable del Campo de Cartagena", asegurando que "hasta ayer mismo" funcionaba "con normalidad".
Mientras, desde el Sindicato Central de Regantes del Acueducto (SCRATS) hablan de "humillación" para referirse al trasvase. Además el próximo lunes se reunirá el 'Círculo del Agua' que reúne a regantes y organizaciones agrarias y sindicales de Alicante, Almería y Murcia, en un encuentro en el que podría adoptarse la decisión de movilizarse contra esta decisión que consideran "injusta".
Tanto el Gobierno de Murcia como el de la Comunidad Valenciana han mostrado también su rechazo a esta decisión. De hecho, el presidente Ximo Puig ha llegado a decir que el trasvase es "irrenunciable".
