CIUDAD REAL.- Condena unánime a la agresión sufrida este jueves por un maestro del CEIP Virgen de la Sierra de Villarrubia de los Ojos, que habría sido atacado por familiares de una alumna.
Los hechos habrían tenido lugar a las puertas del centro, durante la hora del recreo, cuando uno de los familiares agarró al docente, sujetándole, mientras otro le agredía, tal y como ha denunciado el sindicato CSIF.
Hechos que han condenado, al igual que la Junta de Personal Docente de Centros Públicos no Universitarios de la provincia de Ciudad Real, desde la que subrayan cómo el docente fue agredido en presencia del alumnado.
Tras la agresión, el docente precisó de asistencia sanitaria en el centro de salud de la localidad y posteriormente fue trasladado al Hospital General Universitario de Ciudad Real.
Una agresión que califican de "intolerable e injustificable", al tiempo que han trasladado su apoyo tanto a la persona afectada como al resto del claustro.
"No podemos asistir impasibles a estas agresiones", apuntan, por lo que instan a "tomar las medidas preventivas, educativas y de protección a las víctimas", así como a emprender las acciones legales o penales correspondientes.
Y es que, recuerdan, se trata de la segunda agresión a un docente en un centro de la región en apenas una semana, después del que se producía en el colegio público San Ildefonso de Talavera de la Reina. Un ataque, apuntan, que también se produjo en presencia de los alumnos del centro y otros miembros de la comunidad educativa, y que ya ha sido denunciado.
Desde la Junta de Personal emplazan a la Consejería de Educación, docentes, alumnado, madres y padres a "sumarse a esta reflexión de condena unánime ante todo tipo de situaciones de acoso o violencia en el seno de la comunidad educativa", al tiempo que señalan que también se tomarán medidas de carácter estrictamente sindical para luchar contra esta situación.
Por su parte desde CSIF instan a Educación a la puesta en marcha de una campaña institucional para acabar con las situaciones de violencia en los centros educativos. Y es que, recuerda la responsable de CSIF Educación en Ciudad Real, Rocío Romero, "no solo se trata de esta agresión física, sino que el deterioro del clima de convivencia incide directamente en la dignificación del profesorado. Ocurre dentro de las clases y también fuera: amenazas, insultos, vejaciones, ciberacoso... es preciso que la Administración se implique".
Consideran así necesario acometer el desarrollo de la Ley de Autoridad del Profesorado para reconocer y mejorar la figura de autoridad pública de los docentes, tanto en su presunción de veracidad y prestigio laboral como en su protección".
Condena que también han trasladado desde Comisiones Obreras, sindicato desde el que consideran que es un hecho "bochornoso" y que como toda agresión "no debería volver a producirse, menos en un centro educativo", al tiempo que muestran su apoyo y cariño al docente agredido y al colegio.
Recuerdan que todo trabajador y trabajadora "tiene derecho a desarrollar su labor en un clima seguro y exento de cualquier tipo de peligro", y por ello desde la Federación de Enseñanza de CCOO instan a la Administración a tomar las medidas necesarias y oportunas en favor del compañero agredido.
Desde STE-CLM condenan también de forma enérgica esta agresión, y trasladan su apoyo al claustro y al personal no docente del centro.
Hechos que están siendo investigados por la Guardia Civil, tal y como han confirmado a Efe fuentes de la Subdelegación del Gobierno, para tratar de esclarecer lo sucedido, aunque hasta la una de la tarde de este viernes no se había interpuesto aún denuncia alguna por estos hechos.
Por su parte desde el centro educativo han difundido a través de las redes sociales imágenes en las que se puede leer 'Stop violencia a los docentes' y 'No a la violencia escolar'.
Para este viernes, a las dos de la tarde, se había convocado una concentración de protesta por lo sucedido, pero finalmente, por recomendación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, quedaba suspendida por temor a que pudieran producirse nuevos actos violentos.
