GUADALAJARA.- Decenas de peces muertos han aparecido este miércoles en el Mar Menor, augurando lo que podría ocurrir una vez más este verano. Hace varias semanas desde el Instituto Español de Oceanografía ya se alertaba sobre el empeoramiento que había experimentado la laguna, que se han visto empeoradas con las altas temperaturas de los últimos días, la baja salinidad y la entrada de agua dulce.
A esto se atribuye la muerte de los cerca de 250 ejemplares de pequeño tamaño que se han recogido por parte de agentes medioambientales en la playa de Castillicos, en Santiago de la Ribera, donde el riesgo de que se produzca un nuevo episodio de mortandad masiva de peces es muy elevado.
Una situación ante la que desde la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía reclaman "la suspensión inmediata del trasvase", al considerar que este nuevo episodio se debe a la "inacción" del Gobierno murciano, por lo que instan al Gobierno a paralizar el envío de agua pendiente "hasta que se tomen medidas". Advierten que, tal y como está la situación, el trasvase sería en estos momentos "gasolina para el incendio".
Así lo han señalado en un comunicado, en el que llaman la atención sobre la excepcionalidad de esta situación, así como sobre los "más de cien hectómetros cúbicos pendientes de envío", los cuales consideran que deberían ser anulados "por precaución".
Y es que, explican los Ribereños, se espera la llegada de nuevas lluvias en el Levante y las altas temperaturas de los últimos días han adelantado "la esperada anoxia" (la falta casi total de oxígeno en la sangre o en los tejidos corporales), la cual por el momento es limitada, "pero será imparable conforme llegue el estío" -advierten- "por muchos inventos que presenten" desde el Gobierno de la Región de Murcia.
"Aquí nos hace falta agua y allí les está matando", señalan desde la asociación, que considera "un sinsentido morir presos de la normativa".
Del mismo modo, se hacen eco del malestar que ha generado este nuevo episodio de mortandad de peces en Santiago de la Ribera. Según señalan, "cada vez son más los vecinos del Campo de Cartagena que reclaman el cierre del trasvase Tajo-Segura para tratar de revertir la situación de su bien más preciado, el Mar Menor, patrimonio de todos los españoles y europeos".
Sin embargo, desde el Gobierno de López Miras y la Diputación de Alicante se prefería este martes salir a la calle de la mano de la agroindustria y los regantes, "alejados de la calle y la realidad", subrayan desde la Asociación de Municipios Ribereños.
Reconocen que "nadie sensato espera una solución mágica" que acabe de forma inmediata con los problemas que aquejan al Mar Menor, pero sí resulta "poco comprensible" que por imperativo legal se envíen más de cien hectómetros cúbicos a la cuenca del Segura en esta situación, "con el regadío cargando sin piedad de nitratos la laguna y con nuevas lluvias a la vuelta de la esquina".
"Con lo que ha llovido, la situación que tienen y lo que va a llover, el trasvase es gasolina para el incendio", apostillan desde la asociación.
Con esta imagen recuerdan que el Mar Menor, como el Tajo, "no entiende de plazos ni de política", que no admite paños calientes y que precisa de actuaciones en origen "ya", las cuales son competencia de la comunidad autónoma.
En su opinión, "desde la primera sopa verde han tenido tiempo de sobra para pensar en la reconversión y para hacerse a la idea", pero "nunca les parece buen momento y nunca lo será", sentencian.
Por ello desde la Asociación de Municipios Ribereños se pide la suspensión inmediata, temporal y extraordinaria del trasvase Tajo-Segura, cancelando los próximos envíos y los aún pendientes. "No aplazándolos, cancelándolos", precisan, antes de recordar que en la cabecera del Tajo "necesitamos agua, y si se aplaza se la llevarán cuando más falta nos haga", lo cual no sería tampoco "justo".
De este modo, consideran que este nuevo episodio de mortandad de peces en el Mar Menor debe servir como punto de inflexión para "acelerar plazos" y modificar de nuevo las reglas del trasvase. "El Mar Menor, el Tajo y los millones de españoles que viven de ellos lo reclaman", apostillan.
Asimismo señalan que la guerra del agua que artificialmente crearon "ha terminado", puesto que la mayoría de los vecinos de la Región de Murcia, especialmente los del propio Campo de Cartagena, "están hartos" y temen por el valor de sus propiedades, por lo que también se suman a la petición de cierre del trasvase.
Sin embargo los gobernantes de la Región de Murcia "ni están ni se les espera en defensa del patrimonio de todos los españoles", argumentan, puesto que únicamente "defienden su chiringuito".
