Luz verde al Plan de Atención a la Infancia y la Adolescencia de Castilla-La Mancha al que se destinarán 45,7 millones

Se aprueba una hoja de ruta para el horizonte 2023-2026, de cuyas actuaciones se beneficiarán de forma directa 75.000 niños y jóvenes, y 35.000 familias.
Uno de los ejes del plan se centra en las familias. - JCCM
photo_camera Uno de los ejes del plan se centra en las familias. - JCCM

TOLEDO.- El Ejecutivo regional ha dado luz verde al Plan de Atención a la Infancia y la Adolescencia de Castilla-La Mancha 2023-2026, del que se beneficiarán de forma directa 75.000 niños y jóvenes, y 35.000 familias, contando para ello con un presupuesto de 45,7 millones de euros.

Un plan, que tal y como ha informado la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, tiene como principal objetivo "proteger y fomentar la autonomía personal, garantizar la participación y el ejercicio de los derechos en igualdad de oportunidades" en la región para este colectivo.

Se trata, ha precisado, de plantear "políticas concretas", adaptadas al momento actual, con las que dar respuesta a las necesidades de niños, adolescentes y familias de Castilla-la Mancha en los próximos años.

Con este plan, que da continuidad al trabajo iniciado en 2018, se establece una hoja de ruta en base a la que trabajar de forma coordinada y consensuada con profesionales de atención a la infancia, otros profesionales, consejerías y entidades del tercer sector.

Para ello, este plan se articula en torno a cuatro ejes. El primero de ellos, denominado 'Cuida', pone el foco en la familia y la prevención. "Nos centramos en acompañar a las familias en la crianza de los hijos, especialmente aquellas más vulnerables; la creación de espacios de comunicación y escucha, así como la atención especializada en momentos de conflicto", ha explicado la consejera.

El segundo eje, 'Protege', se centra en la infancia y en evitar las situaciones de desprotección que puedan tener los menores, priorizando la permanencia en su entorno familiar. Se contemplan así actuaciones a través de los numerosos recursos y servicios existentes, los cuales son puestos a disposición de los profesionales, de la atención integral al entorno familiar, así como para los menores tutelados por la Administración, favoreciendo la acogida familiar o la adopción, junto al trabajo realizado en los centros de menores.

Un eje en el que también se incluye la mediación con menores infractores, ofreciéndoles un proyecto de vida, una "segunda oportunidad", ha precisado García Torijano, así como la creación de unidades especializadas en víctimas de violencia y de explotación sexual.

Un tercer eje del Plan se denomina 'Acompaña', el cual centra el trabajo en la transición a la vida adulta, especialmente destinado a quienes viven dentro de hogares con mayor vulnerabilidad o están tutelados por la Junta, ofreciéndoles apoyo para "dar el santo". Se trata, ha recalcado la consejera de Bienestar Social, de potencia a través de programas la inclusión, la formación y el empleo, ofreciendo también soporte económico. Del mismo modo contempla proyectos innovadores, como el de 'Referentes' en el que se ofrece a estos jóvenes "una figura de apoyo más allá de los 18 años", acompañándoles en el desarrollo de su proyecto de vida "con mayores garantías".

Completa el plan un cuarto eje trasversal, destinado al trabajo y la coordinación en red entre las administraciones y todos los actores implicados en las políticas de infancia.

Una hoja de ruta que ve luz verde a escasas fechas de que vaya a aprobarse en las Cortes la Ley de Infancia y Familia, cuyo anteproyecto de ley era aprobado el pasado mes de octubre por el Consejo de Gobierno, en la que se recoge precisamente la obligatoriedad de contar con este plan. Una hoja de ruta que "no es estanca" -ha precisado la consejera-, sino que se irá modificando "en base a las necesidades, a las circunstancias que se vayan viviendo".

Una norma que García Torijano confía en que sea aprobada por unanimidad, al ser una ley importante en Castilla-La Mancha.

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