Más de la mitad de los castellanomanchegos que emigran a otras regiones para trabajar tiene menos de 35 años

  • Los menores de 26 años que en 2018 abandonaron la región vieron aumentado su salario un 35 por ciento, hasta los 14.043 euros anuales, frente a los solo 9.212 euros que percibieron quienes con esa misma edad decidieron quedarse.
  • Mientras en Castilla-La Mancha el sueldo medio ese año alcanzó los 19.672 euros, en la comunidad vecina de Madrid se llegó a los 28.493 euros, lo que supone una brecha salarial del 45 por ciento.

TOLEDO.- La juventud protagoniza la emigración laboral en Castilla-La Mancha. Durante el 2018, el 57 por ciento de las personas asalariadas que abandonaron la región para irse a trabajar a otras comunidades autónomas tenían una edad de 35 años o menos, esto supone una salida de un total de 8.453 personas jóvenes que en 2017 estaban trabajando en la región y en 2018 lo hacen en otras comunidades.

Castellanomanchegos que a esta temprana edad emigraron hacia núcleos más poblados para ejercer su puesto profesional, pues un 73 por ciento de ellos eligieron Madrid como destino laboral.

Así se desprende de los datos publicados por la Agencia Tributaria sobre movilidad geográfica de los trabajadores, en los que se concreta que un total de 14.822 personas que en 2017 habían trabajado en la región se fueron el año pasado a otras comunidades, 8.114 de ellas hombres y 6.708 mujeres.

Respecto a los destinos laborales, Madrid está a la cabeza con 8.616 personas asalariadas que se han desplazado a esta comunidad desde Castilla-La Mancha, lo que supone el 58 por ciento del total de salidas. Sin embargo, este porcentaje sube hasta el 60 por ciento en el caso de las mujeres, con un total de 4.057 mujeres asalariadas.

No obstante, Castilla-La Mancha también ha recibido trabajadores a lo largo de 2018, pero la cifra es menor, 10.368 personas, por lo que el saldo de movilidad laboral entre comunidades es negativo en Castilla-La Mancha con una pérdida de 4.454 personas asalariadas.

La juventud que ha venido a trabajar a la región también deja números en negativo, pues tan solo han sido 4.781 frente a los 8.453 que se han marchado,  lo que ha supuesto la salida de 3.672 personas jóvenes del mercado laboral de Castilla-La Mancha.

MEJORES SUELDOS FUERA

En cuanto al salario medio de quienes salen de Castilla-La Mancha, era de 18.408 euros cuando trabajaban en la región y de 20.943 euros en sus nuevos destinos laborales, con una mejora salarial media del 14 por ciento.

También las personas que han venido a trabajar a Castilla-La Mancha desde otras comunidades han visto mejorar sus salarios, pero en unos niveles menores ya que partían de unos salarios medios en 2017 de 18.125 euros y en 2018 llegan a los 19.834 euros, una mejora salarial media del 9 por ciento.

Por sexos, el salario medio de las mujeres que salen de Castilla-La Mancha es de 15.968 euros anuales y con la movilidad mejoran hasta los 18.506 euros al año, y entre los hombres la situación es mejor porque se van con salarios medios de 20.420 euros en 2017 y llegan en sus nuevos destinos laborales a los 22.953 euros.

Y por tramos de edad, quienes tienen menos de 26 años experimentan una mejora en sus salarios del 35 por ciento al pasar de un salario medio de 10.392 euros cuando trabajaban en Castilla-La Mancha a los 14.043 euros al trabajar en otras comunidades. Entre los trabajadores que tienen entre 26 y 35 años, tiene lugar también una importante subida del 19 por ciento.

La mejora salarial es evidente y que Madrid sea el destino de la gran mayoría de quienes dejan sus trabajos en la región, además de la cercanía, tiene que ver con los niveles salariales, ya que mientras en Castilla-La Mancha el salario medio en 2018 alcanzó los 19.672 euros, en la comunidad vecina se llegó a los 28.493 euros, lo que supone una brecha salarial del 45 por ciento, una buena motivación para la emigración laboral.

PEOR PARA QUIENES SE QUEDAN

Unos datos que Comisiones Obreras ha valorado a través de su responsable regional de Empleo y Políticas Sociales, María Ángeles Castellanos, quien ha reclamado la necesidad de "mejorar las condiciones de trabajo en Castilla-La Mancha para lograr que la gente no se vea forzada a emigrar ante la falta de oportunidades de futuro en la región".

La dirigente sindical considera que "con salarios de miseria no se puede vivir", pues con los 10.392 euros de media que cobraban las personas más jóvenes que se han ido a trabajar a otras regiones "no se puede construir un proyecto de futuro".

Pese a ello, Castellanos alerta de que los jóvenes que permanecen en Castilla-La Mancha se encuentran en una situación aún peor, con un salario medio para menores de 26 años en 2018 de tan solo 9.212 euros al año, salario que baja hasta los 8.312 euros al año en el caso de las mujeres. "Con estos salarios es imposible una vida independiente", ha dicho.

"Castilla-La Mancha tiene un problema de reparto de la riqueza; no somos una región pobre, pues el nivel del PIB ha superado los niveles previos a la crisis, pero la recuperación no llega a las personas; se recuperan los niveles de producción, pero las condiciones laborales permanecen en la precariedad", afirma Castellanos.

Asegura la responsable autonómica de Empleo y Políticas Sociales en Comisiones Obreras que "no es suficiente" con subir las exportaciones o con atraer grandes  inversiones que no produzcan empleo de calidad, "es necesario que estos cambios se vinculen a la creación y el mantenimiento del empleo estable y de calidad, al tiempo que se gestionan de forma justa las transiciones hacia una economía más sostenible y con una presencia cada vez más fuerte de la tecnología, de manera que avancemos hacia nuevas formas de economía, pero sin que nadie se quede atrás", ha sentenciado Castellanos.

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