Castilla-La Mancha levanta el cierre el domingo: se podrá entrar y salir libremente de la región

Emiliano García-Page confirma que el fin del estado de alarma va a suponer el levantamiento de las restricciones de movilidad, pero no de otras medidas como el toque de queda y el uso obligatorio de mascarilla.
Control de la Guardia Civil por las restricciones de la covid-19. ARCHIVO
photo_camera Control de la Guardia Civil por las restricciones de la covid-19. ARCHIVO

ALBACETE.- Castilla-La Mancha abrirá sus fronteras a partir del próximo domingo, una vez decaiga el estado de alarma. Se pondrá así fin a meses de cierre perimetral cuyo objetivo ha sido contener la expansión de la pandemia de covid-19, y que ha restringido la movilidad de salida y de entrada de la comunidad autónoma a lo largo de los últimos meses.

Así lo ha confirmado este lunes el jefe del Ejecutivo castellanomanchego, Emiliano García-Page, durante la inauguración en la localidad albaceteña de Tarazona de la Mancha, donde ha inaugurado el Museo del Carnaval.

García-Page ha subrayado cómo después de muchos meses, con mucha gente cumpliendo, ha llegado la hora de que se puedan producir "ciertos reencuentros, ciertas dinámicas y facilidades".

El presidente regional ha recordado que es "muy duro" aprobar restricciones, y precisamente medidas como ésta, que ha sido "una de las que más duele". Por ello, atendiendo a "razones familiares y humanitarias", se ha decidido levantar el cierre perimetral a partir del próximo domingo.

De este modo, una vez decaiga el estado de alarma, "se podrá entrar y salir libremente de Castilla-La Mancha". García-Page ha confirmado así que se levanta el perimetraje al que ha estado sometida la región, "independientemente" de que se pudiera permitir a las autonomías mantener estos cierres.

PARAGUAS PROTECTOR

García-Page ha subrayado que la finalización del estado de alarma el próximo 9 de mayo supone un momento "delicado", puesto que el "paraguas" que constitucionalmente ha protegido a lo largo de estos meses la toma de decisiones se ve "alterado".

Es por ello que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se va a volver a reclamar "un paraguas constitucional" que permita a las comunidades autónomas "seguir teniendo un equilibrio prudente entre las medidas de restricción y la apertura hacia la vida normal". Y es que, ha vuelto a insistir García-Page, "no se puede pasar de cien a cero, ni de cero a cien".

En este sentido, el presidente castellanomanchego considera que se debe llevar a cabo un planteamiento de desescalada "ordenado", para lo que se precisa de ese paraguas constitucional.

Una reclamación que, asegura, realiza no solo pensando en la pandemia y el virus, sino "en los derechos y las libertades de todos los españoles", de modo que en el futuro "ningún presidente autonómico" pueda utilizar los antecedentes de estos decretos de carácter autonómico para limitar los derechos y contra la unidad de España.

García-Page apuesta así por un planteamiento en el que las instituciones determinen que "todos somos iguales, estemos donde estemos en España". Por ello, ha aseverado, "no garantizaré en ningún caso más apoyo que no sea la firme unidad constitucional", aunque pueda haber matices en ayuntamientos y comunidades.

Quiere así que si no puede ser tan grande como el que hoy tenemos, el "paraguas" constitucional se sustituya por otro distinto, "otro pequeño, en proporción a las necesidades que va teniendo España".

Y aunque en Castilla-La Mancha desde el domingo se pondrán fin a las restricciones de movilidad fuera de las fronteras autonómicas, el decaimiento del estado de alarma no supondrá el final de otras medidas como el toque de queda y el uso obligatorio de mascarilla, acciones en las que "seguimos creyendo", ha subrayado García-Page.

Así, el presidente regional ha vuelto a pedir "coherencia", puesto que "no se puede pasar a la barra libre, al caos".

No obstante, García-Page se ha mostrado optimista respecto a lo que sucederá en los próximos meses en el contexto de esta pandemia.

Un trance que incluso ha podido con una fiesta como el Carnaval de Tarazona, "con el que no pudo ni la dictadura de Franco", pero que hizo que el año pasado fuera el primero en la historia en no poderse celebrar.

Una circunstancia que García-Page se ha mostrado convencido de que no se repetirá en 2022. "El año que viene habrá Carnaval y no vamos a tener mascarilla, a menos que forme parte del atuendo, porque no será obligatoria", ha apostillado.

EN MES Y MEDIO LA MITAD DE LA POBLACIÓN

En este sentido, el presidente castellanomanchego ha señalado que "probablemente" a mediados de junio, "la mitad de toda la población" de Castilla-La Mancha estará vacunada, un porcentaje que superará el 70 por ciento cuando termine el verano.

Y es que hasta el momento, ha detallado García-Page, en la región ya se ha completado la vacunación de la población de más de 80 años, mientras que entre los mayores de 70 años ya se ha vacunado a más del 75 por ciento.

Asimismo ha explicado que a finales de mayo también se habrá administrado la vacuna contra la covid-19 a toda la población mayor de 60 años, y se habrá avanzado de forma importante entre quienes tienen entre 50 y 59 años.

El presidente regional ha asegurado que en Castilla-La Mancha se están poniendo "todas las vacunas que llegan" y en las próximas semanas "se van a poner muchas más".

Así, García-Page ha querido agradecer el comportamiento "responsable y sereno" de la ciudadanía, que está esperando a que les llamen y den cita para acudir a vacunarse, "sin dejarse llevar por las colas-espectáculo", siendo conscientes de que es "una decisión sanitaria".

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