GUADALAJARA.- Casi un mes ha pasado desde que saliera a la luz el vídeo en el que el que fuera alcalde de Cabanillas del Campo y concejal del PP, Jaime Celada, aparecía brazo en alto entonando el 'Cara al sol' en un restaurante, peticiones de dimisión y cese por medio, pero no ha sido hasta este domingo cuando el todavía edil ha dado el paso.
Sabedor de que el partido ya no iba a contar con él como candidato a la Alcaldía el próximo mes de mayo; con un presidente regional, Paco Núñez, que ya había censurado públicamente su actitud y no haber recibido "el más mínimo apoyo" por parte del PP de Castilla-La Mancha en estos momentos complicados, ha decido dejar tanto el acta de concejal, como los cargos que ostenta en el partido y causar baja en el PP.
Así lo ha anunciado Celada en una carta de despedida que ha publicado a través de sus redes sociales, en la que señala que tras casi 16 años y después de "los acontecimientos de las últimas semanas", ha decidido despedirse de la actividad y la vida política.
Una "complicada y dolorosa decisión", que le lleva a renunciar a su acta de concejal y darse de baja en el partido, cerrando así una etapa. De ella hace balance agradeciendo a los vecinos de Cabanillas del Campo que le dieron la oportunidad de ser alcalde de la localidad, "el mayor honor de mi vida" -señala-, siendo "el primer y único alcalde por el Partido Popular en Cabanillas del Campo en toda la historia democrática", subraya. Un cargo, cabe recordar, que ostentó entre los años 2011 y 2015, pasando después a ser portavoz del grupo popular en la oposición.
Agradecimiento que traslada también a sus compañeros concejales con los que ha compartido "tantas y tantas horas de trabajo", y sin los que "habría sido imposible recorrer este camino"; así como a los afiliados, simpatizantes y a quienes de alguna manera han dedicado su tiempo de forma desinteresada "para hacerlo todo un poco más fácil".
Del mismo modo agradece al Partido Popular de Guadalajara y especialmente a su presidente Lucas Castillo, de quien precisa que en este mes le ha demostrado que "además de un gran presidente es una gran persona y un buen amigo".
"NO HAY NADA DE PESO DETRÁS"
Y dicho esto, Jaime Celada tiene también palabras para el PP regional, desde el que se decidió abrirle expediente por su 'interpretación' del himno falangista, del que asegura respetar y acatar "cualquier postura", pese a que le "entristece" ver cómo la formación "en los momentos difíciles permanece inmóvil y no muestra el más mínimo apoyo a su gente".
Asegura el exalcalde de Cabanillas del Campo que es esta una de las razones "más importantes" por las que ha decidido dar este paso y dejar la actividad política.
"En ciertas situaciones, te das cuenta de que aunque no lo parezca, no hay nada 'de peso' detrás y es mejor echarse a un lado sabiendo que el tiempo pondrá cada cosa y también a cada persona en el lugar que merece", escribe. Un claro mensaje a la dirección regional del partido y a su proyecto, tal como deja entender Celada en su despedida, a quien el desengaño con su formación lleva a tomar esta decisión, puesto que hace tan solo unas semanas él mismo manifestaba que no estaba en su intención dimitir.
Una despedida en la que Jaime Celada no menciona explícitamente al presidente del PP de Castilla-La Mancha y candidato a la presidencia de la Junta, Paco Núñez, aunque los dardos que lanza sobre la falta de apoyo y la ausencia de algo "de peso" detrás, parecen apuntar directamente a él y su equipo.
Finalmente su "mayor y más especial" agradecimiento lo dedica a su familiar, "por todo su apoyo incondicional". "Ellos son quienes más han sufrido y también pagado el precio más alto de esta aventura, mi tiempo, que ahora estoy deseando devolverles multiplicado", sentencia.
Concluye su carta de despedida asegurando que se marcha "muy agradecido, sereno, sin rencores, con la conciencia muy tranquila y en paz" por haberse dejado la salud en el servicio a Cabanillas del Campo. Y aunque lamenta y pide de nuevo disculpas por sus "errores", también dice sentirse "orgulloso" de sus logros, "siempre en equipo y con la satisfacción del deber cumplido" de quien siempre entendió la política "como un servicio público".
