Lavanda en flor, una experiencia sensorial en el jardín de la Alcarria

Durante el mes de julio Brihuega celebra la floración de este cultivo, que tiñe sus campos de violeta, deja espectaculares imágenes y llena de actividad la villa.
La floración de la lavanda en los campos de Brihuega alcanza su punto culminante en estos días. - AYTO. BRIHUEGA
photo_camera La floración de la lavanda en los campos de Brihuega alcanza su punto culminante en estos días. - AYTO. BRIHUEGA

GUADALAJARA.- Color, olor y sonido, sin faltar a la cita el gusto y el tacto, experiencias para todos los sentidos que ofrece durante todo el mes de julio la localidad alcarreña de Brihuega, que en estas fechas se tiñe de violeta al celebrar la floración de la lavanda.

Un espectáculo sensorial que tiene como escenario las mil hectáreas de plantación de este cultivo con las que cuenta la localidad y sirve de excusa para que la villa se llene de actividad durante un mes en el que recibe miles de visitantes, deseosos de disfrutar de las abrumadoras imágenes que los campos en flor ofrecen durante estos días.

Campos de cultivo que es posible recorrer a pie, por ejemplo en una de las visitas guiadas programadas por el ayuntamiento o por libre, puesto que son abiertos, pero también desde el aire, tanto en globo como en parapente, a través de las distintas iniciativas privadas existentes para ello.

Experiencias a las que se suman también otras propuestas como los tours estelares por los campos de lavanda o talleres de fotografía nocturna, así como aquellas en las que además de la vista, también adquieren protagonismo otros sentidos, como los talleres de cata de miel y polen, el mercado de la lavanda -en el que la artesanía tiene un papel destacado- o los conciertos.

Entre ellos destaca el denominado Festival de la Lavanda, evento 'estrella' de la programación, que en esta edición de 2022 se celebra el próximo sábado, 16 de julio, con las actuaciones de Revólver y Soledad Giménez en los campos de lavanda de Malacuera-Olmeda del Extremo.

Una cita al atardecer, en medio a los campos del aromático cultivo, para un público al que se invita a acudir vestidos de blanco, con calzado cómodo y algo de abrigo, para disfrutar de un entorno único.

Todo alrededor de un cultivo que más allá de la producción de perfumes y jabones, se ha terminado convirtiendo en un reclamo turístico para una localidad en la que, además, hay un amplio patrimonio y lugares por descubrir.

Como ejemplo el Prado de Santa María, antiguo patio de armas de la alcazaba musulmana, hoy convertido en uno de los lugares de mayor belleza y tranquilidad de la villa. Se encuentra dentro del recinto amurallado del castillo de la Piedra Bermeja y la que se accede desde el Arco de la Guía, construido durante la Guerra de la Independencia con el objetivo de abrir un hueco en el recinto para conquistar el castillo.

Destacan también sus murallas medievales, de las que quedan importantes vestigios; sus iglesias, muestra del esplendor de la arquitectura cisterciense que el arzobispo Rodrigo Ximénez de Rada impulsó en el siglo XIII, o sus fuentes, entre las que destaca la conocida como 'Fuente Blanquina', con sus veinticuatro caños.

Una oportunidad para visitar Brihuega que durante estos días espera el punto culminante de la floración de la lavanda, momento para el cual la villa también se engalana, decorando balcones y escaparates con motivos de su particular joya natural.

Un tesoro que, recuerdan, es responsabilidad de todos cuidar, por lo que se invita a todo aquel que visite las plantaciones a respetarlas, sin arrancar ninguna planta ni dejar rastro en ellas.

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