TOLEDO.- La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha aprobado este jueves una serie de medidas para reforzar el sistema sanitario de la región, que se ha visto sometido a una gran presión asistencial en las últimas semanas ante la incidencia de la sexta ola de la pandemia.
En una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Jesús Fernández Sanz ha explicado que el objetivo de estas medidas es descongestionar el sistema de atención primaria y las urgencias hospitalarias durante la Navidad.
De esta forma, el titular de Sanidad ha anunciado que se ha aumentado el personal en las áreas administrativas hasta llegar a los 817 profesionales, 205 más de los que había antes de la pandemia. También se ha incrementado el número de trabajadores -702 personas- del centro de llamadas, que actualmente atiende unas 15.000 citas diarias.
Por otro lado, se han habilitado circuitos específicos para la realización de pruebas PCR, que ahora se comunicarán por SMS si el resultado es negativo para evitar que los usuarios vayan al centro de salud.
Asimismo, las bajas laborales por covid no las dará el médico de familia, sino la Gerencia de Inspección, y la renovación de los medicamentos para los pacientes crónicos será automática y no tendrán que acudir al centro sanitario.
Desde el Ejecutivo castellanomanchego han pedido al Ministerio de Defensa la incorporación de militares para las labores de rastreo y seguimiento y han reabierto dieciocho de los puntos de vacunación masivos que se pusieron en marcha el pasado mes de marzo.
Sobre este punto, Fernández Sanz ha hecho hincapié en la importancia de la vacunación y de las dosis de refuerzo, recordando que un 40 por ciento de los hospitalizados no estaban inmunizados.
Ha destacado que "nuestra región está entre las cinco comunidades autónomas que más están vacunando" en el tramo de 11 a 5 años, con un 22,6 por ciento de niños con la primera dosis, mientras que la media nacional se sitúa en el 17,8 por ciento.
Igualmente, ha agregado que se ha aplicado la dosis de refuerzo al 80 por ciento de los mayores de 60 años, y que se ha administrado un total de 3.599.034 vacunas desde diciembre del año pasado.
El consejero ha declarado que afrontan "una Navidad diferente a la del año anterior por las vacunas", añadiendo que "el 86 por ciento de las pruebas PCR son negativas" y que en esta ola "hay mucho contagio pero poca demanda hospitalaria".
Ha insistido en que la Junta se ha guiado siempre por la "coherencia", manteniendo una posición de "equilibrio" entre la situación epidemiológica del momento y las restricciones sanitarias.
En ese sentido, ha descartado que se aprueben otras medidas que vayan más allá del refuerzo de la atención primaria, la vacunación, las mascarillas, la distancia interpersonal de seguridad, la ventilación de interiores o el lavado de manos.
Por último, ha recordado que Castilla-La Mancha continúa siendo la comunidad con menor incidencia acumulada a nivel nacional, tanto a 14 como a siete días. En el primer caso, la región ha registrado una incidencia de 374 casos por 100.000 habitantes cuando la media estatal es de 784 casos.
Con respecto a la incidencia acumulada a siete días, la región registra 193 casos por 100.000 habitantes, mientras que la media estatal asciende a los 486 casos.
A preguntas de los medios sobre si van a hacer recomendaciones a los ayuntamientos, ha dicho que para instituciones y ciudadanos se está recomendando "responsabilidad y sentido común", que se evite todo lo que lleve un mayor contagio, porque según ha considerado "no se trata de salvar la Navidad, sino de tener un 2022 mejor".
