La fotógrafa agredida por taurinos en Daimiel: "Hacían gestos nazis mientras me insultaban"

La joven estudiante prefiere mantenerse en el anonimato porque teme represalias. “La situación me desbordaba, no paraba de temblar y tenía muchas ganas de llorar”, ha relatado.

La estudiante de fotografía de la Escuela de Arte Pedro Almodóvar de Ciudad Real que fue agredida verbalmente en Daimiel hace unos días por un grupo de aficionados taurinos ha roto su silencio para relatar los detalles del suceso.

Después de que periodicoclm.publico.es contactara con una persona de su entorno, la chica atacada ha querido exponer públicamente los hechos a través de un comunicado, aunque ha preferido mantenerse en el anonimato debido a que teme represalias. “Os pido disculpas, pero quiero volver a sentir y vivir una vida normal, sin pensar en altercados o ataques violentos”, han sido sus primeras palabras.

Insultos acompañados de saludos nazis

Antes de la agresión del pasado 3 de septiembre, la estudiante ha aclarado que estaba haciendo instantáneas en el Parque del Carmen alrededor de las ocho y media de la tarde, hora a la que finalizaba la corrida de toros que se celebraba ese día.

“Por la puerta de la plaza, salían toreros, y espectadores. Protección Civil vigilaba la entrada y gran parte de las personas que se encontraban allí hacían fotos con sus dispositivos móviles. Yo llevaba una cámara réflex y comencé a hacer fotos”, narra la joven.

“Noté que algunos me miraban fijamente y de repente escuché: ‘¿Eso lo vas a subir a tu página antitaurina?’, ‘¡Antitaurina de mierda!’ y otros insultos que no recuerdo literalmente. Estos improperios provocaron que se sumara más gente de manera acusatoria, llegando al grado de que incluso un hombre alzó la mano con el brazo estirado hacia mí a modo de saludo nazi”, cuenta la estudiante.

Ella asegura que no llevaba ninguna camiseta reivindicativa, chapa, parche o cualquier otra prenda o accesorio que pudiera resultar provocador, sólo un vestido de verano, unas sandalias y la cámara. “Ni siquiera expresé mi opinión verbalmente, ni pronuncié ningún tipo de insulto”, manifiesta en su comunicado.

Continúa su relato afirmando que un chico que pertenecía a Protección Civil señaló una insignia que él mismo portaba para decirle: “No puedes hacerme fotos”.

“Contesté que no aparecía en ninguna de mis fotos, pero en cuestión de segundos avisó a un hombre que salió de la plaza para decirme, con actitud severa, que yo no podía hacer fotos allí, que había niños y personas que no habían autorizado las instantáneas e incluso me exigió que tenía que darle mi nombre y número del documento de identidad porque si no iba a llamar a la Guardia Civil”, declara la joven.

Amenazas de un edil del PP

“Me quedé paralizada, no esperaba que hacer fotografías en la vía pública fuese tan ofensivo para algunas personas”, señala la chica atacada, quien ha revelado a su círculo de confianza que el edil de Seguridad Ciudadana, Rafael Marcelino, fue la persona que protagonizó esta última escena de acoso. “Este edil no tiene derecho a reclamar el DNI de ningún ciudadano”, ha sentenciado.

Seguidamente, otro de los hombres que la increparon se acercó a ella para gritarle con tono amenazante y con su dedo índice acusador rozándole la cara: “¡Como aparezca mi cara en alguna de las fotos...!”.

“Me agobié mucho en aquel momento, la situación me desbordaba, no paraba de temblar y tenía muchas ganas de llorar”, explica la fotógrafa antes de señalar que después la cosa fue a peor.

“Un chico y una chica jóvenes también se acercaron voceando y preguntándome por las razones que me llevaron a fotografiar la plaza de toros en aquel momento, con ellos otros hombres se situaron alrededor de mí, increpándome, diciendo que lo hacía por estar en contra del festejo taurino”.

La Policía no actuó

La estudiante cuenta que, por un momento, se sintió aliviada cuando dos vendedores ambulantes salieron en su defensa en medio de las acusaciones y agresiones verbales, aunque el miedo le hizo callar y aguantar hasta que pudo escaparse y refugiarse en un portal. “Rompí a llorar, no conseguía comprender lo que había pasado y me preguntaba continuamente qué era lo que les había molestado tanto y por qué la Policía, que observaba desde la puerta, no actuó”.

“Tengo 19 años, edad a la que puedo decidir por mí misma qué hacer y cómo hacerlo. A mí no me ha enviado nadie con mi cámara al parque, lo hice al igual que escribo esto, por propia iniciativa. Y sí, espero que la próxima vez las personas hagamos fotos en la vía pública no seamos agredidas, ni se vuelva a producir este tipo de altercados tan violentos”, ha declarado la chica antes de certificar que “la ley no considera que sea una intromisión el fotografiar a terceras personas con motivo de un suceso o acaecimiento público, ya que son meramente accesorias”.

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