Árboles talados del parque natural Serranía de Cuenca en una imagen del 17 de enero de 2021. ARCHIVO

CUENCA.- La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Cuenca, María del Consuelo Romero, ha decretado el sobreseimiento provisional y archivo de la causa abierta por la tala masiva de árboles en la Serranía de Cuenca, al considerar que no se ha acreditado la comisión de un delito medioambiental. Auto contra el que se ha presentado un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial por parte de Ecologistas en Acción, al que se ha adherido parcialmente la Fiscalía, tal y como ha podido saber PeriódicoCLM en exclusiva.

Organización conservacionista que fue la que a finales del pasado mes de enero denunciaba ante la Delegación de Desarrollo Sostenible en Cuenca y ante el Seprona al considerar "abusiva" la tala de pinos que, desde noviembre, se estaba llevando a cabo en la Sierra de las Canales, concretamente en el paraje Cañada del Mostajo.

El colectivo ecologista señalaba entonces el alto valor ecológico de esta zona, enclavada en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, declarada además zona ZEPA, al ser área de dispersión del águila perdicera.

Consideraban los denunciantes que al tratarse de un monte público ordenado, certificado y además incluido en un espacio natural protegido, los aprovechamientos deberían ser autorizados "mediante un control estricto, en consonancia con los planes de ordenación" y previo señalamiento "uno a uno" de los árboles a cortar.

Algo que, precisaban entonces, la propia Delegación de Desarrollo Sostenible, encabezada por Rodrigo Molina, habría reconocido que no se había hecho, así como la inexistencia de un informe ambiental sobre los efectos de la acción, ni licencia de aprovechamiento, como exige la normativa forestal, "solo una adjudicación genérica del aprovechamiento", señalaban.

Denunciaban así que la tala se había realizado "de forma indiscriminada, con maquinaria pesada en vez de motosierra" y ocasionando "un daño enorme a la masa forestal".

Y aunque las pilas de troncos aparecían con precintos de los agentes medioambientales, lo que indicaba que las denuncias se habían incoado, las talas continuaron.

Agentes medioambientales que pusieron hasta cuatro denuncias administrativas y un recurso por esta tala, mientras que el colectivo ecologista denunció lo que consideraba un delito.

Destrozos provocados por la maquinaria pesada que taló en la Serranía de Cuenca. Imágenes del 24 de enero de 2021. ARCHIVO

Sin embargo para Ecologistas en Acción "lo peor" fue el daño ocasionado por el tránsito de la maquinaria, que habría destrozado varias hectáreas de prados de montaña, ecosistema de gran diversidad y protegido por la declaración del Parque Natural, mediante la ley 5/2007, por su plan de ordenación de recursos naturales (PORN) y por la Directiva Hábitats, ya que la zona afectada forma parte de áreas protegidas por legislación europea (Red Natura 2000).

Desde el colectivo también pusieron de manifiesto que la tala estaba provocando importantes afecciones al cauce y ribera del río Escabas, y que para ello no constaba la preceptiva autorización de la Confederación Hidrográfica del Tajo.

Hechos denunciados que, según el auto dictado por el juez el pasado 17 de marzo, no se ha podido constatar sean constitutivos de delito. En dicho auto se señala que las actuaciones de limpieza y tala de los árboles llevada a cabo en ese paraje, se canalizaron "siguiendo los criterios técnicos de la Delegación de la Consejería de Desarrollo Sostenible de Cuenca".

Por ello, no queda acreditada la comisión de delito medioambiental, aunque añade que, en caso de eventuales infracciones que se hayan podido producir, la vía más rápida para depurarlas sería la administrativa.

Esta tala de árboles se habría llevado a cabo para paliar los daños que causaron las nevadas en la primavera de 2018, las cuales dejaron árboles partidos, tronchados o secos, según apuntó en su momento la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible.

Ante esto, desde Ecologistas recuerdan que la empresa maderera que está talando, con sede en Mojados (Valladolid), ya fue denunciada hace más de 10 años por unos hechos similares en el Pinar del Estado de San Clemente. En ese momento -noviembre de 2010- el delegado responsable de medio ambiente era también Rodrigo Molina.

"Igual que en 2010 en San Clemente, se justificaron las talas por unas nevadas cuando, como en este caso, se cortaron multitud de árboles sanos", han sentenciado.