TOLEDO.- El Gobierno de Castilla-La Mancha emplaza al debate sobre el estado de la región, previsto para los días 4 y 5 de octubre, para desvelar las medidas fiscales que va a tomar para hacer frente a la situación actual. Propuestas que, en todo caso, serán "con bisturí" y destinadas a "ayudar verdaderamente", no a quedarse en "mero maquillaje que pueda aportar votos, pero nada de liquidez a las familias".
Así lo ha avanzado este martes la consejera de Igualdad y portavoz del Ejecutivo regional, Blanca Fernández, quien durante la rueda de prensa que ha ofrecido en Toledo para informar sobre los acuerdos adoptados por el Consejo de Gobierno, y a preguntas de los periodistas sobre la bajada de impuestos a la que se van sumando distintas comunidades autónomas, ha precisado que "si hay alguna medida en ese sentido, será el presidente quien la anuncie".
Para Fernández el "mercadeo fiscal" que se está viviendo parece "poco serio y riguroso", más aún en un contexto económico de dificultades como el actual, en el que habría que analizar "si son las rebajas fiscales o la transferencia de renta lo más ideal". Algo que, seguramente -ha precisado- "depende de las circunstancias, las personas o el colectivo a las que se dirijan".
En este sentido, la portavoz del Gobierno regional ha recordado que en Castilla-La Mancha ya se ha llevado a cabo una rebaja fiscal "muy importante" en este mismo ejercicio, que ha supuesto que miles de personas que viven en el medio rural afectado por la despoblación "hayan podido deducirse buena parte del tramo autonómico del IRPF, por ejemplo, o también otros impuestos".
No obstante, considera necesario seguir apostando por la transferencia de renta para las familias, ya estén en situación de vulnerabilidad o no, porque -ha subrayado- "el encarecimiento de los productos de primera necesidad hace que familias de clase media, trabajadoras, estén sufriendo dificultades". Algo que ha llevado ya al Gobierno regional a tomar decisiones últimamente, como por ejemplo aumentar el dinero destinado a las becas de libros de texto.
Dicho esto, la portavoz del Ejecutivo castellanomanchego ha abogado por la necesidad de hacer "una reflexión profunda de país", algo que viene reclamando desde hace tiempo el presidente regional, Emiliano García-Page, quien ha pedido ayuda a la Universidad de Castilla-La Mancha para hacer una propuesta rigurosa que pueda ser de utilidad para el país.
Y es que, ha continuado Fernández, "no puede ser que las comunidades autónomas entremos en ese mercadeo", y menos aún "a las puertas de unas elecciones", puesto que quizás haya que preguntarse "si al día siguiente de hacer una bajada de impuestos que suponga una merma importante para los ingresos, habrá que hacer recortes".
Algo, ha precisado, a lo que "no estamos dispuestos en Castilla-La Mancha", donde el presupuesto de la comunidad autónoma supone el 25 por ciento del PIB, y en la que cuando se acometieron "los recortes nefastos en la época de Cospedal" se lastró la economía y generó un "devastador efecto sobre el empleo".
Por eso Fernández considera que "hay que tener mucho cuidado y ser responsable" con los planteamientos que se hacen, saber que las familias lo están pasando mal, pero que "se las puede ayudar por la vía de las rebajas de impuestos, pero también, y sobre todo, por la vía de la transferencia de rentas".
Al margen de estas consideraciones, la portavoz del Gobierno regional ha recordado también la propuesta de armonización fiscal planteada por el presidente García-Page, algo que considera "más que aconsejable" en unos momentos como los actuales, visto el "guirigay fiscal" que existe en España.
Preguntada en concreto por la propuesta de deflactación del IRPF, a la que el Gobierno central no cierra la puerta y si habría disposición por parte de Castilla-La Mancha a llevarla a cabo en el tramo autonómico, Fernández ha señalado que si se analiza la propuesta concreta el presidente del PP regional, Paco Núñez, "el ahorro medio de esa deflactación supone una media de 4 euros por contribuyente al año". Cifras que "parece no puedan ayudar a la economía familiar en ningún caso".
Por ello, desde el Ejecutivo regional consideran que si habla de deflactación (subir los tramos de renta, para que se cotice lo mismo que tramos más bajos), "habría que acompañarlo de otras medidas".
Algo en lo que hay que tener en cuenta que si también se habla de cómo equilibrar las cuentas, "la inflación también provoca un problema de gestión y de digestión a la administración pública, porque sube todo: para las familias y también para la administración".
Así, y más allá de las consideraciones puntuales y de análisis de medidas concretas como pueda ser el impuesto sobre el patrimonio o una deflactación, "que verdaderamente no tiene efectos reales sobre la economía de la gente", lo que se necesita es "hacer una reflexión en serio", que sería conveniente hiciera "el conjunto del país".
CENTRADO EN LA REALIDAD Y CARGADO DE ANUNCIOS
Por otra parte, y preguntada sobre qué discurso va a plantear el próximo martes el presidente regional en el debate sobre el estado de la región, Fernández ha asegurado que estará "muy centrado en la realidad y el contexto actual", algo que no se puede obviar como se ha puesto de manifiesto en esta legislatura en la que "preveíamos certezas y hemos visto cómo entre pandemias, guerras, crisis e inflación, han ido desapareciendo".
De este modo, lo primero que dejará claro Page en su intervención es que el Gobierno de Castilla-La Mancha es "previsible" y que no se aleja de su hoja de ruta, marcada por la garantía de los servicios públicos y seguir mejorándolos, así como extender la justicia social a todo el conjunto de la población, con especial atención a los colectivos más vulnerables.
Pero también, ha avanzado la portavoz regional, será un discurso "muy cargado de anuncios", algunos de los cuales "seguramente no se esperan", en el que habrá también tiempo para el balance de lo hecho en estos siete años, pero "sobre todo de mirar al futuro y cómo vamos a afrontar y enfrentar los retos que tenemos".
