Empresarios del sector agrario muestran su rechazo al proyecto de minería de tierras raras por sus graves impactos

Feceval Agraria y Sepriman han realizado una declaración conjunta en la que piden el amparo a las autoridades locales y autonómicas para que no se autorice el proyecto de exploración, y posterior explotación, planteado por Quantum Minería en la provincia de Ciudad Real.
Feceval Agraria y Sepriman han manifestado su rechazo al proyecto de tierras raras.
photo_camera Feceval Agraria y Sepriman han manifestado su rechazo al proyecto de tierras raras.

CIUDAD REAL.- La división agraria de la Federación de Empresarios de la Comarca de Valdepeñas, Campo de Montiel y La Solana (Feceval) y Sector Primario Manchego (Sepriman) se suman al rechazo al proyecto de investigación de tierras raras que la mercantil Quantum Minería pretende desarrollar en la provincia de Ciudad Real y que, en último término, tiene como objetivo la explotación de monacita en una superficie de 9.000 hectáreas en los términos municipales de Santa Cruz de Mudela, Torrenueva y Valdepeñas.

Así lo han señalado en una declaración conjunta en la que ambos colectivos profesionales muestran su oposición al proyecto al considerar que podría conllevar la rehabilitación de anteriores planes de la compañía, como los de 'Matamulas' y 'Rematamulas', desestimados hace unos años por la Junta y los tribunales, lo cual afectaría a otros muchos términos municipales en la provincia.

Un rechazo que basan en tres pilares: el impacto socioeconómico sobre su actividad profesional; el impacto ecológico y el impacto sobre la salud que el desarrollo del proyecto 'Neodimio' tendría en la zona.

En este sentido, consideran que este tipo de proyectos de minería a cielo abierto conllevan "numerosas repercusiones negativas" sobre las explotaciones agrarias, debido al impacto adverso sobre el suelo. Y es que, recuerdan, este tipo de proyectos extractivos necesitan de la excavación superficial del terreno, afectando a la capa fértil del mismo, que en algunas zonas no excede de los 20 centímetros.

Así, frente a las manifestaciones vertidas por la empresa en las que señalan que esta capa "sería repuesta" y que el suelo "quedaría en mejores condiciones", algo que estos colectivos profesionales rebaten, puesto que desde su propia experiencia profesional y en base a los informes de sus técnicos niegan que eso se pueda llevar a efecto con garantías.

Por otra parte, llaman la atención sobre las repercusiones negativas sobre los recursos hídricos, en una situación de "escasez de agua" como la actual. "Sería una catástrofe para nuestros cultivos alterar en lo más mínimo su dotación".

Junto a ello, señalan que las cifras de consumo indicadas por la mercantil, en especial durante una pretendida fase de explotación, son "sencillamente irreales", más aún teniendo en cuenta los informes tanto del organismo de cuenca como de otras entidades de referencia como la Fundación Internacional para la Restauración de los Ecosistemas (FIRE).

Asimismo apuntan el riesgo potencial de la contaminación de acuíferos como otro de los factores a tener cuenta, dado que el mineral presenta en su composición trazas de elementos radioactivos como el torio y el uranio, por lo que es "una total irresponsabilidad" hablar como está haciendo la mercantil de la "inocuidad" de sus proyectos en Ciudad Real.

Todo ello tiene "claras repercusiones negativas" que pueden causar un perjuicio evidente a la distribución de sus productos, tales como aceites, vinos, quesos y hortalizas, dificultando su comercialización y alterando de esta forma el sustento de miles de familias en la provincia.

Por otra parte, en relación al impacto ecológico, consideran "evidente" que explorar y explotar superficies tan amplias "no va a beneficiar en nada" a la biodiversidad de las áreas afectadas y, sin embargo, sí podría afectar seriamente a proyectos de conservación de especies amenazadas como el lince ibérico (Lynx pardinus), el águila imperial (Aquila adalberti) y otras aves esteparias, animales que "tanto está costando rehabilitar" y que están sirviendo para crear una conciencia positiva hacia la conservación del medioambiente, al tiempo que sirven para promocionar el turismo de naturaleza, actividad que está repercutiendo de manera positiva y significativa en la hostelería a todos los niveles.

Asimismo, los colectivos profesionales llaman la atención sobre el impacto de la minería de tierras raras sobre la salud pública, sobre todo teniendo en cuenta que múltiples trabajos científicos elaborados en distintos países y por distintos equipos de especialistas apuntan en la misma dirección y avalan la incidencia perjudicial de las tierras raras y su actividad minera sobre la salud humana llegando a considerar que este problema tiene una escala global, "en unos hechos que, por mucho que quiera la empresa contradecir de manera reiterada, son incontestables", subrayan.

Por todo ello, y puesto que "somos quienes día a día pisamos nuestra tierra, y porque queremos seguir viviendo en ella y de ella", así como "dejar en herencia a nuestras familias un entorno limpio, saludable y fértil", piden amparo a las autoridades, tanto a los alcaldes a nivel local como al presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, para que "no autoricen este tipo de proyectos en comarcas como las del Campo de Montiel y el Campo de Calatrava", puesto que "en nada benefician a nuestra tierra y a nuestra gente", y además, recuerdan, "ya han sido desestimados previamente, tanto por la propia autoridad administrativa como por los tribunales de Justicia".

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