GUADALAJARA.- Cadáveres flotando de veinticinco grullas y un zorro, estas son las impactantes imágenes que se han grabado en una balsa de agua de recarga para medios aéreos y terrestres de extinción de incendios de la provincia de Guadalajara, concretamente en la localidad de Traíd.
Se trata de una infraestructura con capacidad para cinco millones de litros que se habría construido en el año 2012, tras el importante incendio declarado en dicho término municipal dos años antes y en cuya extinción fue esencial la proximidad al lugar de una de estas balsas.
Un hallazgo que se producía este jueves -5 de enero- por un particular, que rápidamente llegaba a varios colectivos ecologistas, desde los que piden que se esclarezca lo sucedido con estos ejemplares de grulla común, una especie protegida, y se adopten las medidas necesarias para que no vuelva a ocurrir.
Algo importante en una zona como esta, de paso obligado para aves migratorias como las grullas, que tras reproducirse en el norte de Europa, se desplazan a la Península para pasar el invierno. Ruta en la que tienen como lugar de descanso la cercana laguna de Gallocanta, en la provincia de Teruel, donde bien pasan la noche para después dirigirse, a través de Guadalajara, a zonas inundadas de Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía; o bien invernan en este humedal, saliendo hacia comederos cercanos un par de veces al día.
Zonas húmedas en las que estas aves se sienten "más seguras que en tierra firme", a salvo de sus predadores, aunque en esta ocasión han encontrado la muerte en una de ellas.
Así lo ha explicado a PeriódicoCLM uno de los miembros del grupo Dalma Grullas, Juan José Calvo, quien apunta que el colectivo se inclina por el ahogamiento como causa más probable de las muertes, aunque deberá confirmarlo la necropsia, ya que también podría tratarse de envenenamiento.
A falta de conocer si los cadáveres han sido ya retirados y se ha realizado esa necropsia, explicaban que "es posible que el bando pasara allí la noche", explica Calvo, y que al intentar salir, al estar cubiertos los laterales de la balsa con material plástico "no pudieran salir", algo más complicado aún "si estaban cubiertas y con el plumaje mojado".
El zorro, una de las especies predadoras de las grullas, podría haber tratado de depredar sobre ellas, bien porque hubiera algún ejemplar ya muerto o "aprovechando las circunstancias", aunque se habría encontrado con los mismos problemas que las aves para poder salir de la balsa.
Algo que, sin embargo, no se podrá aclarar hasta que se llevan a cabo las pruebas oportunas y se concrete lo sucedido. Entonces, apunta, será el momento de tomar decisiones al respecto.
Para ello el primer paso es que las autoridades, ya sea el Seprona de la Guardia Civil o agentes medioambientales, hayan procedido a la retirada de los ejemplares y levantado acta de lo sucedido, puesto que "cuanto más tiempo pasa más deteriorados estarán y será más complicado"; para después trasladar los cuerpos a un centro en el que se practique la necropsia y determinar así las causas de estas muertes.
Una vez conocidas las causas, será el momento de informar sobre las mismas, y estudiar qué se puede hacer para evitar situaciones similares. "Si se determina que la muerte es por ahogamiento, habrá que buscar fórmulas para evitar este peligro y que no se vuelva a repetir", explican desde Dalma Grullas.
Tal y como ha podido saber PeriódicoCLM los cuerpos de los animales, más de una veintena de grullas, dos zorros y dos zorzales eran retirados de la balsa este sábado. Ejemplares de los cuales se habrían llevado para analizar una grulla y un zorro.
Respecto a la balsa, de manera provisional se habria tapado el sobradero, con el objetivo de que se llene y, al menos un lateral, esté a ras de suelo y no exista ese talud de plástico.
En este sentido Calvo subraya cómo son numerosas las infraestructuras que ponen en riesgo a los animales, como por ejemplo el diseño de las pilastras de los grandes viaductos, en las que quedan atrapadas aves de presa como el halcón; algunos tipos de señalización que encontramos en las carreteras, utilizadas por algunas aves para criar y de las que luego las crías no pueden salir, debido al reborde con el que están rematadas; o el propio canal del trasvase Tajo-Segura, al que "con relativa frecuencia" caen corzos y otros animales.
Respecto a este caso concreto, Calvo recuerda que la provincia de Guadalajara se encuentra en plena ruta migratoria, no solo de grullas, sino también de otras aves como milanos o cigüeñas, siendo una de sus características -subraya- "pero no está puesta en valor". De ahí que sería importante buscar una solución para evitar el peligro que suponen este, y otros tipos de infraestructuras, para la fauna silvestre.
