El foco se detectaba en una de las cinco naves de gallinas en jaula de la explotación. - ARCHIVO

GUADALAJARA.- Más de 600.000 gallinas ponedoras han sido sacrificadas en una explotación ganadera de la localidad guadalajareña de Fontanar tras detectarse en ella un foco de gripe aviar, dándose por controlado una vez adoptada esta medida y la desinfección de las naves.

Se trata del primer foco en aves de corral detectado en Castilla-La Mancha, que viene a sumarse así a los otros 34 focos de influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) H5N1 notificados en España en lo que va de año.

Así lo ha confirmado el Ministerio de Agricultura, desde el que explican cómo el foco se detectó cuando los encargados de la nave comprobaron y comunicaron un "incremento anormal" de la mortalidad en una de las naves en jaula, el pasado 8 de septiembre. En total, la explotación contaba con 601.000 animales censados, distribuidos en 6 naves, 5 en jaula y una en suelo.

Tras el aviso, los servicios veterinarios oficiales de la Junta de Castilla-La Mancha llevaron a cabo una inspección, remitiendo una serie de muestras al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, al ser este el laboratorio nacional de referencia de influenza aviar en España, donde se ha confirmado que se trata de una cepa de IAAP subtipo H5N1.

Asimismo se ha determinado que la vía más probable de introducción del virus en la granja haya sido por medio de contacto con aves silvestres, ya que este año la circulación del virus entre estas aves se ha mantenido también durante el verano, pese a las elevadas temperaturas.

Desde los servicios veterinarios de la Junta se adoptaban de inmediato una serie de medidas, contempladas en el Reglamento Delegado 2020/687 de la Comisión Europea, entre las que se encuentra la inmovilización inmediata de la explotación afectada desde el momento de la sospecha; la realización de una encuesta epidemiológica para poder determinar el origen del foco y explotaciones en riesgo por movimientos de personas y vehículos, así como el sacrificio y la destrucción oficial de los cadáveres, pienso y demás materias contumaces que pudieran transmitir el virus, según lo establecido en la normativa.

Asimismo, se establecía una zona de restricción alrededor del foco, con 3 kilómetros como zona de protección y entre los 3 y los 10 kilómetros de distancia una zona de vigilancia.

En este sentido, desde el Ministerio han apuntado que dentro de estas zonas de restricción se encuentran ocho granjas en producción (dos en la zona de protección y otras seis en la de vigilancia).

Desde el Ministerio de Agricultura detallan que a lo largo de este 2022 se han detectado en aves distintas a las de corral, silvestres incluidas, un total de 72 casos en las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cantabria, Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid, Navarra y País Vasco (69 en aves silvestre y 3 en aves cautivas).

En el caso de Castilla-La Mancha, antes de este foco detectado en Fontanar en aves de corral, únicamente se había detectado un caso, en la provincia de Toledo, afectando a dos águilas rojinegras, un busardo dorsirrojo y un caracara norteño, tal y como recoge el Ministerio.

Del mismo modo subraya que hasta el momento no hay constancia de que este subtipo de influenza aviar, que durante el último año está afectando a Europa, tenga capacidad zoonósica significativa, por lo que la capacidad para transmitirse a las personas resulta "muy reducida".

No obstante, desde el Ministerio se recomienda "minimizar el contacto innecesario con las aves que muestren síntomas clínicos o se hallen muertas en el campo". Y recuerdan que "este virus no puede ser transmitido al hombre a través de carne de ave cocinada, huevos o productos procesados derivados de ellos".

Por último subrayan la necesidad de reforzar las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas, especialmente aquellas medidas destinadas a evitar el contacto con aves silvestres, así como reforzar la vigilancia pasiva tanto en explotaciones avícolas como en aves silvestres, notificando a los servicios veterinarios oficiales cualquier sospecha de enfermedad".

Desde la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, por su parte, se ha destacado que este foco ha quedado controlado, al tiempo que se envía un mensaje de tranquilidad a los consumidores, puesto que no hay peligro para la salud una vez que se han seguido todas las indicaciones establecidas en el reglamento.