El obispo de Ciudad Real ve "un fallo" colaborar con el Defensor del Pueblo en el informe sobre abusos sexuales en la Iglesia

Pese a que la cooperación de la institución católica en la investigación fue criticada por su falta de voluntad, Gerardo Melgar carga igualmente contra el documento al considerar que les "discrimina" con la intención de quitarles "prestigio social y moral".
El obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar. - ARCHIVO
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CIUDAD REAL.- El obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, considera que ha sido "un fallo" colaborar con el Defensor del Pueblo en la elaboración del 'Informe sobre abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica y el papel de los poderes públicos', puesto que supone "una discriminación clara" hacia la institución. Para el prelado, no se debería haber prestado esa colaboración, "siempre y cuando no se hubiera hecho con toda la sociedad".

Así lo ha señalado Melgar durante la rueda de prensa que ha ofrecido para dar a conocer los datos económicos de la diócesis ciudadrealeña y la actividad que realiza, en la que ha rechazado la "trasposición" de datos que se hace en dicho informe, la cual, en su opinión, "no vale".

Se ha referido así al informe presentado el pasado 27 de octubre por el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, con el que se daba cumplimiento a la encomienda recibida del Congreso de los Diputados tras la aprobación de una proposición no de ley, el 10 de marzo de 2022, que contó con el voto a favor de la mayoría de los grupos políticos de la Cámara Baja, salvo Vox que se opuso.

Un documento, que a lo largo de sus 777 páginas pretende dar respuesta "a la situación de sufrimiento y soledad que durante años se ha mantenido" en el seno de la Iglesia, "cubierta por un injusto silencio" -tal y como señala en su introducción el informe-, y que sin embargo para el obispo de Ciudad Real presenta un "defecto de fondo", como es "hacer como que los abusos sucedieran solo en la Iglesia, y no es verdad".

Melgar, que ha defendido la disposición de la Iglesia a colaborar -la realidad es que la institución católica solo respondió preguntas que se les planteó desde el Defensor del Pueblo, que en diversas ocasiones criticó la falta de voluntad de los religiosos en la investigación-, cree que "cualquiera que tenga un poco de sentido y sepa de encuestas" sabrá que "esto se pueda hacer así".

Y es que según el obispo de Ciudad Real, el hecho de que se haya planteado una encuesta "a una cantidad determinada de fieles y haya aparecido otra cantidad determinada de casos de abusos", no es extrapolable al conjunto del país, simplemente multiplicando por el número de habitantes. "Todo el mundo rechaza que eso se pueda hacer desde ahí", ha afirmado.

Respecto a los casos contabilizados en la diócesis de Ciudad Real, Melgar ha subrayado que ha sido "uno concreto", y que aunque luego apareció otro en el diario El País, "tampoco está justificado". Se ha referido así a la denuncia pública realizada por una mujer respecto a los abusos que habría sufrido por parte de un sacerdote a principios de los años 70 en la casa parroquial de Herencia.

"Dijimos que esa señora nos dijera el nombre del sacerdote, que nos escribiera; pero no ha contestado", ha justificado el obispo para rechazar la veracidad de esta denuncia. "Si usted mañana escribe un caso que se le ocurre, o suyo, El País lo admite sin más", ha afirmado Melgar, poniendo en duda la verificación de las denuncias recibidas por parte del periódico en las investigaciones periodísticas llevadas a cabo sobre los abusos en el seno de la Iglesia.

Para Gerardo Melgar "cada caso es cada caso" y es necesario "comprobarlo, probarlo", algo en lo que -asegura- la diócesis de Ciudad Real "nunca ha tenido problema" al ofrecer "todo lo que iba apareciendo".

En este sentido, el obispo ha hecho referencia al caso que consta oficialmente, el de un sacerdote que habría abusado de siete menores en la piscina de un polideportivo de la capital, por lo que fue condenado a 30 años de cárcel, una sentencia ratificada en septiembre de 2022 por el Tribunal Supremo.

Un caso, ha subrayado Melgar, en el que "precisamente fue la Iglesia la que se anticipó", puesto que fue la diócesis de Ciudad Real la que puso en conocimiento de la Fiscalía la denuncia que había recibido, lo cual demuestra que "en ningún momento hemos tratado de ocultar nada".

Por ello, el obispo de Ciudad Real asegura "no poder admitir" que en la introducción del informe presentado por el Defensor del Pueblo se diga "que hasta ahora la Iglesia ha tapado" estos casos y que "no ha sido hasta que ha venido El País" cuando han salido a la luz. "El País es una cosa y la Iglesia otra", ha señalado molesto Melgar, para quien es importante tener en cuenta que la Iglesia católica "es la única institución que se ha planteado que se saque a la luz todo lo que haya, y así está haciéndose".

"QUITAR PRESTIGIO SOCIAL Y MORAL A LA IGLESIA"

Y es que para Melgar, que reniega de la colaboración prestada por la Iglesia para elaborar este informe, lo que subyace "detrás de todo esto" no es más que "querer quitar el valor, el prestigio social y moral que tiene la Iglesia". Algo, ha insistido el obispo, en lo que "se han empeñado desde muchos puntos de vista".

Como contraposición a esa campaña orquestada para restar prestigio a la Iglesia, Gerardo Melgar ha considerado "curioso" que frente a ello, "cada día hay más asignaciones del Estado" -ha señalado en alusión a las aportaciones recibidas por los contribuyentes al marcar la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta-, "un contrasentido" que para el prelado demuestra que "la gente también se da cuenta".

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