TOLEDO.- La comisión permanente del Consejo de Estado ha aprobado por unanimidad el dictamen al proyecto de Real Decreto por el que se aprueba la revisión de los planes hidrológicos de las demarcaciones hidrográficas, incluido el del Tajo, que incorpora por primera vez caudales mínimos para el río y supone un tijeretazo a los volúmenes trasvasables hacia el Segura.
Un planteamiento que ha generado en las últimas semanas nuevos enfrentamientos a costa del agua, así como a una manifestación en Madrid por parte de los regantes levantinos exigiendo marcha atrás en el recorte al trasvase Tajo-Segura que supondrá el establecimiento de caudales ecológicos mínimos, y que consideran "sectario" y "caprichoso".
Caudales que, sin embargo, venían avalados por varias sentencias del Tribunal Supremo, así como por las directivas europeas, tal y como se ha recordado sin descanso por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha, desde el que también se pedía comparecer ante el Consejo de Estado para exponer sus cinco argumentos por lo que la decisión no podía ser otra que la de establecer estos mínimos legales, entre ellos la necesidad de dar prioridad a la cuenca cedente.
Criterios que sin embargo han chocado con los defendidos desde Murcia, la Comunidad Valenciana y Andalucía, desde donde se ha reclamado su supresión del proyecto al rechazar el recorte que su establecimiento supondrá para las derivaciones de agua desde la cabecera del Tajo hacia el Levante.
Una propuesta que el Ejecutivo central remitía al Consejo de Estado para su dictamen, solicitando un procedimiento de urgencia, con el fin de recibirlo antes del 20 de enero. Trámite que recaía en la sección octava del órgano consultivo, presidida por el consejero permanente Enrique Alonso García.
Atendiendo así a los plazos solicitados, este informe, que no es vinculante, será remitido este mismo jueves al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, incorporando al mismo los comentarios realizados por los consejeros, los cuales serán estudiados para su incorporación o no al proyecto de Real Decreto por parte del departamento que dirige Teresa Ribera.
De este modo, una vez modificado el texto, los planes de cuenca para el tercer ciclo de planificación 2022-2027 serán elevados al Consejo de Ministros para su aprobación definitiva y posterior envío a la Comisión Europea, algo que se debería haber hecho antes de que terminara el 2022.
