125 kilos de dinamita ponen fin a la torre de Elcogas, símbolo de la lucha de sus trabajadores

Cae la icónica torre de la central de Elcogas, emblema industrial de Puertollano desde mediados de los 90 y símbolo de los encierros y protestas que protagonizaron sus empleados en los últimos años para tratar de evitar su cierre. La demolición da paso a una planta de biomasa.

CIUDAD REAL.- La torre de refrigeración de Elcogas ha pasado a la historia. Este símbolo de la lucha que mantuvieron meses y meses sus trabajadores para evitar el cierre, ha volado por los aires. Un total de 125 kilos de dinamita colocados en los más de 460 detonadores repartidos por los 58 pilares y la corona de la torre de refrigeración han hecho caer este jueves la mole de 120 metros de altura que se erigía en las instalaciones de la central de gasificación de carbón en ciclo combinado de Puertollano. 

Tres segundos han bastado para que la estructura haya caído sobre la balsa inferior de 13.500 metros cúbicos, en el marco de los trabajos de demolición encargados a las empresas Maxam y Recifemetal. 

Una operación que tenía lugar a las dos de la tarde y para la cual ha sido preciso cortar al tráfico durante un par de horas las dos carreteras de acceso a la central, así como delimitar un perímetro de seguridad de 1.200 metros en torno a la instalación. 

Apenas unos segundos ha tardado la torre en caer casi verticalmente, con una ligera inclinación hacia la zona sureste, alejándose así de la carretera CR-504. 

El desmantelamiento de la icónica torre de refrigeración de Elcogas forma parte de los trabajos que se están llevando a cabo en la antigua central, procediendo al desmontaje de equipos y estructuras, para los cuales se ha previsto una inversión de 3,6 millones. 

La torre de refrigeración de la planta de Elcogas, que fue construida en 1995, era la instalación visualmente más emblemática de la central con sus 122 metros de altura y sus casi 86 metros de base. 

La torre y el resto de las instalaciones de la antigua Elcogas entraron en funcionamiento en 1996, cuatro años después de la constitución de la sociedad de Elcogas S.A. formada por las principales empresas eléctricas europeas, que decidieron construir en Puertollano la primera central de demostración de la tecnología de gasificación integrada de carbón en ciclo combinado de España y la mayor del mundo, de 335 megavatios de potencia. 

Su puesta en marcha supuso una inversión de 731,8 millones de euros, para la que contó con financiación europea del programa Thermie, que apoyó el proyecto objetivo de Elcogas por ser una tecnología limpia en la generación de electricidad, con materia prima de carbón y otros combustibles. 

Además, en el 2010, Elcogas puso en funcionamiento una planta piloto de captura de CO2 y de producción de hidrógeno a escala industrial de 14 megavatios integrada en la central, que era pionera en el mundo. 

La empresa logró demostrar con la tecnología GICC (Gasificación Integrada en Ciclo Combinado) y con la planta de captura de CO2 que producir electricidad desde un fósil autóctono como el carbón, como materia prima, era más barato que hacerlo con energía solar o eólica. 

Elcogas inició los trabajos de desmantelamiento tras recibir el acta de desconexión de la red eléctrica, y por tanto de cierre, el 3 de febrero de 2016, siguiendo la Orden del Ministerio de Industria, Energía y Turismo –hoy de Transición Ecológica-, con el objetivo de poner la central en seguridad y cumplir con todas las exigencias administrativas requeridas a este tipo de instalaciones. 

Trabajos que hoy han dado un paso importante con la demolición de la torre de refrigeración, pero que está previsto que continúen con el desmontaje, desmantelamiento y demolición del resto de equipos, instalaciones y edificios de la planta que no vayan a ser reutilizados, así como con la restauración ambiental de los terrenos. Trabajos que está previsto que finalicen antes del 31 de julio de 2019, tal y como ha recordado el Ayuntamiento de Puertollano en un comunicado. 

Al respecto se ha pronunciado la alcaldesa de Puertollano, la socialista Mayte Fernández, para quien el derribo de la torre de Elcogas supone el "punto y final" al sector minero‑eléctrico en la ciudad.

La regidora ha manifestado que con esta actuación desaparece un símbolo de "todo aquello que ya se perdió, que nos fue arrebatado sin contemplaciones", y que representó "compromiso, unidad, honor, compañerismo, esperanza, coraje, valor, tesón, reivindicación, lealtad". 

Hacía referencia así Fernández a los meses y meses de lucha que protagonizaron los trabajadores de la central contra una muerte anunciada y la pérdida de sus puestos de trabajo. Encierros, manifestaciones, protestas, reuniones y más reuniones, chocando en numerosas ocasiones contra muros imposibles de mover, y que terminaron con una promesa de recolocación que no ha llegado para todos. 

MIRADA AL FUTURO

Una demolición a la que también se ha referido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien en su cuenta de Twitter ha señalado que con ella "se pone en marcha un proyecto de futuro, ilusión y de expectativa de creación de empleo en Puertollano" a partir de las instalaciones de la antigua Elcogas. Un mensaje en el que terminaba manifestado todo su apoyo y el de su Gobierno a esta iniciativa.

Un proyecto al que igualmente se ha referido la alcaldesa puertollanera, que ha querido hacer una llamada a mirar hacia el futuro y a las nuevas expectativas que se abren con la llegada de la nueva planta de biomasa de ENCE. "Donde se cierra una puerta se abre una ventana y allí donde se van a fulminar los recuerdos dolorosos, empieza a crecer una nueva actividad que enriquecerá nuestra ciudad, que ya está generando empleo, que tenemos que cuidar y mimar porque ya es nuestra", señala la alcaldesa de Puertollano. 

"ENCE está aquí para quedarse y ya es una realidad y una nueva oportunidad para Puertollano, que asiste a una nueva etapa de crecimiento y progreso, reaccionando y adaptándose a los nuevos modelos productivos que están cambiando la industria en España", ha sentenciado Mayte Fernández. 

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