CIUDAD REAL.- La obligatoriedad del uso de la mascarilla en los espacios públicos de Castilla-La Mancha tiene ya fecha de caducidad. Al menos esta es la intención del Ejecutivo regional, desde el que se pretende que "antes de que acabe junio, o todo lo más en la primera parte de julio", se levante la medida.
Así lo ha señalado en el Ayuntamiento de Ciudad Real el jefe del Ejecutivo castellanomanchego, Emiliano García-Page, tras la firma de un convenio de colaboración en materia de infraestructuras viarias con la alcaldesa de la ciudad, Pilar Zamora.
Una intervención en la que García-Page ha señalado que en la reunión del Consejo Interterritorial de Sanidad de este miércoles se había acordado la creación de un grupo de trabajo específico "para tomar decisiones sobre las medidas que se mantendrán o se eliminarán de cara al verano", y aunque asegura que "como presidente no quiere ni mucho menos adelantar ni precipitar", ha considerado "muy probable" que ya a finales del mes que viene se pueda levantar la obligatoriedad del uso de mascarilla en los espacios públicos.
Y aunque cree que lo importante es "que lo que hagamos se haga en el conjunto de España", puesto que al final es "la imagen que ofrecemos, sobre todo de cara al turismo internacional", lo que asegura que no va a hacer Castilla-La Mancha es "salirnos de un patrón". Aboga así por un planteamiento "lo más nacional posible, que unifique, dé criterio y coherencia a las decisiones".
Un mensaje que Emiliano García-Page ha lanzado durante una nueva intervención pública sin mascarilla; un gesto que el presidente regional considera tiene también "un factor pedagógico" y que asegura tiene respaldo en la "nueva normativa".
Normas que en Castilla-La Mancha, tal y como se establece en el decreto 55/2021, de 8 de mayo, sobre medidas de prevención y control necesarias para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, en función del cual se fijaban las reglas tras finalizar el estado de alarma, mantienen la obligatoriedad del uso de la mascarilla con carácter general.
En este sentido, cabe recordar, que el artículo 6 de dicho decreto establece que a partir de los 6 años, será obligatorio el uso de mascarilla "en las vías públicas, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, aunque pueda garantizarse la distancia de seguridad interpersonal de, al menos, un metro y medio".
Artículo que también recoge cuatro excepciones, en las que no será exigible el uso de mascarilla: al practicar deporte individual al aire libre o realizar actividades de carácter no deportivo que supongan un esfuerzo físico, al aire libre y de forma individual; en los supuestos de fuerza mayor en los que el uso de la mascarilla resulte incompatible; en las piscinas durante el baño, y para aquellas personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla.
Cabe señalar que un punto de inflexión en el uso de la mascarilla en las intervenciones públicas de García-Page lo marcaba su viaje a Roma y el encuentro con el papa Francisco, durante el cual ya se pudo ver, en las imágenes difundidas por Vatican Media, a toda la comitiva participante en la recepción sin este elemento de protección.
Así, desde su regreso a España, un par de días después, acudía a la localidad turolense de Albarracín para participar en una cumbre a tres bandas junto a los presidentes de Aragón y Castilla y León. Un acto que tenía lugar al aire libre y en el que los tres responsables autonómicos se quitaron la mascarilla durante las intervenciones.
Un gesto que Emiliano García-Page viene repitiendo desde entonces en los actos en los que participa, ya sean al aire libre o en espacios cerrados, en los que al tomar la palabra se quita la mascarilla, instando a seguirle al resto de participantes al acercarse al atril.
SE VACUNA LA SEMANA QUE VIENE
Al margen de este gesto de quitarse la mascarilla convertido ya en habitual en sus intervenciones, García-Page ha anunciado que a mediados de la próxima semana será vacunado.
Anuncio que realizaba tras considerar "inaudito" que desde la oposición "se critique al presidente por no haber sido el primero en vacunarse".
Así, ha recalcado que se va a vacunar cuando le ha tocado, respetando el orden "establecido y pactado entre todos".
Para García-Page es bueno "que vayamos dando ejemplo, poniendo de manifiesto lo que hay que hacer y, de alguna manera, infundir entre todos confianza".
Pero además de dar ejemplo, también ha considerado necesario tener "una cierta actitud moral", por lo que ha criticado a quienes en su día aplaudieron a los profesionales de la sanidad desde los balcones y "a la primera de cambio, no les hace ni caso intentando buscar rendimiento político". Algo que ha calificado como "una obscenidad".
