Las familias de seis republicanos víctimas de la represión franquista reciben sus restos y honran su memoria en Manzanares

La ARMH, que se ha ocupado de la exhumación y la identificación, recuerda que "la mejor política de memoria histórica se hace en los juzgados y en las escuelas".
Tras la emotiva entrega de las urnas a las familias, los restos eran enterrados en el cementerio de Manzanares. - ARMH
photo_camera Tras la emotiva entrega de las urnas a las familias, los restos eran enterrados en el cementerio de Manzanares. - ARMH

CIUDAD REAL.- Más de ochenta años han pasado desde que fueron asesinados, pero no ha sido hasta este sábado cuando sus familias han podido darles un entierro digno. Los restos de Pedro, Manuel, Antonio, Juan, Gabriel y Agustín, seis republicanos asesinados por la represión franquista entre 1939 y 1940 en Manzanares, finalmente eran devueltos a sus seres queridos en un emotivo acto, en el que se volvía a reclamar para todas las víctimas justicia y reparación.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) hacía entrega de los restos identificados de estos seis hombres, cuyos cuerpos fueron exhumados en los trabajos realizados entre el 17 de mayo y el 2 de junio de 2021 en el cementerio de la localidad. Camposanto en el que fueron asesinadas cerca de trescientas personas en apenas tres años -1939 a 1942-, a los que se trata de devolver su identidad y la dignidad que les fueron arrebatadas.

Voluntarios de la ARMH que participaron en las labores de exhumación fueron los encargados de hacer entrega de las urnas con los restos que han sido identificados a las familias, para su posterior inhumación en el cementerio de Manzanares.

Entre ellos Pedro Gallego Sánchez Gil, quien tenía 48 años cuando fue asesinado, el 15 de junio de 1939. Fue alcalde de Manzanares por el PSOE y afiliado a la UGT. Su cuerpo fue exhumado de la fosa 1.

El mismo lugar en el que fueron hallados los restos de Manuel García-Pozuelo Serrano, de 44 años. Pertenecía a Izquierda Republicana y fue asesinado el 20 de junio de 1939.

También de hacía entrega de sus restos a la familia de Antonio Menchén Bartolomé, quien fue teniente de alcalde por el PSOE y secretario del gobernador civil de Ciudad Real por la CNT. Era también afiliado a la UGT. A los 37 años fue asesinado por los franquistas, concretamente el 15 de junio de 1939 y arrojados sus restos a la fosa 1 del cementerio de Manzanares.

Ese mismo día también era asesinado Juan Bellón Ruiz, de 35 años. Estaba afiliado a la CNT y fue voluntario en el Ejército de la República. Sus restos fueron también hallados en la fosa 1.

Como los de Agustín Ramírez Crespo, de 35 años. Fue asesinado el 30 de julio de 1939. Pertenecía a la CNT y estaba afiliado a UGT.

Finalmente también se hacía entrega de los restos de Gabriel Núñez Alarcón, quien fue exhumado de la fosa 4 del cementerio de Manzanares. Fue asesinado el 3 de abril de 1940. Fue afiliado a la UGT y voluntario en el Ejército de la República.

Seis de las víctimas exhumadas e identificadas en este camposanto ciudadrealeño, que finalmente eran enterrados de forma digna por sus familiares, marcados también por las ausencias de quienes no han podido llegar a vivir este momento de justicia.

Junto a ellos se procedía también a la inhumación de los restos de otras ocho víctimas que aún no han sido reclamadas por sus familias, y de las que se ha tomado muestra de ADN para un futuro contraste.

Exhumaciones y pruebas genéticas que se han realizado por parte de la ARMH con recursos propios, al considerar este colectivo que los derechos humanos se deben garantizar y no subvencionar. Razón por la cual reclama al Gobierno que termine con las políticas de subvención y apueste por la creación de un organismo que atienda a todas y cada una de las familias.

Junto a ello, el presidente de la ARMH, Emilio Silva, subrayaba el sufrimiento de las familias y el abandono que han tenido en democracia: "Nunca podremos pagar la deuda que ha establecido nuestra democracia con todas las víctimas de la represión franquista que han muerto en los últimos años ignoradas por el Estado". Y es que, sentenciaba: "La mejor política de memoria histórica se hace en los juzgados y en las escuelas".

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