Sistema tensionado, pero "no hay colapso": las urgencias de Castilla-La Mancha están realizando 3.100 atenciones diarias

El Gobierno regional transmite un mensaje de "tranquilidad" y defiende el buen funcionamiento de los planes de contingencia. Aunque hubiera preferido que fuera una recomendación, asume la obligatoriedad de las mascarillas en centros sanitarios.
Page y Fernández han visitado el Hospital de Valdepeñas tras la entrada en vigor de la obligación de llevar mascarilla. - D. ESTEBAN | JCCM
photo_camera Page y Fernández han visitado el Hospital de Valdepeñas tras la entrada en vigor de la obligación de llevar mascarilla. - D. ESTEBAN | JCCM

TOLEDO.- Las urgencias de los centros sanitarios públicos de Castilla-La Mancha realizan en la actualidad una media de 3.100 atenciones al día frente a las 2.800 de un día normal, según los datos ofrecidos por el consejero de Sanidad de la región, Jesús Fernández Sanz, que si bien ha reconocido que los niveles actuales tensan el sistema, ha aseverado que "no hay colapso".

Fernández Sanz ha realizado estas declaraciones en Valdepeñas (Ciudad Real), tras visitar la nueva resonancia magnética de alto campo instalada en el hospital de la localidad, según ha informado la Junta de Comunidades en una nota de prensa.

El consejero de Sanidad ha señalado que la última semana del año "tuvo una gran subida" en el número de casos de gripe, que ha continuado en la primera semana del año, y ha calculado que se está llegando "a números de prepandemia".

Así, el consejero ha recordado cómo con el uso de la mascarilla y con las campañas de vacunación, la gripe prácticamente desapareció, y ha querido transmitir un mensaje de tranquilidad, ya que los profesionales están trabajando "muy bien con los planes de contingencia""

Asimismo, ha explicado que la media de atenciones en urgencias un día normal es de 2.800, con un pico máximo de 4.000, si bien ha calculado que actualmente la media es de 3.100 atenciones en urgencias, algo que "tensa el sistema, pero no hay colapso".

Respecto a la vacunación de la gripe, Fernández Sanz ha informado de que en los años 2017, 2018 y 2019 había una cobertura del 51 por ciento en prepandemia y durante la etapa covid ascendió al 80 por ciento.

"Ahora estamos como en la prepandemia y por eso hemos decidido abrir en los puntos de vacunación a todo el mundo e invitamos a que la población se vacune", ha concluido el consejero de Sanidad.

SE "ASUME" LA OBLIGATORIEDAD DE LAS MASCARILLAS

Por su parte en Toledo, la consejera portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Esther Padilla, ha afirmado que la región se encuentra ya en una fase de mantenimiento y empezar a bajar la incidencia de enfermedades respiratorias, cuyo pico se ha adelantado este año y se ha podido absorber gracias a los planes de contingencia en hospitales y centros de salud.

La portavoz, a preguntas de los periodistas en su habitual rueda de prensa de los miércoles, ha indicado que esta situación de alta incidencia de enfermedades respiratorias se produce cada año y ha pedido no alarmarse porque los datos "no son alarmantes" y el sistema sanitario, ha dicho, "está preparado para asumir a los pacientes".

En ese sentido, ha mencionado que se han realizado nuevas contrataciones y, por ejemplo en el hospital de Toledo, se ha contratado a más de 200 profesionales para poder atender los picos de incidencia de gripe, covid y, en general, enfermedades respiratorias.

Ha señalado que ha habido días en los que la afluencia de pacientes ha sido "brutal", como el 26 de diciembre en que se atendieron en Castilla-La Mancha 4.000 emergencias hospitalarias cuando la media son 2.800, cifra en la que ya se encuentra la región.

Padilla ha reclamado que los datos de incidencia se evalúen en todas las comunidades autónomas según los criterios que marca el ministerio, como se hace en Castilla-La Mancha, pero no lo hacen todas de la misma manera y eso puede crear confusión con los datos.

Con respecto a la indicación del ministerio para que el uso de la mascarilla sea obligatorio en todos los centros sanitarios, ha dicho que el Gobierno de Castilla-La Mancha no se opone y lo asume, pero hubiera preferido que en vez de obligación fuera una recomendación.

Y que se hubiera adoptado esta medida por consenso y tras estudiar las alegaciones que han hecho las comunidades autónomas.

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