La estudiante de fotógrafía agredida por taurinos en Daimiel: "hacían el saludo nazi"

Quiere aclarar informaciones ciertos "bulos" que corren por las redes sociales y medios de comunicación. La joven dice sentirse atemorizada. 

La estudiante de fotografía que fue agredida en Daimiel la semana pasada por un grupo de aficionados taurinos, ha querido aclarar ciertos detalles del suceso ante la repercusión que ha tenido la noticia, tanto en medios de comunicación como en redes sociales.

A través de una persona cercana, ya que la joven se encuentra muy vulnerable y con miedo a represalias o nuevos ataques, la chica ha querido exponer su versión de los hechos, a través de un comunicado, ante lo que ella considera como “bulos” que están circulando por internet.

Un hombre alzó el brazo a modo del saludo nazi

La estudiante ha narrado que cuando terminaba la corrida de toros en la Plaza de la localidad, se acercó a la puerta por donde salían toreros y espectadores, y gran parte de las personas que había en la entrada “les hacían fotos con sus dispositivos móviles mientras Protección Civil vigilaba la entrada”, sigue contando que llevaba su cámara réflex y comenzó a hacer fotos, “noté que algunos me miraban fijamente y de repente escuché: ¿Eso lo vas a subir a tu página antitaurina?, ¡Antitaurina de mierda!’ y otros insultos que no recuerdo literalmente. Estos improperios provocaron que se sumara más gente de manera acusatoria, llegando al grado de que incluso un hombre alzó la mano con el brazo estirado hacia mí a modo de saludo nazi”.

Ella asegura que no llevaba ninguna camiseta reivindicativa, chapa, parche o cualquier otra prenda o accesorio que pudiera resultarles provocador, sólo un vestido de verano, unas sandalias y la cámara, “tampoco expresé mi opinión verbalmente, ni pronuncié ningún tipo de insulto”, aclara en su comunicado.

Continúa el relato afirmando que un chico que pertenecía a Protección Civil “señaló una insignia en la manga de su chaleco y me dijo: ‘no puedes hacerme fotos’ a lo que contesté que él no aparecía en ninguna de las fotos”,  añade que, en cuestión de segundos, un hombre se acercó a ella “con actitud severa” y le dijo que no podía hacer fotos allí, argumentando que había niños y personas que no habían autorizado las fotografías, y le exigió que le enseñara su DNI, amenazándole con que si no lo hacía “iba a llamar a la Guardia Civil”, declara.

Un concejal del PP amenaza con llamar a la Guardia Civil

“Me quedé paralizada, no esperaba que hacer fotografías en la vía pública fuese tan ofensivo para algunas personas”, relata la joven, quien atestigua que ha reconocido al Concejal de Seguridad Ciudadana, Rafael Marcelino, como el que llevó a cabo estos hechos. “Esta persona que no tiene derecho a reclamar el DNI de ningún ciudadano”, sentencia la estudiante, para agregar que otro de los hombres que le increparon también se le acercó “gritando” que necesitaba una acreditación para realizar las instantáneas, “mientras me miraba fijamente a los ojos gritando con tono de amenaza: ‘Como yo vea esas fotos... Como aparezca mi cara en alguna de las fotos…’, con su dedo índice acusador rozándome la cara”.

La muchacha cuenta que se agobió mucho en aquel momento, “la situación me desbordaba, no paraba de temblar y tenía muchas ganas de llorar, yo misma me decía: ‘No tiembles, no llores, defiende lo que hacías sin más y vete’ , y que la cosa fue a peor, ya que una pareja joven se le acercó “voceándome una y otra vez que por qué fui a la plaza de toros a hacer fotos”, junto con otras personas que se situaron a su alrededor reprendiéndole que “lo hacía por estar en contra de este festejo”, repitiéndolo una y otra vez, siempre según su versión.

La policía no actuó

La chica dice que, por un momento, se sintió aliviada cuando dos vendedores ambulantes salieron en su defensa en medio de “las acusaciones, agresividad y agresiones verbales”, aunque el miedo le hizo callar y aguantar hasta que pudo escaparse y refugiarse en un portal, “rompí a llorar y a temblar, no conseguía comprender lo que había pasado y me preguntaba continuamente qué era lo que les había molestado tanto y por qué la Policía, que observaba desde la puerta, no actuó”.

Por último, esta estudiante quiere dejar claro que con 19 años, “puedo decidir por mí misma qué hacer y cómo hacerlo. A mí no me ha enviado nadie con mi cámara al parque del Carmen, lo hice al igual que escribo esto, por propia iniciativa, y espero que la próxima o próximas veces en las que otras personas o yo hagamos fotos en la vía pública, no seamos agredidas ni se vuelva a producir este tipo de altercados tan violentos, además actué dentro de la legalidad”, ya que certifica que “la ley no considera que sea una intromisión el fotografiar a terceras personas con motivo de un suceso o acaecimiento público y las personas que aparecen son meramente accesorias”.

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