Castilla-La Mancha recuerda a Murcia y Valencia que no son los dueños del agua de la cabecera del Tajo

El vicepresidente primero del Ejecutivo regional insiste en la necesidad de modificar las reglas del trasvase y reconoce que hacerlo con un poco más de agua en Entrepeñas y Buendía "da más tranquilidad y sosiego".
José Luis Martínez Guijarro, vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha.
photo_camera José Luis Martínez Guijarro, vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha.

CUENCA.- El Gobierno de Castilla-La Mancha ha recordado este lunes a las comunidades de Murcia y Valencia que el agua embalsada en la cabecera del Tajo no es de su propiedad, al tiempo que ha criticado que "cada vez que llueve" en esas regiones se sientan "como siempre, dueños del agua que está embalsada en nuestra comunidad autónoma".

Así lo ha señalado durante una rueda de prensa en Cuenca el vicepresidente primero del Ejecutivo regional, José Luis Martínez Guijarro, quien se ha alegrado del aumento del volumen del agua embalsada en Entrepeñas y Buendía, que por primera vez desde el año 2012 ha alcanzado los 1.000 hectómetros cúbicos.

Un agua que, ha recalcado, "es para el uso de todo el mundo, no solo de Murcia y de Valencia", después de que el presidente murciano haya aludido a las abundantes lluvias y al aumento del agua embalsada en la cabecera del Tajo para exigir el mantenimiento del trasvase.

Asimismo, el vicepresidente primero del Gobierno regional ha recordado la "necesidad" de modificar las reglas del trasvase, al tiempo que ha señalado que hacerlo con un poco más de agua en la cabecera "da más tranquilidad y sosiego".

Unas reglas de explotación que, cabe recordar, deberían haberse cambiado ya, según lo contemplado en el plan hidrológico aprobado en enero de 2023, aunque agotados ya los doce meses dados para ello, todavía no se ha llevado a cabo la modificación. Un cambio para el que desde el Gobierno central se ha abierto una mesa de diálogo con las comunidades implicadas, presentando cada parte sus propias propuestas de cara a negociar las nuevas reglas.

En el caso de Castilla-La Mancha, tal y como apuntó en su momento la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, la propuesta pretende "reducir al máximo" la aparición de situaciones hidrológicas excepcionales, lo cual, sin embargo aumentaría significativamente al aplicarse los caudales ecológicos contemplados, en caso de no modificar las reglas de explotación. Junto a ello también se ha planteado aumentar significativamente el volumen medio de llenado de los embalses, que históricamente siempre ha sido muy bajo.

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