CIUDAD REAL.-Tensa semana en la capital provincial después del tiroteo entre clanes en el barrio del Pilar, donde falleció un hombre de 46 años. La ciudad ha sufrido varios disturbios en los que se han quemado y se han ocasionado daños contra varios vehículos.
Unos altercados que se han desarrollado de forma organizada. La Subdelegación del Gobierno ha confirmado que se han producido en estos días llamadas con falsas alarmas para entorpecer la labor de los agentes. Estas se han venido sucediendo desde el miércoles, y buscan aprovechar el movimiento de los policías para continuar con los disturbios en la zona.
Desde el inicio de los sucesos, la seguridad de los barrios donde viven las familias de los implicados ha tenido que ser reforzada con la presencia de la Unidad de Prevención y Riesgos de la Policía Nacional, además de agentes de la Policía Local. Y desde la Subdelegación del Gobierno temen que crezca la tensión una vez que los detenidos, uno de ellos menor, han pasado a disposición judicial.
Tal es la preocupación que este miércoles la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, ha tenido que hacer un llamamiento a "la calma y la tranquilidad" ante el desarrollo de los acontecimientos. En una comparecencia de prensa en la que estuvo acompañada de la subdelegada del Gobierno y el comisario provincial, ha agradecido "el trabajo impecable" de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y ha afirmado que la capital de la provincia "es una ciudad segura".
Más dura se ha mostrado la representante del Ejecutivo central, María Ángeles Herreros, que ha indicado que "no se van a dejar pasar las acciones de estos vecinos que han actuado como si tuvieran impunidad".
En total, han sido ocho los detenidos por el tiroteo del lunes. A los siete que se anunciaron el martes se le suma el herido que tuvo que ser ingresado por una fractura en la pierna, y que la Policía detuvo al salir del hospital.
Este viernes, la jueza instructora ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para seis de los siete implicados que fueron puestos bajo disposición judicial. A todos los que han sido puestos en prisión se les imputan los delitos de homicidio y tenencia ilícita de armas. Igualmente, a cinco se les acusa de allanamiento de morada.
El séptimo detenido que ha pasado por los tribunales, el hijo del vecino fallecido, se encuentra en libertad provisional. No obstante, se le investiga por tenencia ilícita de armas, se le ha retirado el pasaporte y tendrá que comparecer ante el juzgado de forma periódica. El procedimiento judicial continúa bajo secreto de sumario.
