Una cadena humana reclama en Cuenca protección para el agua frente a la contaminación por nitratos de las macrogranjas

Bajo el lema 'Proteger el agua es proteger la vida' han llamado la atención sobre los efectos de la ganadería intensiva y han reclamado una moratoria "real" y "sin condiciones".
Una cadena humana ha recorrido Cuenca para exigir protección para el agua.
photo_camera Una cadena humana ha recorrido Cuenca para exigir protección para el agua.

CUENCA.- Mayor protección para el agua frente a la contaminación por nitratos es lo que han reclamado este domingo en Cuenca los participantes en la cadena humana convocada por la Asociación Pueblos Vivos Cuenca. Desde la plaza Mayor, pasando por el puente de San Pablo, el auditorio, la calle de los Tintes y hasta el parque del Huécar se ha extendido esta marcha con la que se ha querido llamar la atención sobre el daño que las macrogranjas ocasionan en el agua, un recurso que también agotan.

Una nueva acción en defensa de los pueblos frente al modelo de ganadería industrial, que ha llevado a que 32 municipios de la provincia hayan superado en algún momento el nivel permitido de nitratos en agua de grifo en los últimos años, establecido en 50 mg/l, según las cifras del Ministerio de Sanidad, y que otros 45 hayan registrado valores superiores a la mitad de lo permitido -entre 25 y 49 mg/l. Datos que ponen de manifiesto que la contaminación del agua por nitratos en la provincia es una cuestión a tener en cuenta, dado los efectos en la salud pública y la disponibilidad de este recurso -cada vez más escaso- a futuro.

Así, bajo el lema 'Proteger el agua es proteger la vida' se ha desarrollado esta nueva movilización, la sexta, en la capital conquense, que este año se encuentra vinculada al 'Abrazo a la Madre Tierra' convocado por numerosos colectivos del país y al Día Mundial del Agua, que se conmemora el próximo 22 de marzo.

Y es que, denuncian desde la Asociación Pueblos Vivos Cuenca, en la provincia existen "demasiadas granjas" y ya se debería haber planteado una reducción de las mismas, así como una apuesta clara por la ganadería porcina y avícola extensiva -sostenible a nivel social y ambiental- en lugar de la intensiva, fuente de contaminación.

Una contaminación que ha supuesto que España haya sido sancionada por parte de la Unión Europea al no haber puesto suficientes medidas para la protección de sus aguas de los nitratos. En concreto cinco comunidades autónomas no han actuado en el grado requerido, entre ellas Castilla-La Mancha -critican-, por lo que proponen como solución una nueva moratoria "real" para las macrogranjas.

Recuerdan desde el colectivo que una cuarta parte de la provincia de Cuenca está declarada zona vulnerable a nitratos por la Junta de Comunidades, debido a sus altos niveles en las masas de agua. Asimismo, las analíticas oficiales del Ministerio para la Transición Ecológica "arrojan niveles alarmantes", señalan, como los 184 mg/l en El Acebrón o los 89 mg/l medidos en Villaverde y Pasaconol.

Junto a ello, las mediciones realizadas dentro de la Red Ciudadana de Vigilancia de Nitratos muestran que el 63 por ciento de las aguas subterráneas analizadas en Castilla-La Mancha están contaminadas por nitratos.

Desde la asociación insisten en recordar que la presencia de nitratos en el agua afecta directamente a la salud de las personas, dada su toxicidad.

Sin embargo, la moratoria actual a la que desde el Ejecutivo regional se pretende poner fin este mismo año, sustituyéndola por un nuevo decreto de gestión de purines, se ha confirmado como "un coladero", tal y como denunciaron desde Pueblos Vivos Cuenca, ya que han sido "numerosas" las excepciones y se ha permitido la tramitación de licencias de macrogranjas porcinas en municipios como Puebla del Salvador (13.440 lechones), Villar de Domingo García (24.768 lechones), Aliaguilla (2.496 cerdos de cebo) o Mira (2.496 cerdos de cebo).

Por ello su reclamación pasa por la realización de un estudio ambiental de los impactos acumulados de las macrogranjas existentes, hasta ahora evaluados únicamente de manera individual, y así determinar "cuál es la capacidad ganadera que pueden soportar nuestros acuíferos". Hasta entonces, subrayan desde la asociación, "pedimos una moratoria real y sin condiciones".

Respecto al nuevo decreto anunciado por el Ejecutivo regional, temen que esté "hecho a medida" para justificar la construcción de plantas de biogás, las cuales consideran que actuarán de "efecto llamada" a nuevas macrogranjas.

Comentarios