Calle Miguel de Cervantes, en Gálvez (Toledo), donde se produjo el asesinato y la agresión machista.— GOOGLE MAPS

TOLEDO.- El asesino detenido este lunes por matar al novio de su expareja después de apuñalarla en la localidad de Gálvez, en la provincia de Toledo, ya había estado en la cárcel por maltratar a la víctima cuando era su compañera sentimental.

Concretamente, el presunto autor contaba con numerosos antecedentes por violencia de género, y salió de prisión entre finales de agosto e inicios de septiembre de este año, según ha desvelado la portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández.

La también consejera de Igualdad ha explicado que la mujer había rechazado tener un sistema de protección ante la salida de su agresor, que quebrantó una orden de alejamiento que tenía en vigor para cometer el delito.

Fernández ha confirmado que la mujer, que se encontraba en el Hospital Universitario de Toledo bajo pronóstico reservado, ha recibido el alta médica tras ser intervenida de varias puñaladas.

Por otro lado, ha confirmado que la mujer agredida y el hombre fallecido tienen una hija menor en común, para la cual ya se han dado instrucciones de atención por parte de los equipos médicos.

La menor, que habría sido testigo de la agresión, se encuentra en estos momentos a cargo de un familiar, sin que los servicios sociales de la Junta de Comunidades hayan tenido que intervenir.

Al igual que el delegado del Gobierno, Francisco Tierraseca, Fernández ha condenado "rotundamente" este nuevo caso de violencia machista y ha comentado que "hay que seguir peleando por las políticas que no dejan en un segundo plano ni la violencia machista ni la igualdad, ya que la igualdad real es la única que puede acabar con el machismo que se ejerce desde una posición de poder".