Castilla-La Mancha al fresco, una propuesta de terrazas y patios con encanto para cenar este verano

Con vistas, en rincones inesperados o en el corazón de la ciudad, son la alternativa ideal en la región para disfrutar de la gastronomía durante el estío.
La Azotea de Carlos ofrece unas espectaculares vistas de Toledo para disfrutar durante la cena. - HOTEL CARLOS V
photo_camera La Azotea de Carlos ofrece unas espectaculares vistas de Toledo para disfrutar durante la cena. - HOTEL CARLOS V

TOLEDO.- Disfrutar del frescor de la noche mientras se degustan exquisitos sabores de la tierra es una de las opciones que restaurantes de toda Castilla-La Mancha ofrecen este verano en sus terrazas y patios. Algunas de ellas con espectaculares vistas, otros entre los muros de casonas palaciegas con siglos de historia, y en la mayoría, con propuestas gastronómicas cuidadas.

Una combinación que en el caso de la ciudad de Toledo no puede pasar por alto la propuesta de la Azotea de Carlos, ubicada en la quinta planta del hotel Carlos V. Un rincón para admirar la capital desde el cielo, para relajarse y cenar con unas vistas panorámicas únicas.

Su propuesta gastronómica se basa en platos frescos e informales, como una flor manchega, brandada de bacalao, aceituna y tomate, o el canelón de perdiz gratinado al manchego.

Desde fuera del casco histórico una alternativa se encuentra en el restaurante El Olivo, en el hotel Cigarral El Bosque, y su terraza al aire libre con espectaculares vistas de la ciudad.

En su carta se pueden encontrar platos como una parrillada de verduras de la vega del Tajo con sal ahumada y virutas de foie con esencia de trufa, las típicas carcamusas toledanas o perdiz del cigarral a la toledana.

Por su parte en la provincia de Guadalajara encontramos también otro de esos rincones en los que disfrutar de unas cenas muy especiales este verano, el restaurante Abuela Maravillas, situado a orillas del Tajo -declarado en esta zona Reserva Fluvial- y con el majestuoso castillo de Zorita de los Canes como vigía. Un lugar idílico de la Alcarria, en el que se han propuesto hacer disfrutar a sus clientes con los cinco sentidos.

En la carta de su terraza no faltan las propuestas con productos de la tierra, como la miel de la D.O. La Alcarria, como tampoco clásicos para tapear en las noches veraniegas, como el pisto manchego con huevos de codorniz y cecina de ciervo alcarreña.

También en esta provincia, en la localidad de Marchamalo, en pleno valle del Henares, se encuentra otro lugar singular en el que disfrutar de una experiencia gastronómica en un enclave muy especial. Ubicado en la Casa Palacio Ramírez de Arellano, del siglo XVI, el restaurante Las Llaves tiene en sus patios y jardines un plus para las noches de verano.

Entre las propuestas de su carta se encuentran platos ideales para esta temporada, como el ajoblanco (con helado de pétalos de rosa) o un carpaccio de gambas con virutas de foie.

Con un entorno privilegiado cuenta también, ya en la provincia de Ciudad Real, el restaurante Las Musas de Campo de Criptana. Su terraza se convierte durante esta época del año en un espacio mágico, ofreciendo unas espectaculares vistas del pueblo y de su Albaicín.

Su cocina tiene como base la gastronomía manchega, el cuidado del producto y la apuesta por las nuevas creaciones. En su carta, propuestas como un potaje de verano con espuma de bacalao o un gazpacho de cerezas con lascas de bacalao confitado.

Por su parte en Ciudad Real capital una buena opción para cenar 'al fresco', es la terraza del estrella Michelin restaurante-asador San Huberto. Su carta está especializada en asados, aunque contempla también pescados y mariscos, así como una amplia variedad de entrantes.

La Martina, en Tarancón, es otro de esos rincones en los que disfrutar de una experiencia gastronómica en las noches de verano, en las que sus terrazas se convierten en el lugar ideal para disfrutar de una buena cena y la compañía.

En su carta no faltan las propuestas para picar, con revueltos o ensaladas, entre otros; ni tampoco platos típicos de la tierra, como un morteruelo con pipas de Tarancón, una sopa de ajo morado de Las Pedroñeras, o unas migas manchegas con uvas y huevo frito.

Propuestas para las noches del verano en las que disfrutar de la gastronomía en enclaves singulares, con estrella o bajo ellas.

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