El Hospitalito del Rey, una reivindicación histórica olvidada durante años y ahora convertida en ariete político

Desde su cierre en octubre de 2005 con la excusa de unas obras de rehabilitación, la residencia de mayores no volvió a abrir sus puertas, a pesar de los 9 millones invertidos y las recurrentes reclamaciones vecinales.
Concentración para pedir la apertura del Hospitalito del Rey como residencia de mayores. Foto: Izquierda Unida
photo_camera Concentración para pedir la apertura del Hospitalito del Rey como residencia de mayores. Foto: Izquierda Unida

TOLEDO.- Un nuevo frente de combate se ha abierto entre el Gobierno regional y el Ayuntamiento de Toledo, con una infraestructura sociosanitaria de por medio. El Hospital del Rey (Hospitalito del Rey para los toledanos) se ha convertido en el ojo del huracán de esta polémica, en la que se están volviendo a poner de manifiesto los desencuentros entre ambas administraciones y, especialmente, entre quienes están al frente de ellas.

El motivo no es otro que una residencia de mayores ubicada en el casco histórico Toledo, que cerraba sus puertas temporalmente en octubre de 2005 para someterse a unas obras de rehabilitación y remodelación, pero desde entonces no las ha vuelto a abrir.

Un cierre que entonces supuso un vuelco para sus usuarios, quienes fueron 'repartidos' por otros centros de la ciudad y localidades del entorno, perdiendo así el punto de referencia que suponía el casco histórico; pero también para sus trabajadores, que llegaron a amenazar con encerrarse en el edificio si les trasladaban fuera de la ciudad.

Pero su cierre suponía también que el casco histórico de Toledo, donde la población mayor de 65 años superaba entonces el 20 por ciento, se quedaba sin residencia de mayores pública. Lo hacía apenas cinco meses después de que se hubiera cerrado -por recomendación técnica- el centro que tenía la Diputación Provincial en el barrio de la Judería, la residencia de mayores San Juan de Dios (infraestructura para la que también hubo promesa de reapertura con ese mismo uso, redacción de proyectos y años de espera sin resultado).

En el Hospitalito del Rey sí se acometieron las obras, las cuales costaron más de 8 millones de euros, a los que después se sumaron otros 900.000 euros en equipamiento, y que terminaron allá por 2010.

Los recortes hicieron que la siguiente legislatura, con la llegada del PP de María Dolores de Cospedal a la Junta, también transcurriera "en blanco" para este histórico edificio, comenzado a construir a finales del siglo XVI a tan solo unos pasos de la Catedral Primada, y para el que incluso el Consistorio capitalino (presidido entonces por Emiliano García-Page) llegaba a conceder la licencia de apertura como residencia. Sin embargo, ni el servicio residencial para mayores dotado con 66 plazas ni el de estancias diurnas para el que se preveían otras 40, llegaron a ver la luz.

Situación que tampoco cambió con la vuelta del PSOE al Gobierno regional en 2015, con García-Page en la Presidencia y el apoyo condicionado de Podemos durante un tiempo, y aunque hubo intentos de incluirlo en los presupuestos vía enmienda y presiones de distinto tipo, tampoco llegó a cuajar.

Más de diez años con la obra lista y equipada, a la espera en un limbo que no han conseguido alterar siquiera las peticiones y movilizaciones llevadas a cabo por distintos colectivos, reunidos desde hace años en la Plataforma 'Hospitalito Ya!'.

Una 'deuda' social sobre la que se han ido dejando pasar los años y las oportunidades, hasta que en el último Debate sobre el Estado de la Región, celebrado el 7 de octubre de 2020, el presidente regional anunciaba la puesta en marcha del Hospitalito del Rey por parte de la Fundación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha.

Se señalaba así entonces cuál era el nuevo rumbo previsto para esta infraestructura, al ser la misión de esta Fundación según sus fines fundacionales "la prevención, la rehabilitación y el apoyo social y laboral de las personas que padecen trastornos mentales u otras enfermedades de larga evolución y/o en riesgo de exclusión social". Una apertura que se apuntaba ya no sería como residencia de mayores, sino como centro residencial para personas con problemas de salud mental.

"Siempre he dicho, y la alcaldesa de Toledo lo va a entender, que primero el hospital y luego el hospitalito", señalaba en aquel primer Debate de esta legislatura García-Page dirigiéndose a Milagros Tolón, antes de anunciar que los trabajos que permitirían su puesta en funcionamiento comenzarían en este 2021. Una apertura que permitiría "acabar con la descentralización y el desaprovechamiento" de algunos servicios especializados.

Anuncio que en el fragor de la pandemia quizás pudiera haber pasado desapercibido, pero que ahora se ha avivado ya a hechos consumados -o casi-, después de que la infraestructura ya se haya adscrito a Sanidad y que se hayan sacado a licitación las obras de reforma y adecuación del Hospital del Rey por más de 567.000 euros. Licitación que llega, como anticipó, con el nuevo Hospital Universitario de Toledo con la mudanza ya muy avanzada y a punto de recibir a los primeros pacientes en planta.

Un proyecto básico fechado en mayo de 2021, realizado por AMA-Estudio de Arquitectura S.L.P, en el que además de un pormenorizado estudio del estado del edificio tras años en desuso, se detallan los trabajos a llevar a cabo, entre los que se encuentran la redistribución de espacios y diversas reparaciones, para dar como resultado una residencia comunitaria con 40 habitaciones, 20 de ellas individuales, para un total de 60 usuarios.

Si bien es cierto que desde el Ayuntamiento en el mes de abril, y a propuesta de Ciudadanos, se aprobaba una moción reclamando a la Junta la reapertura inmediata del Hospitalito, no ha sido hasta dos meses después, cuando se ha empezado a mover ficha.

Así, era el pasado 16 de junio, cuando desde el Ejecutivo se anunciaba el acuerdo adoptado el día antes por el Consejo de Gobierno autorizando un gasto de más de 620.000 euros para estas obras, el momento en el que volvía a agitarse la polémica.

Tras un primer impasse marcado por el silencio por parte del Gobierno municipal -durante el cual desde la Plataforma 'Hospitalito Ya!' se organizó la enésima concentración a las puertas de este edificio, una recogida de firmas y se pedía al Ayuntamiento "unidad" para exigir su apertura como centro de mayores- la alcaldesa Milagros Tolón decidía dar un paso al frente y volver a reclamar la apertura de este recurso asistencial.

Lo hacía tras un Debate sobre el Estado del Municipio en el que se llegaban a aprobar por unanimidad tres mociones (presentadas por el PSOE, PP y IU-Podemos) instando a la Junta a la apertura de esta infraestructura como centro para personas mayores.

Era el pasado 7 de julio, cuando Tolón se desmarcaba de nuevo de la línea marcada por sus compañeros de partido en la Junta, y se ofrecía a buscar otro edificio en el casco histórico para ese centro de referencia de salud mental.

Lo hacía poco después de que la portavoz regional, Blanca Fernández, defendiera en rueda de prensa la decisión tomada por el Ejecutivo, al considerar que la infraestructura debe responder a "necesidades reales" y asegurar que Toledo cuenta con plazas suficientes en centros de mayores que aún se pueden ocupar, por lo que abrir el Hospitalito del Rey como centro de mayores "no es una necesidad".

Un nuevo tira y afloja al que se sumaba un par de días después el presidente García-Page, quien volvía a echar mano de las comparaciones entre alcaldes y alcaldesas para mandar un mensaje a quien le sucedió en la Alcaldía de Toledo, Milagros Tolón, aunque sin citarla -como ya se ha convertido en habitual- de forma expresa.

De este modo, y volviendo a tomar como punto de referencia a la alcaldesa de Puertollano, Isabel Rodríguez, -con la que compartía acto en la localidad ciudadrealeña y que al día siguiente era nombrada ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno de Sánchez -, García-Page quiso agradecerle que no solo se planteara "que venga aquí la Junta o la Diputación a hacerte todo", sino que tuviera ya "los proyectos claros" y además de participar y contribuir, haga.

Frente a ello, "hay alcaldes y alcaldesas que piensan que todo se lo tiene que hacer Page, y no es así", sentenciaba.

Punto en el que el presidente regional aprovechaba para hacer referencia a la reciente orden de Bienestar Social relativa a ayudas para plazas en centros de día de personas mayores e invitaba a los alcaldes y alcaldesas a que "se atrevan, como han hecho muchos ya, y con su dinero, el dinero de los ciudadanos, a tener centros de día, incluso en los cascos históricos".

Recado dado, García-Page continuaba asegurando que la Junta se compromete a "ayudar económicamente y a financiar, mediante acuerdo, las plazas, como estamos haciendo en muchos sitios".

Y es que, concluía, "lo importante es asumir la responsabilidad", puesto que "lo que pase de bueno y de malo lo compartimos lo que estamos al frente de las instituciones".

En este enfrentamiento abierto, con directas e indirectas, también hay quien plantea ya alternativas, como el diputado provincial de Ciudadanos, Julio Comendador, quien propone a Page la antigua residencia San Juan de Dios -propiedad de la Diputación, también gobernada por el PSOE- como destino del centro de salud mental en lugar del Hospitalito del Rey.

La polémica está servida y mientras tanto hasta el próximo 20 de julio sigue abierto el plazo para la presentación de ofertas para hacerse con el contrato de las obras de reforma y adecuación.

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