La mayor indemnización sanitaria al dejar tetrapléjica a una recién nacida no cierra el escándalo

  • Sigue abierto el caso que originó la condena millonaria que el Sescam tiene que pagar a los padres de Paula por un delito de lesiones e imprudencia profesional grave durante el parto, en el Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas.
  • La asociación 'El Defensor del Paciente' insta a la Fiscalía a iniciar una investigación de oficio al haber tenido noticia de varios episodios más en la localidad, en los que la matrona habría realizado mala praxis, causando daños a bebés y madres.

CIUDAD REAL.- La asociación 'El Defensor del Paciente' ha pedido a la Fiscalía de Ciudad Real que emprenda una investigación de oficio al Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Valdepeñas y sobre la presunta mala praxis de una matrona del centro, "a raíz de haber tenido conocimiento" de la existencia de negligencias que "podrían haber causado daños en bebes y madres".

La presidenta de la asociación, Carmen Flores, insta así al fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, Luis Huete, a iniciar esta investigación tras haber tenido conocimiento de presuntas malas prácticas en varios casos.

Una petición que se produce después de que esta misma semana el colectivo diera a conocer una sentencia por la que se condena al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) a indemnizar con 5,5 millones de euros a los padres de Paula, una niña que durante el parto sufrió daños que la dejaron tetrapléjica. Hechos que se produjeron en el Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas (Ciudad Real), en el año 2012.

Una sentencia en la que se condena al ginecólogo y a la matrona que asistieron el parto por un delito de "lesiones por imprudencia profesional grave".

Para ella piden la "inhabilitación" por este caso en el que ha sido condenada y desde la asociación consideran que sería necesario "conocer cuántas afectadas por la mala atención en el parto ha habido en los últimos años en este hospital y por esta matrona".

En su escrito, al que ha tenido acceso PeriódicoCLM, la asociación 'El Defensor del Paciente' señala que esta petición se realiza "en pro de que estos casos no sucedan" y que si suceden se proceda a "inhabilitar para el ejercicio de su profesión y se condene por los hechos".

Desde el colectivo entienden que para estas familias el dinero "es vital para la asistencia de los daños ocasionados", pero consideran que "debe haber algo más" y esto debiera ser la inhabilitación.

Lamentan así que estos casos se solventen "solo con dinero", al estar convencidos de que estas condenas "deberían ir acompañadas de inhabilitación, según la gravedad del daño ocasionado".

En este sentido, precisan que en este caso para el que se ha conseguido esta condena, la menor "tiene graves secuelas" que no solo pueden costarle "el sufrimiento continuado para ella y su familia", sino que también puede llevarle a la muerte.

La presidenta de 'El Defensor del Paciente' concluye este escrito a la Fiscalía recordando que la solicitud que plantean está fundamentada en la obligación que recoge el artículo 262 de la ley de Enjuiciamiento Criminal a quienes por su cargo, profesión u oficio tuvieran noticia de algún delito público, a denunciarlo inmediatamente al juez o al fiscal.

LOS DETALLES DE LA SENTENCIA MILLONARIA

Con esta decisión, el colectivo ha decidido no dar por cerrado el escándalo del Hospital de Valdepeñas por las malas praxis en el parto que dejaron a la recién nacida tetrapléjica y dieron lugar a la millonaria condena, "la mayor indemnización de la historia de las negligencias médicas en España por una serie de errores médicos".

Este miércoles salían a la luz los detalles de la sentencia en una comparecencia de Carmen Flores junto al abogado que ha llevado el caso, Francisco Javier Fernández-Bravo, y Ascensión, la madre de la niña afectada.

Explicaba entones el letrado que durante el proceso de alumbramiento los profesionales sanitarios no evitaron el sufrimiento fetal que sufrió la niña, al tener "un proceder absolutamente negligente" y no adoptar las medidas necesarias "encaminadas a solucionar la situación de pérdida de bienestar fetal, en orden a la finalización del parto y evitación de un sufrimiento fetal irreversible".

La actuación médica desencadenó que la recién nacida sufriera "un grave y severo daño neurológico" como consecuencia de la falta de oxígeno, causada por el descenso repetido y mantenido de la frecuencia cardíaca fetal.

Fernández-Bravo detallaba en este punto que cuando la mujer acudió al hospital por encontrarse de parto  lo hizo tras una gestación normal, después de haber pasado todos los controles previos con resultados normales.

Fue durante el control de la evolución del parto cuando la matrona decidió prescindir de una de las dos cinchas que se utilizan para la monitorización de la frecuencia cardíaca fetal y el control de la dinámica uterina del sistema Eco-Doppler, sistema que tiene por finalidad la detección de los signos precoces indicativos de una posible pérdida de bienestar fetal.

Esa decisión impidió que se controlase efectivamente la situación física del feto. "Tampoco se dio importancia a los 26 episodios de disminución de la frecuencia cardiaca del feto, a niveles de 80 e incluso 60 latidos por minuto que se marcan en el registro gráfico ni a las 9 anotaciones de bradicardia que quedaron impresas en dicha tira, esto es, descensos de la frecuencia cardiaca fetal, claras e inequívocas señales de alarma en la evolución de ese período de parto" y así se recoge en la sentencia, ha dicho el abogado.

La sentencia establece que pese a estas claras e inequívocas señales de alarma en la evolución, tanto el ginecólogo como la matrona, encargados del seguimiento y control del parto "y apartándose de la pericia que les era exigible en atención a sus conocimientos", tuvieron un proceder "absolutamente negligente", al no adoptar las medidas necesarias encaminadas a solucionar la situación de pérdida de bienestar fetal.

"ME DUELE VERLA ASÍ"

Después de la intervención del letrado para explicar la resolución judicial tomaba la palabra la madre de la menor, quien decidía explicar a los medios de comunicación, profundamente conmovida, que su hija sufre la pérdida total de autonomía para las actividades esenciales de la vida diaria como hablar, comer, moverse o respirar.

"Me duele verla así" aseguraba la progenitora, tras relatar los esfuerzos que está realizando la familia para que cuente con las mejores atenciones y servicios que para ella son básicos como la fisoterapia respiratoria.

Para concluir, comentó que la intención de la familia es que la niña pueda ser escolarizada y ha agradecido las numerosas muestras de solidaridad que ha recibido la familia a lo largo de estos años.

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