Los belenes cobran vida con cientos de castellanomanchegos como protagonistas

REPORTAJE | Los vecinos de Navamorcuende, en la provincia de Toledo; de Galápagos, en Guadalajara y de varios municipios de Ciudad Real, recuperan la ilusión tras el parón por la pandemia, ofreciendo un plan turístico especial en estas fiestas.
Belén viviente de Galápagos (Guadalajara), declarado de Interés Turístico Regional.
photo_camera Belén viviente de Galápagos (Guadalajara), declarado de Interés Turístico Regional.

TOLEDO.- Por unas horas y durante algunos días de la Navidad, los vecinos de Navamorcuende, en la provincia de Toledo; los de Galápagos, en Guadalajara; o los de Moral de Calatrava, Miguelturra y Daimiel, en la provincia de Ciudad Real, dan vida a la virgen María, san José y el Niño Jesús en el portal de Belén o a las tres Reyes Magos en los tradicionales belenes vivientes que recobran vida tras un año en el que no pudieron llevarse a cabo a causa de la pandemia de la covid-19.

Los belenes vivientes se han convertido, desde hace años, en iniciativas que suponen el encuentro popular, la participación de los vecinos de los municipios en los que se llevan a cabo y un reclamo perfecto para atraer a turistas y visitantes durante estas fechas festivas.

En Castilla-La Mancha hay varias localidades que recrean las escenas bíblicas de la Natividad, que llenan sus rincones de portales y oficios artesanales de la época a los que dan vida sus propios vecinos que, ataviados con ropas que recuerdan otros tiempos, hacen las delicias de sus convecinos y visitantes que no quieren perder la oportunidad de pasear por las distintas escenas y disfrutar de un trabajo que requiere tiempo, preparación y mucho esfuerzo.

No todos los belenes vivientes de la región que tuvieron que suspender su celebración en 2020 por la situación de crisis sanitaria han retomado esta actividad en su programa navideño de este año, si bien sí hay algunos municipios que lo han hecho.

Una de estas localidades es la toledana Navamorcuende, que los días 18 y 25 de diciembre de 2021 y el 1 de enero de 2022 abrirá las puertas, de 19:00 a 20:00 horas, de un poblado hebreo a los pies de la iglesia de Santa María de la Nava al que dan vida más de doscientos vecinos caracterizados como estos personajes históricos que estarán en las casas y puestos artesanos de decenas de oficios de esa época.

La Asociación Cultural Belenista de Navamorcuende, con la colaboración de otros colectivos y establecimientos del municipio, ha organizado en los últimos meses el belén viviente, con 16 años de historia, del que desde los más pequeños hasta los más mayores del pueblo quieren formar parte.

Los visitantes podrán disfrutar en este belén viviente de la escena del nacimiento de Jesús y más de una cuarentena de oficios tradicionales, un molino de agua y de viento o, entre otras cosas, un arroyo con lavanderas.

No obstante, tendrán que cumplir el protocolo establecido con motivo de la pandemia que consiste en llevar mascarilla durante la visita -limitada a grupos entre 15 y 20 personas con preferencia para que los núcleos familiares puedan ir juntos-, usar el gel hidroalcohólico y respetar en todo momento la distancia de seguridad entre los visitantes y con los participantes en el belén.

Por otro lado, con la aspiración de ser declarado de Interés Turístico Regional, el belén viviente de Galápagos celebra este año su XIV edición, ha sido inaugurado el sábado 11 de diciembre y cuenta con la participación de más de un centenar de personas de todas las edades que no ha querido faltar a esta cita que también tuvo que ser suspendida el año anterior.

Este belén recrea 15 escenas sobre la vida de los ciudadanos de Palestina, las relacionadas con pasajes de la Biblia sobre el nacimiento de Jesús, desde la Anunciación, la visita de la virgen María a su prima Isabel, la llegada al portal de Belén, hasta la adoración de los Reyes Magos; pero también otras recreaciones de actividades cotidianas como las de lavanderas, el mercado, la herrería o puestos de castañas asadas.

Los escenarios son lugares y parajes de Galápagos como los patios del Palacio de este municipio y otros rincones que ofrecen los vecinos, que también se involucran en la elaboración del vestuario, así como una gruta natural donde toman vida la virgen, san José, el Niño y los Reyes Magos, rodeados de pastores.

En la provincia de Ciudad Real, son varias las propuestas de belén viviente que vuelven en la Navidad de 2021 como la de Moral de Calatrava, que el 26 de diciembre será de nuevo el plan dominical para miles de familias después del encuentro familiar en Nochebuena y Navidad.

De hecho, en su última edición este belén congregó a 8.000 personas que, como visitantes, se unieron a los cientos de vecinos de Moral de Calatrava que protagonizan las escenas.

También en Miguelturra el belén viviente vuelve en 2021, el mismo domingo después de Navidad (26 de diciembre) desde las 17:30 hasta las 20:30 horas, de la mano de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Piedad para celebrar su sexta edición en los alrededores de la parroquia en la plaza de la Constitución y con la participación de unos 70 figurantes.

Y Daimiel, en la misma provincia, da vida a su belén los días 18, 24, 25 y 31 de diciembre de 2021 y 1 y 5 de enero de 2022 gracias al trabajo realizado por el grupo "Pastores de Belén"; mientras que en la capital ciudadrealeña también está previsto en su programación de Navidad un belén viviente el 23 de diciembre en la plaza Puerta de Toledo de 12:00 a 14:00 horas organizado por una asociación vecinal.

Navamorcuende, Galápagos y varias localidades ciudadrealeñas han recuperado así esta tradición, pero sin embargo hay otros belenes vivientes en la región que, por el momento y por prudencia ante la crisis sanitaria, no se celebrarán este año y confían en poder volver en las navidades siguientes.

Es el caso del Vega del Codorno, en Cuenca, cuyo belén viviente tiene más de medio siglo de historia y es de Interés Turístico Regional, que no obstante ha decidido suspender de nuevo esta iniciativa por la pandemia, aunque la Asociación Belén Vega del Codorno había comenzado con los preparativos.

Con todo, con el ánimo de mantener viva la tradición de alguna manera, los participantes en el belén vestirán sus ropas el fin de semana previo a la Nochebuena y subirán a una cueva que habitualmente es escenario para tomar una fotografía conjunta para el recuerdo.

Tampoco está prevista la realización de otro belén viviente, declarado de Interés Turístico Provincial, como es el de Uceda, en la provincia de Guadalajara, que desde el año 2006 ha ido aumentando el número de escenas representadas, de manera que ha pasado de cuatro iniciales a hasta 15.

Uceda atrae con esta propuesta a cientos de visitantes que, en anteriores ediciones, han podido disfrutar del trabajo de los actores del pueblo que rememoran oficios como los de pescadores, labradores, hilanderas, alfareros, carpinteros, lavanderas, escribientes y participan en escenas que recuerdan a las antiguas posadas, los mercados o las tabernas.

La pandemia sigue marcando la celebración de estos belenes que solo algunas localidades se han atrevido a recuperar este año, mientras que otros esperarán a que la situación mejore en la próxima Navidad, pero mantienen viva la ilusión por ofrecer un plan diferente a los ciudadanos para que organicen su visita a estos pueblos y vivan estas fechas con gente 'de carne y hueso' que ofrecen un viaje en el tiempo para celebrar la Natividad de una forma especial.

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