¿Qué es la eficiencia energética y cómo podemos conseguirla?

La eficiencia energética es una práctica que se puede llevar a cabo en cualquier espacio, cuyo principal objetivo es reducir el consumo de energía. Trata de optimizar todos los procesos productivos y el empleo de la energía, de tal manera que se pueda utilizar menos energía y producir más bienes y servicios. El uso eficiente de la energía tiene que ver también con mejorar, por ejemplo, lo máximo posible las estructuras de los edificios para crear diseños de espacios inteligentes donde no se derroche energía y los cuales ayudan a tener que disminuir su uso.

Ahora bien, la eficiencia energética es un concepto que atrae la atención de muchos, pero ¿Cómo podemos conseguir la eficiencia y disfrutar de todas las ventajas y beneficios que traen consigo los hábitos de consumo eficientes?

Para conseguir la eficiencia energética lo primero que se tiene que hacer es buscar una comercializadora eléctrica alternativa a las tradicionales, que se adapte a los hábitos de consumo de cada uno y que permita controlar a tiempo real el consumo que se está haciendo. Lo segundo que se debe poner en práctica, es incorporar todas aquellas recomendaciones y consejos en torno a mejorar nuestros hábitos de consumo y al diseño eficiente de los espacios en los que vivimos.

Una compañía eléctrica con tarifas personalizadas

Lo que ocurre en el mercado eléctrico de España es que, la mayoría de las personas suelen pagar una cantidad mayor de dinero por toda la energía que consume, debido a los precios que marca este mercado en función de la oferta y la demanda. Es más complicado adoptar prácticas de eficiencia energética si tenemos dificultades para entender por lo que estamos pagando, no sabiendo exactamente cuánto y en qué gastamos energía en exceso, ni seguridad en los precios que van a haber en el futuro

Por ejemplo, Podo es una compañía comercializadora de gas y luz diferente. Se pueden consultar sus tarifas de luz y gas con más detalles en https://www.mipodo.com/tarifas-gas/, las cuales han sido diseñadas para que los usuarios pudieran elegir la que mejor se adapte a sus necesidades, sabiendo en todo momento lo que consumen y cuál es el precio que tienen que pagar según lo contratado, ni más ni menos. De esta manera, se hace mucho más fácil tomar conciencia de la energía que se consume y mayor conciencia aún, en la importancia que tiene su control y ahorro.

Ahorro de energía doméstico

El consumo de energía de una vivienda se puede reducir de forma considerable si se llevan a cabo las medidas adecuadas como, por ejemplo, una construcción bioclimática, un aislamiento bueno total de la casa, el uso de electrodomésticos e iluminación más eficientes y cambiar nuestros hábitos de consumo malos y sustituirlos por otros mucho más eficientes y lógicos.

Electrodomésticos

Aquellos que ya tengan un uso de varios años son menos eficientes que los nuevos modelos. Por eso, la adquisición de electrodomésticos que tenga la etiqueta A, la máxima en la eficiencia energética, puede suponer una gran inversión. Esta traerá muchos beneficios, tanto para nuestra pequeña economía, ya que permitirá ahorrar mucho más en las facturas de electricidad, como para el medio ambiente, puesto que su uso está diseñado para contaminar en menor medida y podremos hacer un consumo más sostenible.

Iluminación

Le pasa lo mismo que a los electrodomésticos. Aquellas bombillas que son más antiguas consumen mayor cantidad de energía, por lo que sustituirlas por una de bajo consumo o LED, puede ser la mejor manera de ahorrar y hacer un uso mejor de la energía, ya que consumen hasta un 80% menos de energía. También es muy importante hacer mantenimiento de bombillas y limpiarlas cada cierto tiempo, pues las que acumulan suciedad gastan más energía para iluminar lo mismo que si estuvieran limpias.

Aislamiento

El aislamiento es necesario tanto para electrodomésticos,  paredes y ventanas, como para puertas. De esta manera, se impide que escape la energía que se consuma de forma inútil. Una buena estructura de la casa, teniendo en cuenta todos sus elementos, en la que funcione bien el aislamiento del frío y el calor, puede llegar a ahorrar hasta un 40% en energía, consiguiendo una total eficiencia energética. Para esto, también hay que entender cuáles son las condiciones del entorno y cómo podemos sacarle partido para intentar reducir al máximo nuestro consumo de energía.

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