TOLEDO.- Atraer inversiones de casi 20.000 millones de euros y crear hasta 16.000 empleos al año -9.000 en la fase de desarrollo inicial- son las grandes cifras que contempla el Plan Estratégico para el Desarrollo Energético de Castilla-La Mancha Horizonte 2030 que este jueves ha presentado en Toledo el jefe del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page.
Una hoja de ruta de la política energética de la región en la que se marcan objetivos, establecen medidas y prevén inversiones asociadas a las energías renovables, el autoconsumo y la eficiencia energética, con la vista puesta en año 2030, para cuando se prevé haber logrado reducir un 38 por ciento las emisiones de CO2 asociadas al consumo energético.
Una planificación estratégica que permitirá a la región acelerar a corto, medio y largo plazo acelerar la transición hacia un nuevo modelo energético más racional, eficiente y sostenible, contribuyendo así además al cumplimiento de los compromisos adquiridos como país y como estado miembro de la Unión Europea en el Protocolo de Kyoto.
Así lo ha destacado el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, para quien este plan refleja el compromiso del Ejecutivo castellanomanchego con las energías renovables; un compromiso "honesto con nuestro planeta y con la salud de todos", ha apostillado.
Y es que, en su opinión, la aprobación de este plan estratégico llega "en el momento más necesario", ya que la doble emergencia climática y energética que afrontamos "nos ayuda a redoblar nuestro compromiso por mitigarlas, promovimiendo una transición energética justa, responsable", con el desarollo e implantación de un modelo energético basado en el desarrollo de las energías renovables "por el que estamos apostando bajo criterios sociales y medioambientales, y con estándares de máxima exigencia".
Para ello se pone sobre la mesa una estrategia "pactada, milimetrada", que se va a cumplir, ha asegurado el jefe del Ejecutivo regional por su parte, convencido de que "será una realidad".
Por su parte Escudero ha subrayado que con este plan se persigue que la región pueda lograr a futuro una generación eléctrica de origen cien por cien renovable, que priorice la utilizaciónd e fuentes energéticas con bajas emisiones, así como acelerar la implantación de otras cuestiones que se consideran 'clave' en la política energética, como la seguridad del suministro, tener una menor dependencia de las importaciones y conseguir una disminución del precio de la electricidad, al tiempo que se mejora la competitividad del sistema gracias a la implantación de medidas de eficiencia.
Asimismo ha subrayado que Castilla-La Mancha es "exportadora de energía", al contar con un importante excedente producido, y que podría servir para satisfacer la demanda de otras comunidades vecinas, en especial Madrid y la Comunidad Valenciana, por lo cual en el marco de este plan se van a potenciar los activos energéticos, ampliando y mejorando sus redes de transporte y distribución de energía para acoger el incremento de potencia renovable instalada y facilitar la exportación de la misma.
Pero además de guía, esta hoja de ruta que representa el plan contiene un análisis detallado de los principales acuerdos y compromisos nacionales e internacionales que conforman el marco normativo de las políticas energéticas con las que se está alineados, tales como la Agenda 2030 de la ONU, el Acuerdo de París o el Pacto Verde Europeo; así como en el marco estratégico de energía y clima, con la ley 7/2021, de 20 de mayo de Cambio Climático y Transición Energética.
DOS PROGRAMAS Y SEIS GRANDES LÍNEAS
El plan está articulado en torno a dos programas y cuenta con seis grandes líneas de actuación. El primero de ellos se denomina 'Programa de Fomento de las Energías Renovables' y de él penden tres líneas y dieciocho medidas, según han detallado desde el Gobierno regional.
La primera línea impulsa el desarrollo de las energías renovables, tanto para uso eléctrico como térmico. Algo en lo que "tenemos mucho terreno avanzado, puesto que el 79 por ciento de nuestro mix energético ya proviene de energías renovables", ha señalado Escudero, lo que no quita ser ambiciosos y pretender incrementarlo "en 12.000 megavatios más, fundamentalmente de renovables, llegando a los 23.000 megavatios".
La segunda línea está destinada al fomento de los sistemas de autoconsumo y su objetivo es "multiplicar por quince" la potencia eléctrica instalada proveniente de este tipo de instalaciones sumando 1.763 MW más a los 113 MW actuales. "Es quizás uno de los más ambiciosos por lo que significa cara a la socialización de la energía y para fomentar la aparición de nuevas fórmulas colaborativas, como las comunidades energéticas", ha señalado el consejero.
Por su parte la tercera línea busca reducir los gases de efecto invernadero como un efecto transversal de las dos anteriores.
Por último, este primer programa contiene 18 medidas a adoptar, entre ellas, dotar de instalaciones de autoconsumo a los edificios públicos de la administración, algo en lo que también se tienen "sentadas ya las bases", puesto que hace meses se constituyó la Comisión para la Sostenibilidad Energética del Sector Público con la participación de todos los departamentos y organismos autónomos; y ya se ha empezado a instalar fotovoltaicas de autoconsumo en nuestros edificios públicos.
El segundo programa, por su parte, es el de 'Ahorro y Eficiencia Energética', el cual se articula a través de tres grandes líneas en función de su objetivo. La primera de ellas es para promover el ahorro energético modificando los hábitos de consumo, disminuyendo los no necesarios. La segunda promueve la eficiencia energética para mejorar prestaciones y confort, y la tercera incentiva la diversificación, ampliando fuentes energéticas, especialmente renovables, para disminuir el grado de dependencia garantizando el abastecimiento.
Para ello estas líneas se desglosan en 24 medidas dirigidas a los sectores con mayor potencial de ahorro y eficiencia energética. En este ámbito cobra especial importancia la electrificación del transporte, actuando también en este programa el sector público regional de forma ejemplarizante en cuanto a la integración de vehículos eléctricos en sus flotas e infraestructuras de recarga en sus instalaciones.
Escudero concluía destacando que para contribuir a la adopción de estas medidas, desde el año 2021 el Gobierno de Castilla-La Mancha viene promoviendo unas ayudas de casi 70 millones de euros para "incentivar a quienes están participando en nuestra transición energética; ciudadanía, empresas y administraciones locales".
Junto a García-Page y Escudero han asistido también a esta presentación el vicepresidente regional, José Luis Martínez Guijarro, y el director general de Transición Energética, Manuel Guirao. Un acto en el que también ha participado de forma telemática la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen. Han asistido también el presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez, el viceconsejero de Medio Ambiente, Fernando Marchán, así como una amplia representación de directores generales de la Consejería de Desarrollo Sostenible.
