Tomelloso, nuevo termómetro social de la crisis sanitaria de Castilla-La Mancha

  • Una movilización ciudadana reúne a 4.500 personas para pedir al Gobierno regional la instalación de una UCI y el cumplimiento del Plan Funcional de su hospital.
  • La jornada ha estado marcada por episodios de tensión entre los convocantes, simpatizantes de la extrema derecha y la alcaldesa de la localidad.

CIUDAD REAL- Bajo la implacable acción del sol manchego, y situados en el aparcamiento del único cine de la localidad, miles de personas se preparaban en los asientos de sus vehículos a la espera del toque de salida, a las ocho de la tarde, en la que sería una de las jornadas más ruidosas de la ciudad de Tomelloso.

Convocados con tan solo dos días de antelación por parte de la Plataforma Pro Servicios de la Comarca de Tomelloso, los manifestantes se reunían para mostrar su apoyo a la implantación de una Unidad de Cuidados Intensivos en el Hospital General. Del mismo, otros tantos querían expresar su indignación ante el que consideran un trato desigual por parte de las administraciones regionales.

Los acontecimientos se precipitaron tras la votación la semana pasada en las Cortes de Castilla-La Mancha de una Proposición No de Ley en la que se pedía a la Junta de Comunidades la instalación de este servicio en la autoproclamada ‘Capital de La Mancha’. El voto en contra del Partido Socialista, que cuenta con una amplia mayoría absoluta en la cámara, prendió la mecha de los habitantes de la comarca.

Durante la tarde del sábado, cientos de automóviles interrumpieron la normal circulación de las principales arterias de la ciudad. La alta presencia de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado no impidió que los conductores causaran ciertos problemas en la fluidez del tráfico de las avenidas Juan Carlos I y Antonio Huertas, además de las calles Oriente, Estación y Socuéllamos. Los breves atascos se acompasaban con el sonido de las bocinas y las distintas proclamas en favor de la UCI y del Plan Funcional.

Mientras se esperaba a que concluyera el itinerario la totalidad de la multitud, en el hospital se cocían los preparativos que llevarían a la lectura del manifiesto redactado por la plataforma. Por un lado, los líderes convocantes, Pilar Bonillo y Joaquín Díaz Vallés se situaron en torno a la puerta principal del complejo sanitario. Por otro, el resto de los organizadores, ataviados con chalecos amarillos al más puro estilo francés, trataba de poner orden. Y a la entrada, la Guardia Civil.

Por sorprendente que pudiera parecer, los primeros cargos institucionales que recibieron a los miembros de la plataforma fueron los del Partido Socialista. Después de haber defendido durante una semana la línea de la Junta, el PSOE de Tomelloso decidió confirmar a última hora su asistencia a la concentración. El giro emprendido por Inmaculada Jiménez se da después de que la regidora difundiera un vídeo en sus redes justificando la implantación de una Unidad Polivalente en detrimento de la UCI.

La alcaldesa de la localidad ciudadrealeña asistió acompañada del Equipo de Gobierno local al completo, incluido el diputado regional Iván Rodrigo, que se ausentó de la votación debido a una baja por su reciente paternidad. En la charla informal que mantuvieron con los cabecillas del movimiento, se pudo escuchar el lamento de la tomellosera: “No pudo ser”, en referencia a al resultado en las Cortes.

Tras los socialdemócratas, llegaron los representantes del Partido Popular. Además del portavoz de los conservadores en Tomelloso, Javier Navarro Muelas, asistieron algunos militantes de Socuéllamos y Cinco Casas. No obstante, pese a que su formación había sido la impulsora de la PNL, el líder popular pasó bastante desapercibido en el curso de aquella tarde. 

Pilar Bonillo continuó un buen rato recibiendo al resto de personalidades. La presidenta de la nueva plataforma no es ajena al mundo de la política local. Antes de emprenderse en el activismo social, fue la candidata de Vox a la Alcaldía de Tomelloso en las últimas elecciones municipales. Bonillo, que consiguió dos ediles en 2019, acabó siendo desplazada al poco tiempo en un golpe interno promovido por su antigua compañera de filas, Ana María Valero.

La espera se hacía cada vez más larga. Una pequeña furgoneta blanca, engalonada con los mensajes de la Plataforma, intentaba amenizar el ambiente a través de una débil megafonía, cedida por la empresa local Soniles. Entre los sonidos de fondo, además del Resistiré tan recordado en la pandemia, se escuchan algunos lemas. El más contundente: “los políticos han hablado en las Cortes. Ahora hablará el pueblo en la calle”.

Los vehículos siguieron entrando al aparcamiento del hospital durante más de veinte minutos. Entre ellos, utilitarios corrientes, deportivos de alta gama, furgones de pequeños negocios y alguna motocicleta. Unos pocos tuvieron que quedarse en los exteriores ante el exceso de aforo.

El conjunto de los asistentes portaba pancartas en favor de la UCI, además de banderas locales y rojigualdas. Una enseña franquista dio origen a uno de los episodios más tensos de la velada. Al percatarse del hecho, el vicepresidente de la Plataforma, Joaquín Vallés, se acercó al grupo de militantes de Vox que acompañaban al ciudadano que portaba la bandera, para pedirle que la guardase. Inmediatamente, subió el tono de la discusión, teniendo que acudir la Guardia Civil; la cual prefirió ignorar la presencia del símbolo preconstitucional. Los más exaltados aplaudieron al nostálgico de la dictadura militar, con algún grito de “¡Viva España!”.

Tras el polémico suceso, Bonillo cogía el micrófono y daba comienzo a la lectura del manifiesto. La portavoz de la Plataforma inició su discurso agradeciendo al par de enfermeros que bajaron a mostrar su apoyo a la convocatoria. Después del aplauso al personal sanitario, presentó a la Junta Directiva del movimiento, desconocida hasta hace unas semanas.

Afirmó que se trataban de “personas normales”, vecinos sin ningún interés particular que se habían unido para reivindicar los intereses de la comarca, sin importar el color político de los gobernantes. Dicho esto, la antigua candidata de Vox mostró su “gran decepción” ante la negativa del Gobierno de Castilla-La Mancha de concederle la UCI al hospital, asegurando que “lo están dejando morir poco a poco”.

Del mismo modo, Pilar Bonillo reclamó para los habitantes de la comarca el cumplimiento “al cien por cien” del Plan Funcional del Hospital. “Reclamamos del Gobierno regional voluntad política y presupuestaria”, declaró la portavoz del movimiento ciudadano, para acto seguido pedir a la Administración regional que dejara de “discriminar” a los tomelloseros.

En cuanto a la hoja de ruta de la Plataforma, adelantó que esta no dejaría de salir a las calles. Al menos, hasta que el Gobierno de Emiliano García-Page rectifique en su agenda con Tomelloso y las poblaciones vecinas. Como advertencia final, avisó que la Plataforma irá “a donde haga falta”, incluso a Toledo.

Poco después, la presidenta dio paso a los agradecimientos a las distintas instituciones, empresas, partidos y asociaciones que apoyaron la convocatoria. Varios cargos públicos del PP, así como los militantes de la extrema derecha, alentaron una sonora pitada contra la alcaldesa de la localidad. Durante largos segundos, algunos exaltados abuchearon e insultaron a Inmaculada Jiménez. La dirigente, miembro del Comité Federal del PSOE, se dirigió también en persona a algunos ciudadanos que la increparon, con el objetivo aclarar su posición y calmar las aguas.

La crispación continuó horas después en las redes, con algún comentario subido de tono por parte del concejal José Márquez. A las pocas horas, la plataforma ha emitido un comunicado condenando los insultos y pitidos a la socialista.

Ya en el inicio de la noche, y con los asistentes abandonando el complejo hospitalario, la alcaldesa de Tomelloso se dirigió a los medios de comunicación para transmitir el mensaje del partido. Acompañada por Iván Rodrigo, y el primer edil de Argamasilla de Alba, Inmaculada Jiménez afirmó que los socialistas “han estado siempre del lado del Hospital de Tomelloso”.

La secretaria general de la agrupación local del PSOE criticó la posición de los populares, que en el pasado defendieron la privatización del centro hospitalario. En las declaraciones a la prensa, mostró su apoyo a la manifestación, no sin antes mostrar cierta disconformidad con el manifiesto.

Lo que sí negó fue que hubiera una “ruptura” o un “cambio de pareceres” con el gobierno autonómico. Y sobre el nuevo movimiento, explicó que este busca “colgarse la bandera de la sanidad cuando no cree en ella”, afirmando además que “lo único que quieren es derrotar a esta alcaldesa” y, si es posible, “llevarse por delante a Emiliano García-Page”.

Concluía así uno de los días más intensos en la vida política y social de Tomelloso. Según datos ofrecidos por la Guardia Civil a PeriódicoCLM, se calcula que en la movilización ciudadana se concentraron unos 2.500 automóviles, lo que equivaldría a aproximadamente a unas 4.500 personas. En el encuentro, no solo se ha visto el resurgimiento de Pilar Bonillo como figura pública del ámbito local. También ha servido para medir el clima social con respecto a la gestión sanitaria, en la que se ha sido la primera gran manifestación en Castilla-La Mancha desde fin del Estado de Alarma.

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