Ciudad Real comienza a recorrer adoquín por adoquín el camino hacia la recuperación de la memoria

La provincia se suma al proyecto 'Stolpersteine' del artista alemán Gunter Demnig con el que rinde homenaje y recuerda a las víctimas del nazismo en el lugar donde nacieron o vivieron.
Hoy se han comenzado a colocar los dos primeros adoquines que recordarán a las víctimas en Campo de Criptana.
photo_camera Hoy se han comenzado a colocar los dos primeros adoquines que recordarán a las víctimas en Campo de Criptana.

CIUDAD REAL.- Adoquines para no olvidar. Desde este miércoles la provincia de Ciudad Real comienza a formar parte del monumento multisituado más grande del planeta, tras incorporarse al proyecto 'Stolpersteine', concebido por el artista alemán Gunter Demnig para recuperar la memoria y restituir la dignidad a las víctimas del nazismo.

A iniciativa de Mapas de Memoria, el proyecto de investigación para dignificar a las víctimas de posguerra en la provincia que lleva a cabo el Centro de Estudios de Memoria y Derechos Humanos de la UNED (CIEMEDH) en colaboración con la Diputación Provincial, Ciudad Real se suma a este proyecto de alcance mundial consistente en instalar en las aceras de las casas donde nacieron o vivieron las víctimas, unos adoquines que indican cuándo nacieron y dónde, y por qué fueron asesinados.

Este miércoles, anticipándose una fecha al Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto, que se celebra el 27 de enero, Campo de Criptana ha sido el lugar elegido para la colocación de los dos primeros adoquines ciudadrealeños, uniéndose así a los más de 1.200 que ya se encuentran instalados en distintos puntos de la geografía alemana, pero también en otros países europeos como Austria, Bélgica, Croacia, Francia, Italia, Luxemburgo, Polonia, Eslovaquia, Suiza o Ucrania.

De este modo, este miércoles se ha hecho más visible y personal la tragedia de dos vecinos criptanenses, Ángel Sepúlveda Beamud y Marino Sánchez Ortiz.

El primero, nacido en la localidad en 1902 y jornalero de oficio, marchó al exilio en 1939 para combatir al nazismo en Francia. Fue hecho prisionero y deportado a Mauthausen-Gusen en diciembre de 1940, donde moriría asesinado el 12 de septiembre de 1941. El adoquín que le recuerda ha sido colocado en el número 6 de la calle Ramón y Cajal.

Al segundo, nacido en 1914, albañil de profesión y exiliado a Francia en 1939 para combatir contra el nazismo, se le recuerda en el número 22 de la plaza Pozo-Hondo. Marino Sánchez Ortiz fue hecho prisionero y procedente del stalag XI-B (Fallingbostel) fue deportado al campo de concentración de Mauthausen-Gusen el 22 de mayo de 1941, donde posteriormente sería asesinado el 13 de enero de 1942.

Nietos y sobrinos de los dos represaliados han asistido hoy al acto de colocación de los adoquines, una muestra de que sus familias nunca les olvidaron, como a partir de ahora tampoco hará el resto de la sociedad.

Un acto que ha contado con la asistencia del presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Mnauel Caballero, para quien este acto constituye "el principio de una actuación que emociona, que es importante y necesaria".

En este sentido, Caballero ha asegurado que "hoy somos una sociedad más digna porque reconocemos a personas que en su día fueron héroes, porque lucharon contra el fascismo, por la democracia y la libertad, fuera de España, porque se tuvieron que exiliar".

Ha lamentado así que tuvieran que dejar atrás sus vidas y a sus familias por sus ideas, subrayando además el sufrimiento que esto representó para sus esposas e hijos durante muchos años.

Por ello ha considerado que "aunque los hechos, los testimonios y lo que ocurrió fue muy triste", el día de hoy tiene que ser alegre "porque han aflorado sus nombres para que sean recordados siempre".

Con esta iniciativa la Diputación de Ciudad Real responde al mandato de Naciones Unidas, que institucionalizó el 27 de enero para que se recordara en el mundo a ls víctimas del exterminio nazi. Efemérides que deben servir para que la historia no se vuelva a repetir y para concienciar en torno a ello a las generaciones posteriores.

Así, ha dicho José Manuel Caballero, "reafirmamos el compromiso por el respeto de quien piensa de manera diferente". "No hay que mirar hacia otro lado", sino combatir siempre el racismo, la xenofobia y el antisemitismo.

Por ello confía que el proyecto que hoy se ha puesto en marcha se salde con el reconocimiento a las 104 víctimas ciudadrealeñas del holocausto, que deberían alcanzar las 150 si se incluyera a los represaliados que sobrevivieron "a esta abominable barbarie".

Por parte de las familias de las víctimas tomaba la palabra Santiago Díaz Hellín, nieto de Ángel Sepúlveda, quien ha subrayado que su abuelo se exilió porque temía por su vida tras haber sido derrocado por las tropas franquistas el gobierno democrático y conducir a España a una dictadura.

También han intervenido en el emotivo acto Jorge Moreno de Andrés y Alfonso Villalta, del proyecto 'Mapas de Memoria', que han destacado cómo a la colocación de estos adoquines precede un importante trabajo de investigación y de cotejo de datos.

Para ello se hace preciso acudir a diferentes fuentes de información y archivos, principalmente a las fichas que el gobierno francés remitió a España en los años 50, "olvidadas durante la dictadura franquista" y que actualmente se conservan en el Ministerio de Justicia. Documentos que confirman la muerte de cada una de las víctimas y se señala el último lugar de residencia conocido, para hacer llegar a los familiares la noticia de la muerte.

Un proceso que en ocasiones precisa un trabajo complementario, siendo necesario acudir al padrón municipal para cotejar fechas y datos, o bien recurrir a testimonios de familiares, vecinos o conocidos de las víctimas.

Los adoquines en memoria de Ángel Sepúlveda y Marino Sánchez han sido los dos primeros, pero a ellos les seguirán este mismo jueves otros ocho.

Un tercer 'stolpersteine' será colocado este jueves (10.30 horas) en el número 16 de la calle El Molinillo de Arenales de San Gregorio. Con él se rendirá homenaje a la memoria de Wenceslao Fernández Gómez, nacido en 1907 en la que por aquel entonces era pedanía de Campo de Criptana. Al igual que los otros dos criptanenses marchó al exilio en el 39 para combatir contra el nazismo. Fue hecho prisionero y deportado a Mauthausen el 26 de abril de 1941, siendo asesinado allí siete meses después, el 28 de noviembre.

Posteriormente, a mediodía, será el turno del homenaje a cinco víctimas de Ciudad Real capital. Así, está previsto que se coloque el primero de ellos a la altura del número 1 de la plaza de San Francisco, en recuerdo de Eloy Molina Martínez, deportado a Mauthausen-Gusen en enero de 1941 y asesinado en el campo de concentración en diciembre de ese mismo año.

Otro adoquín recordará en la calle Juan Caba número 1 a Adolfo Caraballo Isaac, nacido en Miguelturra, quien fue deportado en diciembre de 1941 y asesinado en Mauthausen el 25 de junio de 1942.

Asimismo un 'stolpersteine' rendirá homenaje a la memoria de Deogracias Moreno Moreno, que vivió en el paseo Pablo Ruiz Picasso de Ciudad Real, aunque nacido en Villamayor de Calatrava. Marchó al exilio en el 39 y fue hecho prisionero, enviado a Mauthausen en abril de 1941, donde sería asesinado el 8 de diciembre de 1941.

En el número 24 de la plaza Mayor se colocará el adoquín de Rafael Rincón Salinero, estudiante que se encontraba realizando el servicio militar cuando comenzó la guerra civil. Al igual que las otras víctimas, se exilió a Francia en 1939 para combatir contra el nazismo, fue deportado en agosto de 1940 y asesinado el 19 de diciembre de 1941 en Mauthausen.

Por su parte a Ricardo Munguía Antolín le recordará un adoquín en el número 57 de la calle Toledo. Fue deportado al campo de concentración en agosto de 1941 y asesinado allí meses después, el 21 de enero de 1942.

En la calle Ciprés número 10 se recordará a Jorge Blanco Allegue, quien desde Madrid se había desplazado a Ciudad Real para establecerse como tablajeros. De allí marchó al exilio y fue hecho prisionero y deportado a Mauthausen en enero de 1941, siendo posteriormente aseinado el 8 de diciembre.

Después de ser colocados los adoquines en la capital, será el turno de Miguelturra, donde otro 'stolpersteine' recordará a uno de sus vecinos. Se rendirá homenaje así a Raimundo Domínguez García, quien fue deportado al campo de concentración el 27 de enero de 1941, muriendo asesinado el 10 de julio de 1942. Su adoquín estará colocado en el número 23 de la calle Juan XXIII, antigua calle Las niñas.

Primeros pasos de un largo camino de adoquines, que se pretende ir completando con el paso del tiempo. De momento, en este 2022 está previsto que se proceda a la colocación de 25 adoquines en las localidades de Campo de Criptana, Arenales de San Gregorio, Ciudad Real, Miguelturra, Manzanares y Alcázar de San Juan.

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