El Ayuntamiento de Ciudad Real ha acordado cerrar de forma inmediata el complejo Cumbria al menos durante dos meses en los que la empresa deberá acometer las obras necesarias para garantizar la seguridad de las personas que accedan a él. Además, el pasado mes de agosto, los propietarios fueron multados con una sanción de 6000€ por las irregularidades del hotel.
Según explicaciones del concejal de Urbanismo, Alberto Lillo, la clausura no es definitiva y la reapertura del edificio está condicionada a que se cumplan las obras que la empresa ha presentado, que va a acometer para garantizar la seguridad de los clientes y trabajadores, por lo que una vez que los técnicos del Ayuntamiento hagan la correspondiente revisión para comprobar si se han cumplido los compromisos, el Consistorio no tendrá problema en facilitar su reapertura.
La historia del hotel se remonta a hace casi una década, y desde entonces, el complejo ha destacado por sus escándalos. Abrió en 2006, pero sin la licencia de apertura. En 2011, los técnicos municipales denunciaron hasta en un total de seis informes la falta de medidas de seguridad en el complejo.
El ejecutivo popular, no contento con seguir permitiendo estas irregularidades, decidió utilizar el hotel con fines bastante perversos. Se descubrió que el Hospital de Ciudad Real desviaba a embarazadas en listas de espera a una empresa privada (vinculada al PP) que hacía las ecografías en este hotel, haciendo peligrar vidas humanas en el afán del Gobierno de Cospedal por destruir la sanidad pública y hacer negocio con esta.
“Casualmente”, el gerente del hospital de Ciudad Real, Juan José Jiménez Prieto, se presentó en 2007 a la Alcaldía de Puertollano junto con el marido de una de las directivas encargada de realizar las ecografías.
