Sin trasvase a unas Tablas de Daimiel encomendadas a las lluvias y con solo el 3% de su superficie inundada

El Ministerio para la Transición Ecológica no autoriza la derivación de agua hacia el parque nacional que se había solicitado desde el Ejecutivo castellanomanchego, mientras se espera que la meteorología cumpla con las expectativas y las precipitaciones previstas permitan aumentar las hectáreas encharcadas.

TOLEDO.- No habrá derivación de agua desde la cabecera del Tajo a Las Tablas de Daimiel y la posibilidad de aumentar la superficie encharcada pasa por confiar en que las precipitaciones previstas para los próximos días permitan paliar la situación en la que se encuentra este humedal. Así, con esta decisión, el parque nacional se queda actualmente con un escaso 3,4 por ciento de su superficie encharcada, pues de las 1750 hectáreas que dispone enclave solamente tiene 60 hectáreas inundadas.

Una solución provisional en la que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha tienen depositada su confianza, una vez asumido que la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo‑Segura no había propuesto ninguna derivación hídrica para este fin y que tampoco el Ministerio de Transición Ecológica la ha autorizado este martes.

Así lo ponía de manifiesto el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo preguntado al respecto durante la rueda de prensa que ofrecía para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno referentes a su departamento.

En este sentido, el consejero precisaba que existe un planteamiento "conjunto" con la Confederación del Guadiana para esperar a ver si las precipitaciones permiten aumentar la superficie encharcada si la meteorología cumple las expectativas.

Junto a ello, detallaba también la existencia de un compromiso de no utilizar los pozos de recarga del parque en los acuíferos del Alto Guadiana, dada la "difícil" situación en la que se encuentran.

"Entendemos que las precipitaciones nos van a ayudar a resolver el problema de manera puntual", señalaba Martínez Arroyo, al tiempo que mostraba su confianza en que la comisión de explotación solo autorizase un trasvase al Levante para consumo humano, y no para regadío, como así ha sucedido finalmente.

En este punto el consejero recordaba que los embalses de la cabecera del Tajo se encuentran aún al 19 por ciento de su capacidad, sin contabilizar los trasvases de octubre y noviembre que aún no se han ejecutado, lo cual supone un 25 por ciento menos que hace un año. Datos que reflejan la "dramática" situación en la que se encuentra el Alto Tajo.

Cabe recordar que fue el pasado mes de octubre cuando desde la Comisión Mixta de los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha se acordaba solicitar un trasvase de 20 hectómetros cúbicos desde el acueducto Tajo-Segura a Las Tablas de Daimiel, quedando la decisión de autorizarlo o no en manos de la Comisión Central de Explotación. Una petición que llegaba entonces con el parque nacional con menos de 80 hectáreas inundadas, una cifra que a día de hoy se ha visto reducida en 20 hectáreas.

Se planteaba así la posibilidad de que esos 20 hectómetros cúbicos de agua solicitados llegasen a Las Tablas a través de la Tubería Manchega, la cual llega hasta el mismo parque nacional.

No se hubiera tratado de la primera derivación de agua recibida por Las Tablas, siendo la última la realizada en enero de 2010, también desde el acueducto Tajo-Segura. Entonces el motivo fue contribuir a apagar los fuegos latentes de turbas originados a causa de la sequía sufrida desde agosto del año anterior.

En los últimos meses la situación de Las Tablas de Daimiel ha venido empeorando, registrando una importante pérdida de agua, que dejaba prácticamente seco el enclave.

Una situación ante la que el Plan Rector de Uso y Gestión del parque nacional contempla la posibilidad de poder solicitar un trasvase de agua, que permita garantizar los aportes de caudales para la inundación y conservaciones de la biocenosis. Una norma que fija como objetivo mínimo alcanzar las 1.400 hectáreas inundadas a comienzos de primavera y las 600 a finales del verano.

Petición de trasvase para Las Tablas que no estuvo exenta de polémica, puesto que desde Ecologistas en Acción se reclamó al Ministerio una negativa a la solicitud, al considerar "irracional e insensato" que se pretendiera repercutir en el "exhausto" río Tajo el coste ambiental de los déficits del Guadiana.

En un comunicado, señalaban entonces que la postura del Gobierno de Castilla-La Mancha ponía de manifiesto su "nulo compromiso" con la recuperación del Parque Nacional y del río Tajo, por lo que cuestionaban así su capacidad para "hacerse cargo de la gestión de los parques nacionales".

Acusaciones que desde el Ejecutivo autonómico eran rebatidas con firmeza, calificando de "poco rigurosa" la comparación del colectivo ecologista entre el trasvase solicitado de manera "urgente" para Las Tablas con las derivaciones al Levante, puesto que se trataría de una aportación "puntual" y no de carácter "sistemático" como las que se vienen realizando hacia el Segura.

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