TOLEDO.- El Gobierno de Castilla-La Mancha presentará en unos días los resultados de un estudio sobre sanidad mortuoria que arrojará "mucha luz" sobre el número de fallecimientos que se han producido en la región a causa del coronavirus.
Así lo ha anunciado el presidente regional, Emiliano García-Page, quien ha asegurado que se han estudiado "uno a uno" todos los partes de fallecimiento que han emitido los médicos en la región, lo cual permitirá llegar a "una conclusión clara" sobre quiénes han fallecido bajo la condición del virus.
Fallecidos que serán "sustancialmente menos" de aquellos que señalan las cifras de los registros civiles, ha advertido, aunque en todo caso "serán una barbaridad", dado el alto grado de afectación que tuvo "la primera onda expansiva que se produjo con la bomba epidemiológica en Madrid".
García-Page se ha mostrado convencido de que este informe, que se está ultimando en un momento en el que "en España les da todos los días por cambiar la forma de contar a los fallecidos" -lo cual dice no entender-, permitirá "aclarar todos esos datos".
Asegura que no se trata de que sean "ni más ni menos importantes", sino de conocerlos "para que esta experiencia nos lleve también a tener para el futuro protocolos de actuación más correctos".
Durante su intervención, García-Page ha recordado que en esta pandemia los mayores, aquellos que "ya estaban gozando de una cierta tranquilidad" y que se habían ganado el descanso "a base de sacar adelante a este país y de haber sufrido los peores momentos", se han convertido en el objetivo 1 del virus. Muestra de ello que el 87 por ciento de los fallecimientos se han producido entre personas mayores de 70 años.
A ello se ha sumado el hecho de que quienes viven en residencias tienen "una edad media de 87 años" y se encuentran, "muchas veces", en condiciones "muy vulnerables".
Asimismo García-Page ha señalado que el 95 por ciento de la ciudadanía que ha fallecido "además del virus tenía una patología añadida", lo cual pone de manifiesto hasta qué punto este virus "se ceba" en los que ya tienen otros problemas.
Un contexto en el que "por primera vez en décadas" en España se ha cambiado la legislación mortuoria, planteando que cuando antes se exigía 2 días para los enterramientos, ahora fueran "urgentes", por miedo al contagio a través de los cadáveres.
CONTRASTAR CON EL SISTEMA JUDICIAL
Para tener esa visión real de lo sucedido, desde el Gobierno regional se tiene la intención de contrastar estos datos fidedignos de sanidad mortuoria con los que maneja el sistema judicial.
Así, se va a solicitar "toda la documentación" que maneja para poder repasar "cada uno de los análisis que se hayan hecho, tanto forenses como de los registros civiles", ha precisado, "no sea que se estén imputando fallecimientos de manera inadecuada".
Un análisis del que García-Page se ha mostrado convencido saldrán unos datos de sanidad mortuoria que "van a coincidir mucho" con los que oficialmente ha dado el Gobierno entre fallecimientos directos y fallecimientos por sospecha de haber tenido el virus.
En este sentido el jefe del Ejecutivo autonómico ha agradecido el esfuerzo de la Dirección General de Salud Pública y del propio consejero, Jesús Fernández Sanz, al que considera "un crack" y "uno de los mejores consejeros que ha tenido Castilla-La Mancha en Sanidad, de los mejores del país y de Europa".
