Doce víctimas de la represión franquista arrojadas a una fosa 'caliente' en Tembleque recuperan su nombre y dignidad

Durante los trabajos de exhumación, impulsados por la Asociación Manuel Azaña, se localizaban cinco cuerpos más, uno de ellos correspondiente a una mujer y otro a un niño, de los que no se tienen datos.
Los trabajos de exhumación de la fosa de abril de 1939 en Tembleque se llevaron a cabo en noviembre del año pasado. - ASOC. MANUEL AZAÑA
photo_camera Los trabajos de exhumación de la fosa de abril de 1939 en Tembleque se llevaron a cabo en noviembre del año pasado. - ASOC. MANUEL AZAÑA

TOLEDO.- Identificar y devolver la dignidad a cerca de una veintena de víctimas de la represión franquista en la localidad toledana de Tembleque, asesinados tras el interrogatorio y arrojados a una fosa común del cementerio municipal, era el objetivo principal del proyecto impulsado por la Asociación Manuel Azaña. Una iniciativa que ha culminado tras meses de trabajo con la localización de diecisiete cuerpos y la identificación de doce de ellos, que hasta ahora habían permanecido sumidos en el 'olvido' en la conocida como la fosa de abril de 1939.

Un mecanismo de "marginación y olvido" que, sin embargo, no pudo con la tradición oral de la localidad, gracias a la cual se mantuvo vivo el 'secreto' de la ubicación de esta fosa común a la que fueron arrojados "en caliente" estos vecinos de la localidad al terminar la Guerra Civil como ejercicio de represión ideológica franquista.

Y es que, explican desde la asociación, las víctimas allí enterradas fueron asesinadas durante el interrogatorio y la toma de declaración llevada a cabo en la cárcel de Tembleque, después de recibir maltratos y torturas para que se auto inculparan de lo que había sucedido en la localidad manchega desde 1934 hasta el final de la Guerra Civil.

Un lugar que el empeño de los familiares consiguió preservar y conseguir la cesión en propiedad, por parte del Ayuntamiento, contando con el acuerdo unánime del pleno del 26 de julio de 1977. Ese mismo año construían e inauguraban un mausoleo en honor a sus familiares asesinados en la cárcel en abril de 1939.

Y allí, para la reparación de las víctimas, comenzaban en noviembre del pasado año los trabajos impulsados por la asociación, con el objetivo de poder localizar los restos de, al menos, diecisiete personas, que fueron arrojadas "en caliente" a esta fosa.

Una labor que se ha podido llevar a cabo por parte de la Asociación Manuel Azaña gracias a la subvención de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, a través de la Presidencia de la Junta de Comunidades y bajo la supervisión de la Universidad de Castilla-La Mancha, y que ha contado también con la colaboración del Ayuntamiento de Tembleque.

Nueve meses de trabajo en los que se ha desarrollado la exhumación, individuación e identificación genética y antropológica de las personas enterradas en esta fosa del cementerio municipal de Tembleque.

Una fosa que había permanecido en la retina y memoria de los temblequeños como testigo silencioso de aquel proceso de depuración ideológica llevado a cabo en la localidad en abril de 1939.

Ya en los trabajos previos de investigación histórica desde la asociación se habían identificado entre dieciocho y veinte posibles víctimas enterradas en esta fosa común.

Después, la excavación arqueológica, la exhumación e identificación antropológica realizada por el colectivo, contando con el trabajo del antropólogo forense y de campo Víctor Barrera Alarcón, y del arqueólogo José Luis Córdoba de la Cruz, así como el trabajo voluntario de varios familiares de las víctimas y del Consistorio temblequeño, posibilitaba el hallazgo de siete depósitos diferenciados en los que se han localizado un total de diecisiete cuerpos.

Uno de ellos situado por encima del resto, correspondiente a una reinhumación realizada en 1977, explican desde la asociación. Cuerpo correspondiente a José María García Romero, conocido como 'Tres Dedos', quien habría muerto -tal y como han corroborado testimonios orales y familiares, así el patrón de las fracturas documentadas- en unas circunstancias específicas, por lo que su identificación antropológica es de alta probabilidad.

Asimismo, se localizaban en uno de los depósitos el cuerpo de una mujer, de la cual no se dispone información alguna, y en otro se han individuado los restos de un niño.

Tras varias reuniones con los familiares de las víctimas de la represión franquista en Tembleque, doce de ellas se prestaron a que su ADN fuera contrastado con el de los individuos enterrados en la fosa.

Una comparativa realizada por un laboratorio especializado, a través de la que se ha conseguido identificar catorce los diecisiete cuerpos exhumados en la fosa.

Seis de ellos mediante pruebas de ADN: Baltasar Fernández Villacañas, Pablo Rodelgo Ocaña, Jesús Sánchez Tornero Rodelgo, José Delgado Martínez, Baltasar Ocaña Gómez y Ángel González Arribas. A otro, José María García Romero, por su especificidad dentro de la fosa; y a otras tres víctimas mediante análisis histórico y antropológico, también con alta probabilidad: Miguel de las Heras Calvo, Vicente Hellín Rodríguez y Prudencio Téllez Martín.

Junto a ellos se ha identificado con moderada probabilidad, mediante concordancias históricas, arqueológicas y antropológicas a Juan José Sánchez-Altomuro Rabadán y a Miguel Patiño Molina.

Asimismo, después de las investigaciones se ha desestimado la presencia de un individuo represaliado, al no coincidir con las descripciones sobre su edad, causas de la muerte o las posibles torturas infligidas en su cuerpo, por lo que se ha concluido que no se encuentra entre los cuerpos exhumados de la fosa de abril de 1939; y de los cuerpos de la mujer y el niño localizados no hay datos.

Estudios que han permitido comprobar la veracidad de los hechos estudiados mediante la identificación de las víctimas del franquismo que, durante décadas, han permanecido 'olvidadas' en Tembleque.

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