Utilizaban armas de fuego robadas para cometer nuevos delitos: desarticulado en Toledo un peligroso grupo

Los detenidos son seis varones, con edades comprendidas entre los 14 y los 26 años, a los que se atribuyen más de una veintena de delitos.

TOLEDO.- La Guardia Civil ha conseguido desarticular un peligroso grupo criminal que operaba en la provincia de Toledo, al que se atribuyen más de una veintena de delitos, entre ellos robo en interior de vivienda, robo y hurto de uso de vehículo, atentado a la autoridad, lesiones y amenazas, obstrucción a la justicia, quebrantamiento de condena y conducir sin carné.

En el marco de la operación 'Manidu' se ha detenido así a las seis personas que formaban parte de este grupo delictivo muy violento y peligroso, que se servía de armas de fuego robadas para cometer nuevos delitos.

Las investigaciones daban comienzo tras el robo cometido en una vivienda de la localidad toledana de Camarena, donde fueron sustraídas cuatro armas largas de fuego, munición así como dinero en efectivo.

El equipo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo, junto al equipo de Investigación de la Guardia Civil de Valmojado ponía en marcha las indagaciones rápidamente, al empezar a sucederse robos en interior de vivienda en los que se utilizaban armas largas de fuego para intimidar a los moradores, pudiendo ser estas las sustraídas en Camarena.

Así, los primeros pasos llevaron al os agentes a la identificación de cuatro varones, afincados en la comarca de Torrijos. Entre ellos llamaba la atención la presencia de un menor, que entonces tenía 14 años, y que se había fugado de un centro de menores en el que cumplía condena por numerosos delitos; mientras que otro de los miembros del grupo había salido recientemente de prisión.

De este modo, el pasado 7 de junio se ponía en marcha un operativo para poder detener al menor de edad. Cuando el agente ya le tenía detenido, un amigo del menor golpeó por sorpresa al agente en la cabeza con una vara de grandes dimensiones, provocándole una conmoción. Momento que fue aprovechado por el menor y sus amigos para huir del lugar.

El agente tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital, donde quedó ingresado tras recibir doce puntos de sutura.

Esa misma noche los agentes desplegaban un dispositivo para detener al agresor, mientras que continuaban las investigaciones, consiguiendo identificar a la persona que se buscaba, la cual era muy violenta y peligrosa, podría estar armada y se habría ocultado en el domicilio de su padre en la provincia de Alicante.

Respecto al menor, se conseguía localizarle en la localidad de Carpio de Tajo, donde habría generado un clima de inseguridad entre los vecinos. Según informó la Guardia Civil hace unas semanas, el 28 de junio se procedía a la entrada en el domicilio en el que se encontraba el menor, contando para este operativo con el apoyo del Área de Investigación de la Guardia Civil de Torrijos, procediendo a su detención.

Cuatro días después se lograba entrar en el domicilio en el que se escondía el autor de la brutal agresión al guardia civil, en la localidad alicantina de Almoradí, que junto a la detención de los últimos cuatro integrantes de la banda dio por explotada la operación Manidu.

De este modo la operación finalmente se salda con la detención de seis varones, con edades comprendidas entre los 14 y los 26 años, tres de ellos españoles, dos rumanos y un sexto marroquí -nacionalizado español, precisa la Guardia Civil-, por más de una veintena de delitos.

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