TOLEDO.- Casasbuenas, en la provincia de Toledo, tiene apenas doscientos habitantes empadronados, pero su ayuntamiento está decidido a llegar hasta donde sea necesario para evitar la construcción de una planta de biogás para la producción de biometano y compost a menos de dos kilómetros de la localidad.
Oposición a un proyecto que este miércoles han trasladado en forma de firmas a la Consejería de Desarrollo Sostenible, instando con ellas a la Administración regional a suspender de forma temporal las actividades encaminadas a la construcción de la planta de biogás proyectada en el paraje 'Cerro Pelado', ubicado en el término municipal de la vecina Noez, pero a solo unos cientos de metros del suyo.
Firmas que hoy ha entregado en la Consejería el alcalde de la localidad, Juan Antonio Camuñas, junto a un escrito en el que recuerda cómo el pasado mes de noviembre ya se ponía a disposición de este departamento un informe elaborado por la Asociación SEO Birdlife sobre especies de aves y amenazadas, como el águila ibérica imperial, el águila perdicera y el milano real, existentes en la zona afectada por este proyecto.
Y es que, tal y como recogía el informe presentado hace algo más de dos meses, la parcela elegida para el desarrollo de esta planta se encuentra a poco más de 700 metros de un nido activo de águila imperial y a menos de dos kilómetros de dos plataformas de nidificación de esta misma especie.
Además, señalaban entonces, la propia parcela alberga un posadero habitual de águilas y también es lugar habitual del milano real. Asimismo, en las inmediaciones pueden encontrarse aves esteparias, como la avutarda y el sisón, calificadas también como vulnerables a nivel regional.
Desde el consistorio consideran que la instalación de la planta de biometano sería "letal" para todas esas especies, debido al elevado riesgo de electrocución que suponen las líneas eléctricas aéreas, así como el de atropello por el tráfico continuo de camiones que existiría.
Junto a ello, apuntaban también hace unos meses el impacto en cuanto a contaminación acústica, lumínica y atmosférica que tendría el proyecto y que acabaría "expulsando" a estas especies de la zona.
Por ello, y dada la "urgencia inaplazable" que consideran existe en este caso, atendiendo al punto segundo del artículo 56 de la Ley 39/2015 de 1 de octubre, instan a la Consejería a suspender las actividades encaminadas a la construcción de la planta con el objetivo de "proteger el hábitat del águila imperial ibérica", el cual se vería "dañado irreversiblemente" si comenzara a levantarse la instalación industrial prevista en este proyecto.
Un escrito en el que también se hace referencia al decreto 275/2003, de 9 de septiembre, en el que se incluye el Plan de recuperación del águila imperial ibérica, y se señala el término municipal de Casasbuenas como zona de dispersión de esta especie.
Asimismo advierten que si esta petición fuese "desatendida" y dieran comienzo los trabajos de construcción de las instalaciones de la planta de biogás, el ayuntamiento casasbuenero podría emprender acciones legales "por la presunta comisión de delito ecológico", según lo recogido en el artículo 325 del Código Penal, al ocasionarse un daño al espacio natural de especies protegidas y en peligro de extinción.
Desde el Ayuntamiento de Casasbuenas subrayan su intención de continuar "en la brecha" hasta impedir que salga adelante "este proyecto contaminante".
PROYECTO PRIORITARIO, CUARTO EN LA PROVINCIA
Un proyecto que fue declarado prioritario por el Gobierno regional, el cuarto en la provincia, que se prevé suponga una inversión de más de 8,4 millones de euros, así como la creación de una decena de puestos de trabajo directos. Una planta que, según señalaban desde el Ejecutivo regional en nota de prensa el pasado mes de agosto, tras la aprobación del proyecto en el seno de la Comisión Provincial de Ordenación Territorial y Urbanismo de Toledo, cumpliría "con los compromisos de la agenda urbana de sostenibilidad y protección de los entornos naturales".
Planta en la que se producirán energías renovables como biometano, que "verterá a la red de distribución de gas natural y generará además compost, utilizando para ello las deyecciones agroganaderas de instalaciones pecuarias, así como residuos de la industria agroalimentaria de la comarca de los Montes de Toledo". En este sentido, se apuntaba la estimación de que llegue a reutilizar "50.000 toneladas de estiércol de vacuno de carne al año, 30.000 de purines y 20.000 de lodos y residuos agroalimentarios".
