Almagro recuerda con los adoquines de la memoria a cuatro vecinos que fueron víctimas de los campos de concentración nazis

El artista alemán Gunter Demnig, impulsor del proyecto Stolpersteine, ha sido el encargado de colocar las placas en el lugar donde vivieron Pedro, Agustín, Manuel y Antonio.

CIUDAD REAL.- Los adoquines de la memoria del proyecto Stolpersteine han llegado este viernes a Almagro, donde se ha querido recordar así a cuatro de sus vecinos, víctimas de los campos nazis.

En esta ocasión el encargado de colocarlos ha sido el autor de esta obra artística, el alemán Gunter Demnig, quien con este proyecto se ha propuesto recordar a las víctimas del nazismo instalando para ello placas conmemorativas frente a la que fuera su última dirección conocida.

Adoquines que se han ido colocando en más de un millar de enclaves en Alemania, pero también en otros países como Austria, República Checa, Grecia, Francia, Italia o Noruega, como también en España, entre cuyos destinos se encuentra Castilla-La Mancha.

Así, era en enero de 2022 cuando la provincia de Ciudad Real se sumaba al proyecto Stolpersteine, con la colocación de los dos primeros adoquines en Campo de Criptana, y la mirada puesta en el objetivo de reconocer a las 104 víctimas ciudadrealeñas del holocausto así como a los cerca de 50 supervivientes de los campos de concentración. Seguía la colocación de más 'stolpersteine' en Arenales de San Gregorio, Ciudad Real y Miguelturra.

Apenas dos meses después era el Ayuntamiento de Albacete el que se sumaba al proyecto, y procedía a la colocación de 25 adoquines en sus calles, como homenaje a las víctimas.

Este viernes ha sido el turno de otra localidad ciudadrealeña, Almagro, donde uno de los adoquines se ha colocado frente al número 6 de la calle Nuestra Señora de las Nieves (antigua calle Libertad), en el que vivía en 1936 Pedro Chaves Álvarez. Tres años después marchó al exilio a Francia, donde comabitó el nazismo, fue hecho prisionero y procedente de la prisión de París-Gare D'Est fue deportado al campo de concentración de Mauthausen-Gusen el 3 de abril de 1943, donde permaneció hasta la liberación final el 5 de mayo de 1945.

Otro ha sido colocado en la calle Santa Ana número 10, donde residía Agustín Parras Barba, exiliado a Francia en 1939, cuando tenía 34 años. Allí fue hecho prisionero y deportado desde la prisión XII-D (Trier) al campo de concentración de Mauthausen-Gusen el 25 de enero de 1941. Allí sería asesinado apenas un año después.

Un tercer adoquín se ha colocado a la altura del número 7 de la calle San Lázaro, donde vivió Manuel Ruiz López, quien se exilió a Francia en 1939 cuando tenía 26 años para combatir el nazismo. Allí fue también hecho prisionero y enviado desde la prisión V-A (Ludwigsburg) al campo de concentración austriaco de Mauthausen-Gusen, el 14 de junio de 1941, donde permaneció hasta la liberación final en mayo de 1945.

Por último, el cuarto de los adoquines colocados este viernes en Almagro se ha ubicado en la calle Mora número 3, donde residió Antonio Rodríguez Espinosa, nacido en 1912 y exiliado a Francia para combatir el nazismo con apenas 24 años. Allí fue hecho prisionero, y desde la cárcel VII-A (Moosburg) fue deportado al campo de Mauthausen-Gusen en agosto de 1940, donde sería asesinado el 19 de noviembre de 1941.

Adoquines con los que Almagro recordará a estos vecinos, víctimas de los campos de concentración nazis.

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