El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, junto a su vicepresidente, José Luis Martínez Guijarro, durante un pleno de las Cortes regionales. ARCHIVO

GUADALAJARA.- Armonización fiscal sí, pero sin tener que imponer un impuesto específico a un territorio concreto. Esta es la posición del Gobierno castellanomanchego de Emiliano García-Page ante el debate abierto por el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, al plantear la creación de un impuesto para las rentas altas en la Comunidad de Madrid, a la que ha acusado de "dumping fiscal" y "competencia desleal" en materia impositiva.

Rechazo a este planteamiento que hoy ha subrayado el vicepresidente de la Junta de Comunidades, José Luis Martínez Guijarro, quien si bien se ha mostrado partidario de que el Ejecutivo central haga "un esfuerzo de armonización fiscal", algo para lo que desde la Comunidad Autónoma se ha pedido incluso una iniciativa legislativa en esta materia, también ha manifestado la negativa de Castilla-La Mancha a que "se imponga una tasa a un territorio concreto".

Así lo ha señalado a preguntas de los medios de comunicación sobre la propuesta realizada por Puig hace unos días, provocando un nuevo debate territorial sobre la fiscalidad en Madrid y la armonización. Un planteamiento que ha encontrado sin embargo el beneplácito de parte del Gobierno de Pedro Sánchez, desde el que el ministro José Luis Escrivá augura a la propuesta "mucho recorrido", mientras que la ministra María Jesús Montero asegura que el asunto "no está ni estará en la agenda del Gobierno".

Iniciativa que pasa por la creación de un impuesto que únicamente iría destinado a las rentas altas de la Comunidad de Madrid, que serviría para compensar al resto de comunidades autónomas el efecto capitalidad que tiene este territorio.

Según Puig, el hecho de que Madrid sea la capital atrae bases imponibles de otros lugares, por lo que este nuevo impuesto serviría para armonizar fiscalmente a todas las comunidades.

Durante una visita a Hiendelaencina, en la Sierra Norte de Guadalajara, Martínez Guijarro ha insistido en la necesidad de una "convergencia fiscal", pero ha subrayado que desde Castilla-La Mancha no se comparte el criterio del presidente valenciano. "Estamos de acuerdo en que los españoles tengan obligaciones fiscales equiparables en todos los territorios, pero no creemos que sea conveniente establecer un impuesto específico para ningún territorio", ha añadido.

Y es que aunque reconoce la existencia de "un problema serio de financiación autonómica" para mantener servicios en las zonas despobladas, como en la comarca que hoy ha visitado, donde "es mucho más caro mantener los servicios públicos como la Educación o la Sanidad".

Sin embargo, esto "no significa que haya que poner un impuesto a la Comunidad de Madrid", ha señalado el vicepresidente regional, sino que "el Estado tiene que financiar bien al resto de comunidades autónomas redistribuyendo los fondos".