El uso de plaguicidas en las semillas pone en riesgo la conservación de la perdiz en España

Un estudio realizado por el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos demuestra que un tercio de las perdices del campo español consumen semillas tratadas con estos productos, lo que supone un peligro para su reproducción.
Ejemplar de perdiz roja en un campo de cereal.— ARCHIVO
photo_camera Ejemplar de perdiz roja en un campo de cereal.— ARCHIVO

CIUDAD REAL.- El empleo de semillas tratadas con plaguicidas en los campos agrícolas de España se ha convertido en un riesgo para la supervivencia de aves granívoras como la perdiz roja, según un estudio del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), dependiente del CSIC, la UCLM y el Gobierno de Castilla-La Mancha.

El trabajo, que ha sido publicado en la revista científica Enviromental Pollution, ha analizado los contenidos digestivos de 194 perdices cazadas con el fin de conocer la importancia de las semillas en la dieta de la perdiz roja, así como detectar la presencia de pesticidas de este alimento durante el mayor periodo de siembra, entre noviembre y diciembre.

Por otro lado, han evaluado cómo la composición del paisaje puede influir en el consumo de semillas de siembra y en la exposición a plaguicidas en esta especie de ave, tan ligada al medio agrícola.

Los investigadores han demostrado que el uso de las 'semillas blindadas' –recubiertas con fungicidas e insecticidas-, si bien contribuye a reducir la liberación de productos fitosanitarios en el medio, pueden suponer un riesgo específico para la conservación de aquellas perdices que consuman las semillas que quedan en la superficie de los campos tras la siembra.

Las semillas son un componente clave de la dieta de estas aves durante los meses de otoño e invierno debido a la escasez de alimento natural en esta época. Además, al extenderse la temporada de siembra durante semanas o meses, las aves pueden tener acceso a las semillas tratadas con plaguicidas durante largos periodos de tiempo.

Las semillas agrícolas representan la mitad de la dieta de las perdices en el campo español.— IREC-UCLM

Estudios previos desarrollados por el IREC han demostrado que la ingestión de estas semillas puede causar efectos tóxicos crónicos sobre la reproducción en la perdiz roja, y advierten que una exposición prolongada podría comprometer la viabilidad de las sus poblaciones silvestres.

Los resultados han revelado que las semillas de siembra constituían la mitad de la dieta ingerida por las perdices (50,7 por ciento), la mayor parte de ellas correspondientes a cereales de invierno como la cebada o el trigo (42,3 por ciento de la dieta).

Por otro lado, los resultados mostraron que el 33 por ciento de las aves analizadas estaban expuestas a diferentes plaguicidas, detectando la presencia de siete fungicidas y un insecticida en el contenido digestivo. 

El tebuconazol, empleado para impedir el crecimiento de hongos patógenos en las plantas, fue el plaguicida más detectado, estando presente en el 19 por ciento de los ejemplares analizados.

Asimismo, se demostró que la presencia de estos plaguicidas en el contenido digestivo estaba directamente relacionada con el consumo de semillas de cereales de invierno, apuntando al consumo de semillas tratadas como una importante ruta de exposición a plaguicidas para aves granívoras que habitan en ambientes agrícolas.

Resumen gráfico de la exposición de la perdiz roja a los plaguicidas.— IREC-UCLM

Por otro lado, los investigadores destacaron en el estudio que los factores paisajísticos son importantes a la hora de entender la exposición a plaguicidas en aves a través del consumo de semillas tratadas, de modo que existe un menor riesgo de exposición a plaguicidas en aquellas áreas compuestas por paisajes más heterogéneos, con mayor presencia de hábitats mosaico y vegetación natural.

Los hallazgos de este trabajo de investigación deben ser considerados en combinación con los obtenidos en trabajos previos experimentales, en los que se ha demostrado que el consumo semillas de cereal tratadas a dosis comerciales pueden tener efectos sobre parámetros fisiológicos y reproductivos de la perdiz.

Desde el IREC consideran demostrado que el uso de las semillas tratadas con plaguicidas, especialmente las que contienen tebuconazol, podrían suponer un riesgo para la conservación de las poblaciones de aves granívoras.

Además, el trabajo pone de manifiesto la importancia de la composición y diversificación del paisaje agrícola que debe considerarse una prioridad a la hora de evaluar y minimizar el riesgo que estas semillas tratadas pueden suponer para las aves que habitan en estos ambientes.

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