Teresa Ribera considera una "barbaridad" no haber tenido en cuenta el caudal ecológico del Tajo en la gestión del trasvase

En una entrevista, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica ha defendido los cambios en la normativa de la explotación hídrica y ha subrayado la necesidad de reforzar el uso de las desalinizadoras en el Levante.
La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera durante su entrevista. Foto: JUAN CARLOS HIDALGO / EFE
photo_camera La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera durante su entrevista. Foto: JUAN CARLOS HIDALGO / EFE

TOLEDO.- La vicepresidenta tercera del Gobierno central y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, considera "una barbaridad" que hasta ahora no se hayan tenido en cuenta el agua de cabecera y la de la cuenca cedente y los caudales ecológicos en la planificación hidrológica.

En una entrevista, indica que con los embalses al 44 por ciento y las proyecciones climáticas que apuntan "a una variabilidad de lluvias muy distinta", es necesario prepararse, pues "vamos a situaciones en la que ya es muy difícil hablar de promedio con respecto a la lluvia o disponibilidad de agua y mucho más frecuente hablar de términos extremos".

"Es decir, periodos más prolongados de sequía seguidos de lluvias torrenciales, que a lo mejor nos dan valores medios anuales parecidos a los anteriores, pero sin embargo la distribución es nefasta desde el punto de vista de la capacidad de gestión ordenada de nuestros recursos", aclara.

"Tenemos que estar preparados para eventos extremos de falta de agua y para eventos extremos de inundación (...) y ser muy cautelosos en el mapa de zonas en riesgo" e inundables "de esos espacios ocupados, que no deberían de haber estado ocupados nunca, pero lo están" y es en lo que se trabaja en el nuevo ciclo de planificación, añade.

Por eso, cuando se plantean cuestiones como el futuro del trasvase Tajo-Segura, recuerda que es "una infraestructura que sirve para muchas cosas, para los regantes del sureste; para garantizar el abastecimiento del agua en localidades de esta zona donde en un determinado momento pueden tener una necesidad que no puede ser cubierta por el agua de proximidad y, al mismo tiempo determinar cuál es el uso más racional y el más seguro para interiorizar niveles razonables de consumo de agua en todo el territorio nacional".

"Esto significa que hay que pensar en el agua de cabecera, en el agua de la cuenca cedente y en los caudales ecológicos, cosa que hasta ahora no se había hecho y hay sentencias que nos condenan por no haber fijado un caudal ecológico en el Tajo, es una barbaridad, y ahora está propuesto en el plan hidrológico", agrega.

En paralelo, "hay una capacidad de mejor gestión de los volúmenes trasvasados, que ha supuesto un cambio en las reglas del trasvase ya aprobado y respaldado por la cuenca cedente y la beneficiada y es importante que en el sureste se refuercen los mecanismos de abastecimiento de proximidad con una mejor conexión entre desalinizadoras, depuradoras y núcleos donde se produce el consumo de agua", ha señalado Ribera, quien ha insistido en el esfuerzo en "el máximo consenso y seguridad para todos", asumiendo que el agua no es un recurso infinito.

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